Macri, tras la operación de cuerdas vocales, entre Tévez, brindis y helado

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Por Antonio D'Eramo

"No es agradable. A nadie le gusta que le metan un caño por la nariz hasta la garganta", fueron las primeras palabras de Mauricio Macri luego de su operación de la mañana. Fue ante los periodistas que están acreditados en Casa de Gobierno. 

Junto a Marcos Peña, Mario Quintana, y Gustavo Lopetegui, más relajados por el acuerdo por Ganancias con la CGT, también estuvieron el Secretario de Medios Jorge Grecco; el vocero presidencial Iván Pavlosky y el Director de Prensa, Carlos Galigani. La idea de Macri es la de participar del casamiento del astro futbolístico Carlos Tevez. Voceros adelantaron que "si se siente bien irá al casamiento de Carlos Tévez este viernes". Se excusó, Macri, de hablar mucho. En realidad los médicos de la Unidad Presidencial recomendaron no forzar las cuerdas vocales durante las próximas 48 horas pero, al llegar al encuentro, comentó que lo primero que hizo tras la operación fue comer helado y enfatizó "dos veces" 

Acerca del resumen del año que termina Macri, en voz baja por su dolencia, sostuvo: que su primer año "ha sido difícil", pero ratificó el rumbo económico al reafirmar que está "convencido de que este camino de esfuerzo compartido, es el camino correcto. Hemos recuperado la convivencia; la Casa Rosada se ha transformado en un espacio de tranquilidad y de respeto", señaló el Presidente, quien dijo que "aunque todavía hay mucho por hacer, no es fácil, nunca dijimos que esto iba a ser un cambio fácil".
Agregó que "los argentinos no nos rendimos, siempre vamos para adelante" y se mostró convencido de que "en este camino de esfuerzo compartido, que no hay otro, muchas cosas que van a estar mejor y muchas cosas buenas van a pasar".

Finalmente, el presidente deseó una "feliz navidad" a todos los argentinos a través de los periodistas.