09 de Julio de 2021 - 19:57

Aeropuerto El Palomar, la obsesión del macrismo para las low cost y por dónde salió el “cargamento no identificado” para apoyar al golpe militar de Bolivia

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, confirmó que un avión Hércules C-130 partió desde ese aeropuerto rumbo a Bolivia para apoyar con personal y “cargamento no identificado” que sería armas y municiones. Las autoridades aduaneras responsables de El Palomar fueron premiadas o “bancadas” por la AFIP de Mercedes Marcó del Pont: Pablo Angrehs Meléndez, Ramiro Roibas y Esteban Fornes.

Por esas vueltas de la historia argentina, en el primer centenario de la Revolución de Mayo, el entonces presidente José Figueroa Alcorta inauguró casi simultáneamente el emblemático edificio de la Aduana, donde hoy sigue su sede central, y el aérodromo militar de El Palomar, que hasta diciembre del 2018 sería solo para vuelos militares y privados. Hasta que el presidente Mauricio Macri y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, impulsaron su transformación en un aeropuerto de vuelos nacionales e internacionales desde el cual operaran las aerolíneas “low cost”, en especial Flybondi.

Por esas actitudes típicas de muchos gobiernos argentinos, donde los anuncios van por un lado y la realidad por el otro, Flybondi lograba bajos costos con un aeropuerto cuya remodelación fue pagada por el Estado Nacional. Es decir, los costos eran bajos para la aerolínea, pero no para los argentinos que pagan impuestos. A pesar de la oposición de vecinos, que vieron alterada -para mal- su calidad de vida, El Palomar avanzó a todo ritmo para transformarse en un aeropuerto comercial, y ante cada dificultad se decía que “es orden del ministro (Dietrich) sacarlo adelante”.

El macrismo siempre imaginó a El Palomar como un aeropuerto ideal para sus objetivos. Desde los vuelos privados hacia Punta del Este o Estados Unidos; hasta la aerolínea -Flybondi- atribuida al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; e inclusive lo que acaba de saberse, que el Hércules C-130 que partió para apoyar el golpe militar en Bolivia lo hizo desde allí.

Hoy El Palomar quedó desactivado como aeropuerto general, pero sorprendentemente la estructura aduanera que lo manejaba quedó en muy buenas posiciones dentro del gobierno de Alberto Fernández. Las tres figuras de esta lógica son Pablo Angrehs Meléndez, Ramiro Roibas y Esteban Fornes, todos ellos con gran relevancia en la actual gestión de la AFIP, a cargo de Mercedes Marcó del Pont.

El caso de Pablo Sebastián Angrehs Meléndez muestra inclusive un crecimiento profesional durante este gobierno. Cuando se inauguró El Palomar, Angrehs asistió a su inauguración como parte los aduaneros más cercanos a la gestión encabezada por el macrista Diego Dávila, y ocupaba el cargo de Jefe de Operativa del Aeroparque Metropolitano, un área de la cual también depende orgánicamente El Palomar. Durante el actual gobierno, en tanto, fue premiado con el ascenso a Director de Gestión del Riesgo.

Esa es el área a la cual se le escaparon 28 kilos de cocaína que partieron rumbo a Europa, parte de ellos en un barco -el Cap San Artemissa- que en un viaje anterior también fue detectado con drogas ilegales. A pesar del caso, que inclusive tiene su capítulo judicial, Angrehs Meléndez sigue firme como el máximo responsable de Gestión del Riesgo.

En cuanto a su cargo anterior, la jefatura en Aeroparque y El Palomar, llegó allí con el apoyo de Ramiro Roibas, que en redes sociales se manifestó abiertamente como simpatizando del PRO, la fuerza que llevó a la Presidencia a Mauricio Macri. Roibas era el director de la Aduana en Ezeiza, lo que también incluye Aeroparque y El Palomar. A pesar de los diversos problemas que tuvo, los cuales no impedían sus permanentes pedidos de licencia, la gestión de Traverso (titular de la Aduana) y Marcó del Pont recién lo reemplazó a fines de octubre pasado. Todo el proceso fue contado por este medio en la siguiente nota: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-10-26-14-43-0-afip-dispuso-el-reemplazo-del-director-de-la-aduana-de-ezeiza-ramiro-roibas-por-roxana-lodovico

La trilogía de macristas vinculados a El Palomar, protegidos por Traverso y Marcó del Pont, se completa con Esteban Fornes, un guarda aduanero (uno de los puestos más bajos del escalafón) devenido rápidamente jefe y responsable de El Palomar durante la gestión macrista. Como tal, dependía jerárquicamente de Angrehs (en forma directa) y Roibas (indirecta). En el nombramiento de Fornes también ayudó su esposa, que es secretaria de un juzgado federal y parte de la llamada “familia judicial” que tiene evidente simpatía por el macrismo y marcada antipatía con el kirchnerismo. 

Aunque actualmente El Palomar no funciona como estación aerocomercial, Fornes sigue siendo el jefe aduanero de la terminal. Le resulta muy conveniente, ya que vive a 8 cuadras de la misma pista de aterrizaje. Algunos consideran que su vigente jefatura de El Palomar es una especie de beca, porque ya no se requiere la presencia de personal aduanero ni de Migraciones, salvo a requerimiento por algún vuelo especial militar, pero no es algo que se dé habitualmente y no requiere la presencia y erogación presupuestaria de disponer un jefe y empleados allí. 

Esteban Jorge Fornes, DNI 22.970.543, figura en la nómina de personal de AFIP como “Jefe de Fiscalización y Operativa Aduanera” en la “Oficina El Palomar”. Es decir, el propio organismo admite que tiene un cargo que hoy no requiere ningún trabajo. De modo indirecto, de esto son responsables las máximas autoridades de la Aduana y AFIP. De forma directa, el responsable es el actual Jefe de Aduanas del Aeroparque Metropolitano, Roberto López.

 

El modelo macrista para El Palomar 

 

Cuando Dietrich comenzó a insistir obsesivamente con El Palomar, los críticos a su transformación en estación aerocomercial advirtieron sobre la modificación del espacio local, la congestión en los accesos al barrio, los riesgos de las operaciones aerocomerciales, la imposibilidad de llevar a cabo modificaciones estructurales dado que la Base es un sitio protegido y conservado por los delitos de lesa humanidad y violación de los derechos humanos. 

Por desgracia, todas esas advertencias desoídas terminaron siendo confirmadas. Además se alertó sobre el peligro por la innumerable cantidad de escuelas y colegios que quedaban en la línea directa de aterrizaje y despegue de aviones con la consiguiente contaminación auditiva y atmosférica que producía el tránsito aeronáutico en forma constante. A pesar de todo ello, en diciembre de 2018 comenzaron a operar comercialmente se abren las rutas internacionales. Con esta apertura se requirió la presencia de organismos como Migraciones y Aduana.

La apertura del Aeropuerto de El Palomar fue una decisión política para beneficiar a las líneas aéreas low cost en detrimento de Aerolíneas Argentinas. Cualquier persona que recorrió las instalaciones del aeropuerto sabe que es imposible que esté abierto para vuelos comerciales y menos internacionales. Por empezar, todo se hizo improvisado, no había controles de infraestructura ni de procesos de control. 

Cuando se advertía algún tipo de irregularidad la respuesta era que había que hacerlo así porque la orden era de Dietrich y de Macri. El primero de ellos asiduo usuario del aeropuerto. Hasta la inauguración de los depósitos francos (depósitos donde se guardan repuestos de las aeronaves) era improvisado sin contar con control de stock y  con la salida y entrada de mercadería anotada en un cuaderno. Por parte de Migraciones, en general se caían los sistemas por la mala conectividad y se tardaba mucho tiempo en lograr dar el ingreso a los viajeros. A veces con demoras de más de media hora por vuelo para poder consultar en las bases la condición de cada persona.

La pista recibía la visita asidua de perros que se filtraban por los alambrados perimetrales, en su mayoría rotos; y también de gente que se había instalado en las inmediaciones a las vías del ferrocarril. Además, y esto es de suma importancia para la actividad de control en un aeropuerto, el mismo no contaba con cámaras de seguridad ni el el perímetro, ni en zona de pasajeros, ni en área de pista.

Como corolario de todo ello, ahora se sabe que el material con destino a Bolivia salió de esa Base Aérea de El Palomar. Parece que se unen los caminos. El Aeropuerto es zona protegida por violación a los derechos humanos y de ahí salió material para atentar contra los derechos humanos del vecino país.

Comentarios