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Es que así como le sucedió a los empelados de las grandes cadenas de comidas rápidas y a los de las tiendas de café, los trabajadores de Freddo sufrieron una fuerte merma en sus ingresos.

A pesar de que en su gran mayoría siguieron trabajando una vez que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la cadena, propiedad de Pegasus, Grupo que supo ser comandado por Mario Quintana, sólo les abonó una fracción de sus haberes.

En una decisión unilaterla, los empleados de los locales en distintos barrios porteños cobraron sólo el 65 por ciento del sueldo correspondiente a marzo.

Como si fuera poco, no les dieron precisiones sobre cuándo van a cobrar el resto, ni tampoco le dieron garantías de que lo vayan a percibir.

Además del pago de un fragmento, los franquiciantes de Freddo también descontaron los montos que se abonan por presentismo. Todo esto, mientras buena parte de sus empleados debió continuar atendiendo en los locales en plena expansión del covid-19. En el mejor de los casos, sólo para despachar un puñado de deliverys, peo sin ausencias.