16 de Septiembre de 2025 - 07:40

Aduaneros jubilados analizan presentar un recurso administrativo o una demanda colectiva por la caja complementaria del gremio, destinada a pagarles el 82% móvil

Los aportes se redujeron hasta un cuarto de lo que eran el año pasado. Sobre cerca de 2.500 beneficiarios, unos 200 analizan dos medidas posibles a tomar, en la Secretaría de Trabajo o ante la Justicia. Transferencias que se redujeron de 1,2 millón a menos de 300.000 pesos; falta de respuestas por escrito; y la total opacidad sobre quién es el presidente ante la muerte del líder sindical Carlos Sueiro.

“Los aduaneros son una familia, 4.000 personas de 300 apellidos”, resume uno de sus miembros desde hace décadas. La estabilidad laboral, el probable cruce entre los que tienen años en el organismo, las amistades o enemistades de año, y la típica propensión al chisme de todo argentino, hace que las noticias corran más rápido entre la “familia aduanera”. Esta vez, con un tema sensible para los jubilados de la Dirección General de Aduanas: el funcionamiento -para muchos deficiente- de la Caja Complementaria que engrosa la jubilación que le paga la ANSES.

Según investigó Minuto de Cierre, ya se comunicaron -por distintas vías- alrededor de 200 aduaneros jubilados, analizando dos acciones posibles. Una de ellas es la presentación ante la Secretaría -ex Ministerio- de Trabajo, que puede ir desde pedido de informes hasta solicitar una intervención. La otra opción analizada es una demanda colectiva ante la Justicia. “A medida que nos comunicamos, descubrimos los mismos hechos para todos. Entre el año pasado y el actual nos redujeron el aporte a un 25, 30 o 40% de lo que era. Además no te explican nada por escrito, a tal punto que ni siquiera oficializaron quién es su presidente tras la muerte de Carlos Sueiro (ocurrió a fines de junio)”, apunto uno de los damnificados.

Según la Memoria Anual 2024, publicada en abril de este año (PUEDE VERSE AL FINAL DE ESTA NOTA), los beneficiarios eran 2.460 al 31 de diciembre último. En tanto que los aportantes eran 6.051, generando una más que aceptable relación de 2,45 trabajadores activos por cada uno que ya está jubilado. Aunque los retiros de este año redujeron la ecuación, se supone que la política de la entidad fue hacer inversiones para enfrentar los años de vacas flacas.

La Caja Complementaria de Previsión para los Trabajadores Aduaneros (tal su nombre completo) se fundó en 1988, tuvo su primer beneficiario en 1989 y se engrosó con el aporte del 4,5% de los sueldos de trabajadores activos. El espíritu inicial de su creación fue “un sistema de reparto donde las generaciones más jóvenes sustentan con su aporte a los jubilados”, buscando que estos cobren el 82% móvil de los sueldos que tenían cuando estaban en actividad. Años de recesión o crecimiento, y de alta o baja inflación mediante, un cálculo que iba variando.

 

No hay plata, ni tampoco información clara

 

A lo largo del 2025, muchos aduaneros jubilados se sorprendieron cuando lo que cobraban por caja complementaria -además del pago de ANSES- se iba reduciendo, primero de modo paulatino y luego brusco. Muchos de ellos coinciden que el descalabro comenzó en 2024, cuando la salud de Carlos Sueiro comenzó a deteriorarse. Además de ser el secretario general ininterrumpido del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) desde la vuelta de la democracia, Sueiro era el presidente de la caja complementaria y la manejaba -al igual que el gremio- con su estilo directo.

Hasta se cuentan anécdotas de jubilados que llegaban a reclamarle, y él se encargaba de resolver el tema rápidamente. Una transferencia por el dinero adeudado, y la regularización el mes próximo, eran el final anunciado para quienes llegaban hasta Sueiro, aunque no todos tenían ese acceso directo. La vicepresidente de la caja complementaria era -y es todavía formalmente- Ana María Viñals. La Memoria y Balance 2024, además de ella y Sueiro, la firmaron los consejeros Stella Maris Canale, Sandro Taricco y Eloy Tellechea.

Tanto la memoria anual, como la página web de la caja complementaria, registran dos fallos u opacidades graves de información. En el resumen presentado de la primero, los únicos números concretos son los de aportantes y beneficiarios. No hay precisiones sobre activos, pasivos, el resultante patrimonio neto, flujos de caja, ni nada que se le parezca. Además, en la página web de la entidad (https://cajacomplementariadeaduana.org.ar/), está publicado que Carlos Sueiro es el presidente. Es decir, ni siquiera se oficializa quién lo reemplazó en el manejo, aunque se supone que es Ana María “Nani” Viñals.

De modo curioso, muchos de los que se quejan ahora votaron al oficialismo en las últimas elecciones, de septiembre último. En la mesa de jubilados, 204 votos fueron para la oficialista Lista Celeste, encabezada por Daniel Mallotti; 39 para la Bordó, de Silvio Minisini y Ricardo Echegaray; en tanto la Violeta, de Flavia Ojeda, apenas juntó 13 votos. De todas formas, estos votos representan el 10% de los beneficiarios de la caja.

En los últimos meses, la tendencia a la negación o escamoteo de información se volvió más grave. “Pedís una respuesta por escrito y sólo te la brindan oralmente”, apuntó uno de los perjudicados. “Vas a preguntar y te maltratan, además que ni siquiera te brindan un número”, señaló otro.

La Memoria 2024 explica, con justa razón, que el año pasado “resultó para la familia aduanera un año particularmente adverso. El nuevo gobierno libertario ha impuesto una fuerte política de reducción del gasto público, apertura económica, disminución de aranceles aduaneros, el congelamiento de salarios, reducción de la porción de recaudación destinada a salarios (fondo jerarquizador) e intimación a jubilar personal activo”, entre otros temas.

Más allá de estas razones, los aduaneros jubilados consideran que la gestión de la Caja Complementaria no sólo empeoró, sino que además se volvió desprolija. “Acá nadie mete la mano en la lata”, suele clamar “Nani” Viñales, pero se niega a brindar los números correspondientes. El oficialismo del SUPARA creyó que ganando las elecciones solucionaba -o tapaba- todos los problemas; pero la luna de miel duró poco.

 

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