El virrey Milei se emulsiona con el imperio
Por Marco Esdras, exclusivo desde Washington DC.
Acuciado por la carencia de reservas en divisas y, habiendo comprometido en forma temeraria al oro de los argentinos en un viaje furtivo a Londres, Javier Milei ahora rinde una inédita genuflexión a la Casa Blanca. Frente a un mundo proteccionista, Argentina elige permitir el avance irrestricto de las apetencias de los EE UU subsumiendo a las clases medias y bajas en un fenómeno sin precedentes. El Tratado de Patentes y la Reforma Laboral-Tributaria.
Régimen de Patentes
El Informe 301 del USTR (es un informe anual elaborado por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos) este año fue particularmente duro y puso a la Argentina en el primer lugar de los países de una “lista de vigilancia prioritaria”.
El ignominioso tratado suscripto entre los EE. UU y la República Argentina luce abyecto por donde se lo mire. El substrato sustantivo consagra el beneplácito de las grandes corporaciones en flagrante detrimento de las PYMES. Vale decir, lejos de coadyuvar a la creación de empleo genuino, el efecto en el mercado laboral será adverso y será acentuado con la reforma laboral que propulsa el Gobierno.
El PCT, o Tratado de Cooperación en materia de Patentes, es un tratado internacional (del cual Argentina no forma parte) que simplifica el proceso para solicitar protección de patentes en múltiples países a través de una única solicitud internacional. Este sistema permite a los innovadores postergar los gastos y la decisión de patentar en otros países durante 18 meses, al tiempo que obtienen un informe de búsqueda internacional que les ayuda a evaluar la viabilidad de su invención. Es importante destacar que el PCT no otorga patentes internacionales; la concesión de patentes es una decisión que compete a las oficinas de cada país donde se busca protección.
Según la US Chamber, Argentina impone criterios que van en contra de los estándares internacionales establecidos en tratados como “TRIPS” (Trade Related Aspects of Intellectual Property Rights), generando inseguridad jurídica para los desarrolladores e inversores del sector. Argentina sin adhesión al Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), ahora revierte su postura tras el lobby ejercido por agentes vinculados a Santiago Caputo, Barry Bennet y Leonardo Scatturice.
Hasta la víspera, Argentina seguía siendo uno de los pocos países del mundo que no forma parte del Tratado PCT, el sistema internacional administrado por la OMPI. Dentro de este régimen, se permite solicitar la protección de una invención en más de 150 países a través de un trámite único inicial de patentamiento internacional de invenciones.
Desde Washington DC argumentan que “este tipo de trabas no solo afecta a empresas extranjeras interesadas en operar e invertir en Argentina, sino también a los innovadores locales, que encuentran dificultades para registrar y proteger invenciones vinculadas al software o a nuevos tratamientos médicos”.
EE. UU ejercía una crítica ácida hacia Argentina culpándola por demoras prolongadas en el proceso de patentamiento. Al respecto arguyen que para obtener una patente en Argentina se puede llegar superar el plazo de 10 años. Este retraso estructural no solo desalienta la innovación, sino que también genera incertidumbre a nivel legal y comercial.
“La legislación argentina presenta obstáculos serios para innovadores, empresas tecnológicas y titulares de derecho. Se destacan las demoras, trabas regulatorias y ausencia de reformas concretas”, expresaba su bronca un miembro destacado del Council.
Esos retrasos afectan a pequeñas y medianas empresas, desarrolladores independientes y sectores estratégicos que necesitan certezas para poder escalar sus proyectos o licenciar su tecnología. Desde la óptica de la inversión, el problema es serio: sin protección clara ni adecuada, las oportunidades se diluyen.
“Además, pone a los agentes de Argentina en desventaja competitiva, ya que contrastan con los tiempos que manejan otras oficinas de propiedad intelectual de la región americana”, concluyó el agente consultado.
En efecto, según rezan comunicados de Washington DC, le impuso condiciones muy exigentes a los laboratorios extranjeros para tramitar patentes en la Argentina, con lo cual abrió las puertas a los laboratorios locales a comercializar medicamentos y agroquímicos copiados de fórmulas de empresas extranjeras.
Sin embargo, durante los recientes dos años (2024-2025) existieron fuertes presiones del ministro de Salud, Mario Lugones, y del asesor especial Santiago Caputo, para no avanzar con los pedidos que los Estados Unidos le hicieron a los excancilleres Diana Mondino y Gerardo Werthein, que los postulaban de manera estéril ante la Casa Rosada. La presión de los empresarios del Council fue intensa y Milei “entregó el partido”.
En materia de saldo de la Balanza Comercial se va a incrementar el déficit crónico bilateral ya existente desde hace décadas.
El tratado comercial recientemente suscripto con los EE. UU implica una flagrante injerencia geopolítica y en materia de inteligencia cuyas consecuencias son imposibles de mensurar ex ante.
Debilidad de dólar y Reformas de “segundo orden”
Lo que resulta palmario es que, utilizando las propias palabras de Milei, no va a incrementar el stock de capital para mejorar la productividad y, a contrario sensu, se va a evidenciar más un efecto "Palo de Hockey" con un aletargamiento en la tendencia secular del crecimiento (con o sin dinero).
Estamos en presencia de una una suerte de Plan Marshall o de Doctrina Monroe anti-China. Actualmente el dólar norteamericano padece una caída preocupante en el concierto internacional de divisas, a saber:
1) Perdió posiciones ante el Renminbi (moneda de China)
2) Disminuyó su ponderación dentro de la canasta de divisas que define el valor del DEG (unidad de cuenta del FMI)
3) Redujo su participación relativa en las operaciones comerciales internacional que se canalizan vía Swift
Reina una máxima expectativa de la reacción del Congreso (el Tratado debería ser aprobado por el Parlamento al igual que los empréstitos que el Ejecutivo acaba de suscribir con el Tesoro de los EE. UU y los Bancos de Inversión).
En paralelo discurre el exordio de una regresión laboral (término acuñado por el diputado nacional Sergio Palazzo) y un esbozo de reforma tributaria donde el ministro Caputo refiere planear eliminar el monotributo y tirar por la borda la polémica Reforma Tacchi de 1997.
Renglón aparte queda el tratamiento de los derechos de exportación y su eventual derogación exigida por el FMI y el círculo rojo
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