El colapso informático de Terminal de Cargas Argentina se agrava: 10 días “perdidos” y trasplantes de órganos que no pudieron hacerse
El depósito fiscal del Grupo Eurnekian, ubicado en el Aeropuerto de Ezeiza, sufrió un black-out por el cambio de sistema informático, paralizando el comercio exterior. Causas y consecuencias que no se difunden: ahorro excesivo e improvisación, trasplantes de órganos perdidos y 10 días de operaciones que por ahora no se recuperan. En el medio de este conflicto, el presidente Javier Milei inauguró el nuevo edificio central de Corporación América.
Hay dos refranes, uno popular y otro de la ideología libertaria que hoy gobierna el país. El primero, largamente confirmado muchas veces, es que “lo barato” sale caro. El segundo, más discutible a partir de este caso, es que “los fallos del mercado no existen”, de acuerdo a lo que dijo el propio presidente, Javier Milei, en el último Foro de Davos. Aunque después ordenó bloquear la compra de Telefónica por parte del Grupo Clarín. Apelando a refranes: “tengo estas convicciones, pero si conviene tengo otras”.
Corporación América, del Grupo Eurnekian, ha mostrado en reiteradas ocasiones que los monopolios -tiene la concesión de casi todos los aeropuertos del país- son una falla del mercado: tarifas caras para las aerolíneas, precios absurdos para los pasajeros, y también el depósito fiscal con la mejor ubicación del país, pero a veces también el que peor funciona.
La cobertura mediática que dan el poder y el dinero es tan importante que, en medio de un terrible fallo operativo de Terminal de Cargas Argentina (TCA), el presidente Javier Milei inauguró la nueva sede central de Corporación América. En Olivos, cerca de donde vive su dueño, Eduardo Eurnekian. Como si nada ocurriera en el país -supuestas coimas en PAMI y ANDIS, el famoso 3%, etc-, ni en TCA, Milei dio un discurso cargando contra sus opositores.
El problema empezó el 21 y 22 de agosto, cuando aprovechando el fin de semana largo, Terminal de Cargas Argentina (TCA) implementó un cambio de sistema informático. “Lo hicieron con personal propio, sin contratar una consultora o profesionales externos. Ahí estuvo la falla, en la típica política de todo el Grupo Eurnekian de gastar lo menos posible, a riesgo de los resultados”, explica un consultor -y empresario- líder en informática. Una explicación en la que coinciden aduaneros de Ezeiza y del sector Sistemas de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, ex AFIP).
Los problemas derivados son graves. Por una parte, entre la mercadería “perdida” (depositada en TCA, pero sin el número de guía correspondiente) hay implantes cocleares, destinados a combatir distintos grados de sordera. Pero además, según información a la cual accedió Minuto de Cierre, también se perdieron córneas, con los donantes que estaban esperándolas para mejorar su visión. A diferencia de los implantes cocleares, las córneas perdieron la cadena de frío correspondiente y no podrás ser usadas.
La pérdida informática es de alrededor de 10 días, que por ahora no se pudieron recuperar. Quizás sea necesario un trabajo de hormiga con importadores y forworders para restaurar parte de esa información. Un colapso que se nota en el comercio exterior, pero no tanto por la paralización de toda la economía.
Antecedentes desfavorables y explicaciones poco convincentes
Las fallas de TCA no son nuevas. Este año, el director general de Aduanas, Andrés Velis, dispuso que el sistema de courier -envíos de hasta 50 kilos- pueda funcionar en depósitos fiscales que estén en condiciones de operarlo, cuando antiguamente era un monopolio de TCA. En conversaciones privadas, Velis se manifestó “harto y cansado” de las quejas recibidas sobre las tarifas y atención del depósito de Corporación América. “Si tenías todo en regla, y podían entregarte la mercadería en uno o dos días, demoraban dos más para facturarte”, es la queja más escuchada.
Por otra parte, en octubre del 2023, el entonces director de Aduana, Guillermo Michel, clausuró TCA por 72 horas. La razón esgrimida, como anticipó Minuto de Cierre (https://www.minutodecierre.com/nota/2023-10-10-15-55-0-la-aduana-clausuro-un-deposito-fiscal-de-aeropuertos-argentina-2000-por-falta-de-inversion-y-perdida-de-mercaderias#:~:text=Durante%2072%20horas%2C%20el%20dep%C3%B3sito%20fiscal%20de%20Ezeiza,nota%20aduanera%20habla%20de%20un%20%22suceso%20de%20gravedad%22.) fue un “suceso de gravedad” con mercadería perdida. La rápida gestión política, con la necesidad de no hacer ruido camino al balotaje (al fin y al cabo, Milei fue promocionado a la política por Eduardo Eurnekian), provocó que la clausura no fuera mayor.
Cuando el colapso de TCA se hizo público, las explicaciones de la empresa a Infobae (https://www.infobae.com/movant/2025/09/09/colapso-en-ezeiza-importadores-alertan-por-fallas-en-el-nuevo-sistema-aduanero/) fueron:
-Explosión de importaciones por courier y generales: impulsadas por la apertura comercial y la expectativa de variaciones en el dólar.
-Cambio de sistema tras 20 años: la terminal renovó su plataforma para mejorar la trazabilidad, el nivel de servicio y la operatividad, en coordinación con despachantes, cámaras y Aduana.
La primera puede relativizarse, en un contexto de desaceleración económica. En cuanto a la segunda, bastaba tomar la experiencia de la Aduana con la introducción del Sistema María en 1997. El mismo, originario de Francia, reemplazó al anterior, que fue mantenido un tiempo como sistema de respaldo. Además de la contratación de personal externo -incluyendo franceses expertos- para evitar el colapso informático y del comercio exterior. Justamente lo que no hizo la empresa de Corporación América.
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