Carla Monrabal, presidenta del estratégico Puerto de Dock Sud, llegó como funcionaria de María Eugenia Vidal y se convirtió al peronismo de la mano de los socios de Martín Insaurralde
El puerto de Dock Sud, ubicado en el partido de Avellaneda, y uno de los más importantes del país, se volvió un terreno de disputa entre La Cámpora y el intendente Ferraresi. La presidenta de ese enclave del comercio exterior busca sobrevivir, mientras que su vínculo más fuertes es con la mano derecha de Martín Insaurralde.
Con el torniquete fiscal del gobierno libertario sobre las provincias, gobernadores e intendentes buscan generar o sostener “cajas” manejadas por gente que les responda. Desde cuestiones evidentes, como la suba de impuestos municipales a los supermercados, hasta administraciones clave relativamente ocultas para el gran público, como son los consorcios de gestión de los puertos bonaerenses.
Se trata de entes públicos no estatales, pero que en los hechos terminan resultando cajas negras totalmente fuera de control que convierten a sus presidentes en intendentes de sus localidades, tales los casos de Federico Susbielles (Bahía Blanca), Arturo Rojas (Necochea), Rodrigo Aristimuño (Coronel Rosales) o directamente disponen sumas de dinero multimillonarias para la política. En el caso de Dock Sud, el Puerto actualmente resulta objeto de disputa entre el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, alineado con el gobernador Kicillof; y los camporistas referenciados con Máximo Kirchner, Julián Álvarez (Lanús) y Mayra Mendoza (Quilmes).
En el cruce de argumentos, estos últimos dos piden mayor participación en Dock Sud debido a que los camiones destruyen calles y avenidas de sus municipios; mientras que Ferraresi apunta que menos del 3% de los transportes que circulan por Lanús y Quilmes terminan en el puerto. Una guerra por la caja, disfrazada de argumentos ciudadanos o vecinalistas, cuando realmente están en juego el dinero de la renovación de las concesiones, del dragado, de obras etc.,o el que se pueda obtener de las empresas que trabajan en el puerto a modo de “contribución”.
Pero todos se olvidaron de leer la Ley 11.206 de Transferencia de Puertos Nación - Provincia y el DECRETO 13/2019, norma que crea este Ente. Allí está clarísimo que Monrabal no tendría nada para repartir si cumple con las leyes, ya que el puerto que preside tiene legalmente pautado el destino de sus ingresos: todas las utilidades deben ser invertidas en el mismo Puerto de Dock Sud, especialmente en infraestructura portuaria. Pero nada de eso ocurre. Monrabal debe pagar a Ferraresi el haberle pedido al gobernador Kicillof su promoción como presidenta del Puerto de Dock Sud, generando la ira de sus vecinos que no reciben nada.
Mientras tanto, el Puerto de Dock Sud no tiene red de incendio y sus muelles no cuentan con las auditorías ni habilitaciones correspondientes de la autoridad de competencia nacional -Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables-, siendo un peligro potencial tanto desde el punto de vista de la seguridad como del medio ambiente. En Dock Sud, todo se resuelve en las redes sociales y entre amigos.
Las normas que no se cumplen
(DECRETO 13/2019 Artículo 11º - Régimen financiero: El CONSORCIO percibirá, administrará y dispondrá de sus recursos económicos y financieros, los que deberá aplicar exclusivamente al cumplimiento de su objeto y funciones, según lo determine su presupuesto anual y conforme lo previsto en el presente Estatuto, sobre la asignación de los resultados de los respectivos ejercicios económicos.
DECRETO 13/2019 Artículo 12º Las utilidades realizadas y liquidas de cada ejercicio presupuestario serán invertidas en el ámbito de actuación del CONSORCIO, de conformidad con los siguientes fines: a) A reservas en previsión de déficit y quebrantos; b) Para ejecución de obras de ampliación de la infraestructura portuaria; c) Para la adquisición de bienes muebles e inmuebles necesarios para sus funciones; d) Para la capacitación laboral del personal de la actividad portuaria en general, en los avances técnicos que se produzcan en la misma; e) Para asistencia, estímulo y capacitación del personal del CONSORCIO.
LEY 11206. SEPTIMO: FINANZAS.- Todos los ingresos de los puertos sin excepción, serán contabilizados independientemente de rentas generales provinciales y serán aplicados exclusivamente para cubrir gastos, de administración, operación, capacitación e inversiones relacionadas con la actividad portuaria que tienden a asegurar una mayor eficiencia optimizando los costos y tarifas en beneficio del comercio interior y exterior.)
En este marco, Ferraresi parece contar como aliada a Carlos Nahir Monrabal, designada como presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud en julio de 2020. La incógnita es si Monrabal seguirá teniendo tanta aceptación si se conocen o hacen públicos algunos datos sobre ella.
Vidal, un amigo en común y el recaudador de “Mauricio 2015”
Monrabal fue designada presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud en julio de 2020, a través del decreto 600/2020 de la Provincia de Buenos Aires, con la firma de los ministros Augusto Costa (Producción) y Carlos Alberto “Carli” Bianco (Jefatura de Gabinete), sumada a la del gobernador Kicillof. Algunos meses antes, en abril, la habían designado allí mismo como miembro del consorcio.
Al gobernador Kicillof, la recomendación política se la hizo el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, quien a su vez tomó el consejo de Juan Pablo Peredo, histórico mano derecha de Martín Insaurralde y actual integrante del Tribunal de Cuentas provincial, quien a su vez es el responsable de auditar las cuentas de todos los puertos de la Provincia, incluido Dock Sud. En esa trazabilidad, el origen de Monrabal en la política se remonta a la gobernación de María Eugenia Vidal.
Al igual que con los puertos, sin ningún conocimiento sobre el tema, fue designada en la importante Dirección de Hidráulica por pedido de su socio (en una vinería) y ex compañero de estudios universitarios de Vidal, Rodrigo Silvosa. Este cuadro del PRO fue nombrado allí no sólo por su llegada a la gobernadora, sino también por haber trabajado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a Edgardo Cenzón, recaudador de la campaña presidencial “Macri 2015”.
Cenzón llegó a Provincia de Buenos Aires como ministro de Infraestructura en la gobernación Vidal, se llevó a Silvosa a Hidráulica, y éste a Monrabal. Con la salida de Cenzón del cargo, Silvosa se peleó con el nuevo ministro (Roberto Gigante), lo echaron de Hidráulica y luego volvió a la administración provincial como subsecretario de Puertos. Así Monrabal descubrió que la Provincia de Buenos Aires tenía puertos.
Insaurralde, yates y videos
Entre el gobierno de Vidal, y su designación firmada por Kicillof, el puente de plata para Monrabal fue su vínculo con Juan Pablo Peredo -socio de Insaurralde, protagonista del video del “Yategate”-, a quien había conocido un tiempo antes. También fue Peredo quien la vinculó con Ferraresi. Todos tienen que ver con todo.¿Habrá más videos? Por ejemplo, de Monrabal quejándose que hay mucho dinero a su alrededor y que pretende quedarse con una empresa.
La mala noticia para Insurralde es que la Justicia Federal de La Plata confirmó la competencia federal en su caso por lavado de dinero -delito federal- y enriquecimiento ilícito. A pesar de los infructuosos intentos de mudar la causa a Lomas de Zamora, donde tiene mayor ascendencia sobre la Justicia, la Cámara Federal de La Plata consideró que la complejidad de las maniobras denunciadas determina el rechazo de la declinatoria de competencia presentado, por tratarse -el lavado de dinero- de un delito autónomo contra el sistema financiero nacional y significa un riesgo para la estabilidad de los sistemas democráticos. Hasta donde llegará la investigación de los negocios de Insaurralde y sus socios, es algo que todavía está por verse, aunque, presentada la UIF como querellante se espera que se llegue al fondo de la cuestión. Por lo pronto, ya no se los ve por la oficina de la calle Arroyo, bunker habitual en donde desarrollaban sus negocios.
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