07 de Enero de 2019 - 07:44

Policías fueguinos cobran sueldos por debajo de la línea de pobreza

Casi 3.000 efectivos -en actividad y retirados- cobran sueldos que no alcanzan en un provincia donde todo es más caros, desde los alquileres hasta la comida. Dos recibos de sueldo que sirven de ejemplo: 23.000 y 36.600 pesos respectivamente.

Alquileres que superan fácilmente los 15.000 pesos, cortes de carne a más de 200 pesos y verduras a más de 100 pesos el kilo, con sueldos de 23.000. De esta forma, muchos policías provinciales de Tierra del Fuego son literalmente pobres. Sin eufemismos: ni clase trabajadora, ni media empobrecida, ni gente que está pasando un mal momento transitorio. Son pobres.

Luego de tres años sin recibir aumentos paritarios, por decisión de la gobernadora Rosana Bertone, gran parte de la fuerza policial de Tierra del Fuego se compone de pobres. Que tienen trabajo estable, pero que sólo pueden garantizar a sus familias una vida de privaciones. Excepto que sumen otro ingreso a la familia, y ahí recién apenas asomen la cabeza para -por lo menos- comer algo más y mejor.

“Están obligados a realizar horas extras, lo que en nuestra jerga se llama adicionales. Y no tienen la suerte de policías porteños que, por ejemplo, suman muchas adicionales y mejor pagas gracias a los partidos de fútbol”, le apuntó a Minuto de Cierre, pidiendo reserva de su nombre, un importante jefe policial.

“La mayor parte de nuestra fuerza está condenada a vivir en situación de pobreza. Tenemos agentes que no solo tienen pocas horas para descansar y disfrutar de sus familias, agregó, sino que además llegan a su casa con los bolsillos casi vacíos”, agregó. 

Esta situación no era así hasta 2015. Pero la aceleración de la inflación -160% e a nivel nacional en los últimos tres años-, más la decisión de Bertone de no otorgar paritarias a los estatales, produjeron una epidemia de empobrecimiento entre las fuerzas policiales. Los recibos de sueldo que ilustran esta nota lo muestran claramente.

En el primero de ellos, el sueldo básico no llega a los 1.741 pesos, mientras que el salario final de bolsillo apenas supera los 23.012 pesos. Entre la primera cifra y la segunda aparecen un montón de ítems que esconden la decisión de no otorgar paritarias: el decreto 20 y el 29 son conceptos de remuneración en negro (400 y 5.762 pesos respectivamente), que no aportan a obra social ni futura jubilación.

Por otra parte, se le otorga, al policía del recibo en cuestión del recibo, un concepto que deberían ser parte del gasto de la fuerza: 2.604 por ración y mantención de uniforme. Más una suma fija de 2.976 pesos. Además, si no sumara horas adicionales, que suman 4.337 pesos en ese caso, tendría un sueldo por debajo de los 20.000 pesos, un dinero que no le alcanza ni siquiera a un trabajador soltero, ni en Tierra del Fuego, ni en otras provincias donde todo es más barato.

No alcanza ni para la canasta del Indec

De acuerdo a la última línea de pobreza publicada por el Indec, vigente a noviembre del año pasado, una familia tipo necesitaba más de 25.200 pesos para no caer debajo de a línea de la pobreza. Sin contar alquiler, ni los mayores  precios de la Patagonia (la canasta que mide el Indec es para Capital y Gran Buenos Aires), ni tampoco la ficción según la cual -eso dice el Indec- una familia de 2 adultos y 2 niños comen con 10.123 pesos mensuales, o 337 pesos diarios.

Como se apuntó antes, siempre con precios del organismo nacional para Ciudad Autónoma de Buenos Aires y alrededores. Con la actualización a cierto realismo económico, y los precios de Tierra del Fuego, tampoco alcanza para policías fueguinos que superan el escalafón inicial.

Por ejemplo, un cabo con 5 años de antigüedad cobra 36.672 pesos de bolsillo. Todo ello sumando apenas 1.787 de básico, casi 11.500 de suplementos zonales, y casi 8.700 pesos entre los decretos 20 y 29 que legalizaron los cobros en negro. 

En total, la policía provincial de Tierra del Fuego suma 2.122 agentes activos y 770 retirados, alrededor del 2% de la población de “la Isla”. Según el Indec, la provincial más austral de la Argentina tiene 10% de pobres, pero las políticas salariales de Bertone con respecto a los estatales han logrado que la situación real duplique ese número.

 

 

 

 

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