29 de Octubre de 2020 - 10:39

Novared, la empresa chilena que cada año factura más con la Ciudad de Buenos Aires y le maneja tecnología clave

De casi $ 10 millones en 2016, esta firma de tecnología pasó a facturar en pesos y dólares; ganar subcontratos que "esconden" su facturación real; y operar en varios distritos. Su vínculo con Gustavo Linares, el jefe de Seguridad Informática que depende de Felipe Miguel.

Entre 2018 y 2019, Novared, una firma de tecnología de capitales chilenos, dio el gran salto de facturación en la Argentina, sobre todo mediante contratos con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La primera alerta sobre el crecimiento exponencial de sus negocios e influencia fueron los Juegos Olímpicos de la Juventud, realizados en octubre de 2018, a través de la licitación para la ciberseguridad de 4.000 atletas de elite, realizada a fines del año anterior.

Novared hizo una oferta económica de $ 14,5 millones, una firma competidora propuso $ 13,5 millones, y a partir de allí todo fue un camino de excusas para no convalidar que había ganado el competidor de “los chilenos” (como le decían en ese momento a Novared). Esta escalada incluyó desde una audiencia pública que demoró el proceso; la posibilidad de contratar a gigantes como Cisco o Huawei (para un negocio que les resultaba chico); declarar desierta la licitación; hasta finalmente otorgarle por contrato directo la parte de “fierros” (hardware) a Fortinet, una empresa fundada en California, Estados Unidos, en el año 2000.

En el sector de tecnología, donde el caso Juegos Olímpicos de la Juventud dejó claro que había que tener un “caballo del comisario” para ganar licitaciones, finalmente Novared terminó dejando claro su nivel de lobby, y además mostrando opacidad sobre cuánta es su facturación real, mayor de la que aparece en el Boletín Oficial. De los tres ítems de la contratación de ciber seguridad (hardware se lo quedó Fortinet, además están software y recursos humanos), Novared se terminó quedando con los últimos dos. Pero escondida detrás de una una subcontratación. Tras declararse desierta la licitación en la que había perdido contra una firma argentina, el contrato lo terminó ganando una consultora grande, de muy buenos vínculos con el gobierno porteño y el macrismo en general, que finalmente terminó subcontratando a Novared.

. La figura clave, un hombre de Felipe Miguel

El hilo conductor de todo el proceso, así como del crecimiento actual de Novared, es Gustavo Linares, actual director general de Seguridad Informática del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, una dependencia de la Jefatura de Gabinete, a cargo del todopoderoso Felipe Miguel. Linares, que estaba a cargo de la seguridad informática de los Juegos Olímpicos de la Juventud, fue el que hizo todo lo posible para que Novared gane esa licitación; después le otorgó la parte de “fierros” a Fortinet; y terminó aceptando para software y recursos humanos a la consultora que finalmente engrosó la facturación de Novared mediante un subcontrato. Un detalle: poco antes de ganar su contrato para los Juegos Olímpicos de la Juventud, Fortinet invitó a Linares a visitar Las Vegas, capital mundial de los juegos de azar. 

El 2018 fue de mucho viaje y emociones para Linares. Por ejemplo, en la audiencia pública para determinar si el contrato se lo quedaban Novared o su competidor argentino, llegó disfónico por haber asistido a la final de Supercopa Sudamericana en Porto Alegre, donde Independiente (su equipo) le ganó al Gremio. El ruido alrededor de la seguridad de esos Juegos Olímpicos fue tal, que primero fue manejada desde el Ministerio de Modernización; tras su disolución se armó la Unidad de Proyectos Especiales Juegos Olímpicos de la Juventud (UPEJOL), a cargo del vicejefe de Gobierno, Diego Santilli; y hasta se barajó la opción de entregar los temas tecnológicos al Ministerio de Educación, a cargo de Soledad Acuña, lo que finalmente no ocurrió.

. El paraguas de Felipe, y la información de los contribuyentes

Si una empresa quiere ganar contrataciones importantes con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), tiene dos puertas importantes (algunos dicen excluyentes, no hay más) para ir a golpear. Una es la de Felipe Miguel, el jefe de Gabinete. La otra es la del tándem Diego Santilli-Bruno Screnci, vicejefe y ministro de Gobierno respectivamente. En el caso de las empresas proveedoras de tecnología, el caso de Novared y Gustavo Linares se ubica claramente bajo el paraguas de Felipe Miguel. 

El crecimiento de Novared durante los últimos meses es tan importante, que incluye el cambio de sede al Distrito Tecnológico, decidido el 19 de diciembre último en su reunión de directorio y publicado en el Boletín Oficial el 5 de enero de este año. Sus nuevas y lujosas oficinas están en el primero y segundo piso de Esteban De Luca al 2200.

Lejos quedó aquel 2018 en el cual Novared apenas presentó una factura por $ 10.890 pesos antes el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tras una larga ausencia como proveedor de la “Intendencia Macri”, en 2012 facturó $ 1.922.300. Mientras que en el 2016 llegó a casi $ 10 millones, exactamente $ 9.827.358. 

Desde 2017, también comenzó a ganar licitaciones en el Gobierno Nacional y en la Provincia de Buenos Aires, cuando los tres distritos importantes (esos y CABA) eran todos gobernados por el macrismo. Como en el municipio De Vicente López , gobernado por Jorge Macri, donde en septiembre del 2019 le otorgaron el “firewall de Data Center” del Palacio Municipal por más de 1.450.000 pesos. 

Por otra parte, desde 2018 en adelante, Novared viene ganando muchos licitaciones en la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), la agencia recaudador del fisco porteño, equivalente a la AFIP a nivel nacional. Tantas licitaciones ganó, que en la agencia que conduce Andrés Ballotta, un contador prolijo y de bajo perfil, se preguntan si no será riesgoso confiarle tantos contratos a una empresa, en lugar de realizar esos desarrollos “in house”, con personal y tecnología propia.

Por ejemplo, a fines del 2018, Novared ganó el contrato para adquirir el “equipo analizador de redes”, por un precio unitario de casi $ 3,5 millones, unos 200.000 dólares a la cotización de aquel momento. Además, el contrato por ese servicio dura tres años

En 2017 había ganado un contrato por switches y firewalls por tres años. Mientras que en 2019 obtuvo dos licitaciones y una contratación directa; en tanto que en 2020 ganó una contratación menor y una licitación pública por $ 19,4 millones. También obtuvo contratos en la Agencia de Sistemas de Información durante 2017 y 2018. 

 

 

 

 

 

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