El sonajero del bebé argentino
Por Marco Esdras
Jean Piaget enseñaba como a partir de la "reacción circular" los bebés evolucionan cognitivamente hacia estadios superiores de conducta. La psicología fue determinante en la economía a punto tal que autores como Daniel Kahneman han ganado el premio Nobel con su “Teoría de las Perspectivas” (demostrando cómo los sesgos cognitivos y las heurísticas afectan el juicio humano y la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre). El dólar billete genera una sensación de que el trabajo personal está correctamente valorado en Argentina. De hecho, muchos cuentapropista y especialistas en sistemas suelen pactar sus honorarios en dólares y hasta que se los depositen en el exterior.
Los niños y adolescentes argentinos simpatizan con la idea de tener dólares en sus billeteras en lugar de los pesos.
En efecto, desde pequeños, bombardeados por la inflación, los argentinos eligieron al dólar para salvaguardarse del daño generado por los políticos. Gastando más de los ingresos que generaban los argentinos liquidaron 5 signos monetarios y pareciera que el dólar resultó ser "la madera para flotar" en el mar de la inflación. Por ello, el presidente Milei apuntó siempre contra la “casta”.
La dolarización sería la garantía de la estabilidad que reclama la clase media argentina y que el estratega Santiago Caputo se ocupa de instalar en el ideario colectivo. Dolarizando, Javier Milei se aseguraría su reelección y cumpliría su promesa de campaña. A la par es dable destacar que el concepto de competencia de moneda ha recibido su certificado de defunción puesto que uno vez más en la historia prevaleció la Ley Gresham según la cual la moneda de mayor valor es utilizada para ahorrar y realizar las operaciones importantes (el dólar) mientras que la de menor valor (el peso) es la que se utiliza en las operaciones diarias y menores.
Los argentinos buscan cubrirse de la desvalorización de la moneda. En aras de ello, procuran mantener intacto el valor de su trabajo y que, con su fruto, puedan adquirir su vivienda, su automóvil y dotar de previsión a su vida entera. Se puede planificar y tomar decisiones con menor margen de riesgos.
En ese orden de ideas, se enrola el fenómeno dolarizador. Para que sea fructífero, requiere a priori que se realicen las reformas: laboral, tributaria y del estado. Con esas metas cumplimentadas, Argentina podría dolarizarse.
En ese sentido, se aprovecharían el swap y los préstamos de bancos: sendos procedentes de los EE. UU.
Un Puente hacia la Dolarización
Del entramado de la relación bilateral que se halla forjando con los EE. UU, podría deducirse que un préstamo (ya sea a través del Tesoro o de los Bancos Comerciales) sería la piedra angular de un proceso de dolarización a efectos de la constitución de un Fondo de Estabilización Monetaria.
Un Fondo de Estabilización Monetaria en el contexto de la dolarización es un colchón de reservas en dólares que un país utiliza para respaldar y estabilizar su economía tras la adopción del dólar estadounidense como moneda oficial. Sirve para reemplazar la moneda local, cubrir las reservas necesarias para respaldar los depósitos bancarios y bonos de deuda, y actuar como una reserva estratégica para prevenir crisis financieras.
Entre las funciones del fondo de Estabilización se hallarían las siguientes:
a) Respaldo de la base monetaria: Proporciona los dólares físicos o en reserva para sustituir los billetes y monedas de la moneda nacional que se retiran de circulación.
b) Soporte del sistema bancario: Debe ser suficiente para cubrir las reservas que los bancos comerciales deben mantener en el banco central, asegurando la liquidez del sistema.
c) Freno a la volatilidad: Actúa como un salvavidas ante posibles crisis, ya que permite al país acceder a divisas en momentos de estrés financiero y evita la devaluación abrupta de la moneda (o de activos denominados en esa moneda).
d) Estabilización económica: Un fondo robusto ayuda a proteger la economía de la volatilidad del mercado de capitales y a minimizar el riesgo de tipo de cambio, facilitando la inversión y el comercio.
Dicho todo lo anterior, se debe tener presente una cuestión: De la dolarización no se vuelve. Esto significa que, unan vez adoptado al dólar como moneda, resulta imposible retornar a una moneda propia. Algunos interpretan esto como la anulación de una herramienta, otros como una pérdida de soberanía y no falta quienes lo observan como si fuera una panacea.
NOTAS RELACIONADAS
