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Con Vaca Muerta en récord absoluto de producción, la crisis de abastecimiento de combustible podría originarse en la refinación de petróleo. El último dato disponible del Indec, de agosto, habla de un 72,2% de uso de capacidad instalada. Aquí surge la primera certeza: las petroleras eligen producir menos combustible del necesario para abastecer al mercado interno. Una política que se agudizó en las últimas semanas, justo entre las elecciones primarias y las generales, con un conjunto de actores -estaciones de servicio, principalmente- quejándose de un atraso en los precios de surtidores.

Con los automovilistas haciendo fila para cargar el tanque (ya no llenarlo, porque hay cupos), las petroleras-refinadoras YPF, Raízen, Trafigura y Axion emitieron un comunicado prometiendo “un plan de acción para reforzar el abastecimiento”, tras la amenaza del ministro y candidato Sergio Massa de cerrar las exportaciones. “En materia logística establecimos un esquema especial que permitirá aprovechar el potencial del sistema que cuenta con más de 400 unidades”, promete el comunicado.

Sin embargo, ejecutivos del sector admiten que todo fue una movida para que el Gobierno permite un aumento de los combustibles superior al 5% mensual autorizado, con la inflación corriendo al 11% cada 30 días. “Las paradas técnicas se hacen teóricamente cuando es necesario, pero todos sabemos que se manejan políticamente”, admite un ex alto ejecutivo de YPF.

Con el 60% del market share a su cargo, todo lo que ocurre en el expendio de combustibles va al ritmo de YPF. Una empresa donde se sobreactúa oficialismo, pero que en realidad es manejada por una “línea” (como se llama a la plana gerencial) designada durante la presidencia de Mauricio Macri. “¿Quiénes son los gerentes macristas? Todos”, le admite a Minuto de Cierre un camporista que trabaja en la petrolera estatal desde la llegada de Alberto Fernández a la Presidencia de la Nación.

Un ex alto ejecutivo de la empresa, con terminal política, adhiere a la misma teoría, aunque con un tono más crítico. “Los que manejan YPF saben sólo de refinación y perdieron elecciones en toda la Patagonia, incluido Santa Cruz”, dice en obvia referencia al presidente, Pablo González. “Por eso -continúa- la línea gerencial, mayoritariamente macrista, maneja todo a gusto y piaccere, sin que nadie se dé cuenta. Así es como llegamos al desabastecimiento de combustible".

 

“El Mago” y el “compañero” que gastan con “la nuestra”

 

Miguel “El Mago” Galuccio llegó a presidente de la YPF estatal recomendado a Cristina Fernández de Kirchner. El celestino fue nada menos que su comprovinciano Sergio “El Vasco” Urribarri, condenado una década después -en 2022, la estatización de YPF fue en 2012- por corrupción, con pena de 8 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Durante su gestión en YPF, Galuccio elevó la plantilla de personal nada menos que en 7.000 empleados. Este dato surge de una auditoría que comenzó Guillermo Nielsen en 2020, cuando el nuevo gobierno lo nombró presidente de YPF. Tanto empeño por clarificar los números dejó a Nielsen fuera de la compañía, premiado con un cargo de embajador en Arabia Saudita.

Galuccio, en tanto, hizo mejor negocio tras su paso por YPF. Entre la indemnización que cobró, y los contactos que hizo o reafirmó (ya tenía una importante carrera en el sector petrolero), terminó siendo el dueño y CEO- de Vista Energy Argentina. Según los datos de junio, la tercera empresa del país en producción de petróleo. También señalada como una de las responsables de priorizar la exportación antes que el mercado interno.

Por otro lado, en la línea camporista hay que gente que trabaja con objetivos políticos, hoy principalmente que Sergio Massa llegue a presidente. Pero también están los que se dicen “compañeros” y “de la orga” pero sólo apuestan a su crecimiento personal. El caso más notorio de estos es el de Santiago Carreras, que ostenta el cargo de director de Relaciones Institucionales, aunque estaría peleado con el presidente de la empresa y parte de su área también.

Con la millonaria caja publicitaria de la empresa, Carreras apostó al esponsoreo institucional del Seleccionado Nacional de Fútbol, como también de su estrella y mejor futbolista de todos los tiempos, Lionel Messi. También usó esa caja para promocionar su carrera en Boca Juniors, en una alianza electoral que fracasó rotundamente en el club de la Ribera, junto al sindicalista y empresario Víctor Santa María.

El uso que Carreras hace de YPF es tal que, inclusive, protege a uno de los proveedores privilegiados -en monopolio prácticamente- de la empresa, porque en Boca jugó a favor de la candidatura de Jorge Ameal-Juan Román Riquelme. Cuando estos ganaron la elección, José “El Tano” Beraldi dividió voto macrista presentando su propia lista frente a la de Cristian Gribaudo. Con esa maniobra, Ameal-Riquelme fueron elegidos para el período presidencial que se revalida a fines de este año.

Con los buenos oficios de Carreras, nadie cuestiona que entre 2014 y 2019 Transportes Beraldi haya casi septuplicado su facturación con YPF en el llamado negocio de la “última milla”. Beraldi sigue siendo el rey ahí, impidiendo o dificultando el ingreso de otros competidores, gracias a lobby interno de Carreras, que nunca desiste de su sueño de presidir al club más popular del país.