14 de Marzo de 2019 - 12:08

Diego Dávila protegió a un asesor suyo acusado de tráfico de influencias

El director de la Aduana, que en las últimas semanas fue vaciando las oficinas cercanas a la suya, dio un golpe de timón que algunos esperaban y otros no. Relevó de su cargo a Mario Giachello, que había denunciado a Felipe Viramonte en un sumario de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Llegó con la orden presidencial de hacer más ágil y transparente el comercio exterior. Pero, como todas las promesas de este gobierno (pobreza cero, unión de los argentinos, docentes bien pagos, exención de Ganancias para los trabajadores, baja de la inflación, y un largo etcétera), la realidad terminó resultando todo lo contrario. 

En agosto del 2018, Minuto de Cierre había destapado el caso del “asesor estrella” de Dávila, Felipe Viramonte Noguer, un joven de San Isidro que frenaba expedientes; trabajaba en conjunto con el abogado que había sido su empleador (Juan Patricio Coter) y representaba empresas que demandaban a la Aduana; y además mostraba una performance numérica difícil de explicar: con un sueldo de 50.000 pesos se había comprado un auto valuado en $ 450.000, tras pocos meses de trabajo en la Aduana.

Las andanzas del no tan preparado (ni siquiera tiene título de abogado) pero sí avispado Viramonte Noguer fueron contadas en una nota de este portal: http://www.minutodecierre.com/nota/2018-8-16-14-44-0-aduana-paralela-culpan-a-un-asesor-de-davila-de-frenar-mas-de-200-expedientes-con-multas-millonarias. Luego de ello, según fuentes cercanas a Dávila, habría perdido influencia, y hasta lo acusaban de armar una especie de Aduana paralela que frenaba expedientes millonarios. Por ejemplo, dos reclamos ante empresas que totalizaban u$s 20 millones de impuestos impagos, y se hablaba de unos 200 casos en total:http://www.minutodecierre.com/nota/2018-8-24-15-26-0-el-asesor-aduanero-que-paso-de-estrella-a-acusado-por-una-aduana-paralela-y-objeto-de-comision-investigadora

Viramonte terminó con una denuncia de Mario Fernando Giachello, subdirector genera de Técnico Legal, ante la Dirección de Integridad Institucional, una especie de “Asuntos Internos” que creó Alberto Abad, el anterior administrador federal, en agosto del 2017.

Lobo suelto, cordero atado

La historia terminó como el título del famoso CD doble de Los Redonditos de Ricota. Mediante la Disposición 71/2019, publicada este lunes 11 en el Boletín Oficial, Dávila relevó a Giachello de su cargo, degradándolo de la estratégica subdirección de Técnico Legal Aduanera a administrador de la Aduana de Santa Fe. En su lugar ubicó a Gladys Liliana Morando, una funcionaria de carrera con buena reputación y antecedentes, pero que no había intervenido en el caso Viramonte. “Envió un mensaje: no toquen a los míos, hagan lo que hagan”, afirmaron a coro dos aduaneros con amplio conocimiento del organismo.

Mientras tanto, Viramonte sale fortalecido, a pesar del tráfico de influencias que Giachello denunció en “Integridad Institucional”, o quizás debido a eso mismo. “Felipe no es abogado, ni estudiante. Es simplemente un recolector”, apuntó, en tono acusatorio, otro asesor de Dávila, que ve cómo Viramonte Noguer conserva y gana espacio a pesar de las acusaciones que pesan sobre él. 

La tendencia de Dávila a cerrarse sobre unas pocas personas comenzó a verse hace alrededor de un mes, cuando mandó a desalojar casi todos los despachos cercanos a él. “Mandó a vaciar el piso 2”, fue el rumor que corrió en aquel momento, en referencia a ese lugar del histórico edificio de la Aduana, ubicado en Azopardo, entre Avenida Belgrano y Moreno. 

En ese momento se abrieron dos líneas de hipótesis. La primera: por fin se decidía a ordenar la Aduana, y avanzaba con el sueño postergado de un área de contrainteligencia que evitara fraudes contra el organismo (y en consecuencia el Estado Nacional). La segunda: Dávila preparada su retirada, que podrá ser el 10 de diciembre, junto a la de todo el Gobierno, o antes. Los hechos hablan por sí solos: ya se sabe cuál es la hipótesis que se confirmó.

Con un agravante: no resolvió la situación más cercana y comprometida a él. No tuvo un escándalo del tipo “Mafia de los Contenedores”, como Juan José Gómez Centurión. Dávila tuvo -según apuntan, probarlo judicialmente será más difícil- en Viramonte a su “recolector”, y tras sobreactuar algunos gestos de transparencia, decidió fortalecerlo. 

Finalización y designación de funciones en el ámbito de la Dirección General de Aduanas. by minutodecierre.com on Scribd

 

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