03 de Abril de 2020 - 13:03

Verónica ofrece pagar los sueldos en 4 cuotas, aunque sus ventas rondan los $ 440 millones mensuales y da ganancias

La firma santafesina, de casi un siglo de existencia y cuyo dueño y presidente blanqueó capitales en el exterior, le propone a sus empleados cobrar el sueldo de marzo entre el 7 y el 21 de este mes, en cuatro cuotas. Sin embargo, la firma procesa alrededor de un millón de litros de leche por día, mientras que su facturación de febrero rondó los $ 440 millones. Los sueldos se llevan la mitad de la facturación, pero así y todo las ganancias estuvieron alrededor de los $ 37 millones el mes pasado.

La noticia cayó como una bomba entre los trabajadores de la láctea Verónica, de marca homónima. El gerente de Personal, Norberto Galimberti, les propuso pagar los sueldos de marzo ya no desdoblados, sino en cuatro cuotas: dos de 30% y las últimas dos del 20%. Como antesala de esta situación, ya había comenzado a atrasarse en los pagos al gremio y su obra social, acumulando por lo menos $ 10 millones de esas acreencias. Nadie sabe, o quiere decir, el número exacto, pero sería bastante más alta. 

Sin embargo, la situación económica de la empresa no es de crisis, sino todo lo contrario. La firma procesa alrededor de 1 millón de litros de leche diarios, más del 3% de la producción nacional. Según fuentes del sector, eso arrojaría unos $ 440 millones de facturación para febrero, con una ganancia algo por debajo del 10%. Verónica habría ganado unos $ 37 millones el mes pasado.

Sin embargo, la empresa le propuso a sus trabajadores comenzar el cobro de sus sueldos el próximo martes 7, y terminar de recibirlos el martes 21. Ante la notificación de personal, el gremio del sector (ATILRA) solicitó ver los libros contables de la empresa, pero se lo negaron.

Evasión y fuga de capitales: realidad y sospecha

Francisco Gonzalo Espiñeira, español de nacimiento, 82 años cumplidos en febrero, es el presidente de Verónica S.A.C.I.A.F.eI., según el acta de directorio del 9 de diciembre último. Este hombre, cuyo DNI es 93.415.381, está en el listado del blanqueo de capitales del Banco Nación, al cual accedió este medio. La cifra es importante: unos cuantos millones en dólares. Aunque por ahora no se reveló el número específico, se sabe que formalizó la operación el 28 de octubre del 2016.

Según investigaciones de la Aduana, que luego se discontinuaron, un clásico de la evasión fiscal láctea es subfacturar la exportación de leche en polvo, declarando menos kilos, o a menor valor, de lo que realmente se vende a otros países. Ya en 2007, cuando Ricardo Echegaray era el titular de la Aduana, había notas periodísticas que daban cuenta de este tema: https://www.lanacion.com.ar/economia/investigan-posibles-irregularidades-en-las-exportaciones-de-lacteos-nid911252

En la actualidad, con el Puerto de Rosario como uno de los puntos más flojos del control aduanero, ese mecanismo seguiría existiendo. En el caso de Verónica, además, se sumaría una metodología ideal para que la AFIP se ponga a investigar: el pago del litro de leche, a tambos propios, por encima del precio del mercado. “Se autopagan la leche mucho más que el valor real, y de ese modo declaran menos ganancias y evaden impuestos. En el caso de Verónica es fácil, porque tiene muchos tambos propios”, le explicó a Minuto de Cierre una persona de trato frecuente con esa empresa. Los directivos del gremio lechero pidieron ver los libros contables de los tambos que pertenecen a los mismos dueños de Verónica, pero se encontraron con una negativa cerrada. 

El antecedente del 2019: amenaza de despidos

A comienzos del año pasado, Lácteos Verónica amenazó con despidos y un procedimiento preventivo de crisis. Los argumentos de la empresa era una inversión de u$s 30 millones, realizados algunos años atrás, que no se había recuperado; y que el procesamiento de leche no era el de sus mejores tiempos en cantidad, sino que las plantas operaban a la mitad de su capacidad.  

En definitiva, Verónica firmó un acuerdo con ATILRA para preservar los puestos de trabajo. Los trabajadores cobraban sus sueldos en tres veces, pero luego la situación se fue regularizando. También había rumores de venta de la compañía, pero finalmente no se terminaron concretando. Por otra parte, hay una importante interna familiar entre los que trabajan y cobran en la compañía, y los que sólo hacen lo último.

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