23 de Marzo de 2017 - 11:47

El lado oculto de Tomeo: Cariló, Marbella, protección policial y de la SIDE

El origen de la fortuna de Tomeo: evasión fiscal, contrabando, protección policial y de agentes de Inteligencia. Además, propiedades en la lujosa Marbella y una joven esposa que participa de sus empresas.

Por Lucio Di Matteo

Los nueve allanamientos sobre los bienes del empresario Carlos Tomeo arrojaron detalles espectaculares: 19 autos de lujo, un millón de dólares en efectivo, mansión con microcine y un garaje cuyo piso es de mármol de Carrara. Las medidas dispuestas por Federico Villena, el juez federal de Lomas de Zamora, resultaron efectivas.

Pero lo que detectó el promisorio y prolijo juez podría ser sólo la parte visible de su fortuna. Las causas de la misma habría que buscarlas en otro lado: evasión fiscal, contrabando, protección policial y de agentes de Inteligencia. A esto, además, se sumarían dos detalles tan llamativos como los anteriores: propiedades en la lujosa Marbella (algo así como la Miami del sur español) y una joven esposa que participa de sus empresas.

Como la carga impositiva sobre el precio del cigarrillo ronda el 70%, no hay mejor negocio en esta industria que evadir la misma. La forma de hacerlo, siguiendo el viejo axioma de “hecha la ley, hecha la trampa”, es la que explota hace muchos años –por lo menos desde 2002- Carlos Tomeo. En cada paquete de cigarrillos, hay una banda superior que lo cruza, con sello de AFIP. Se llama “instrumento fiscal”, y le sirve al organismo recaudador para cobrar impuestos según los cigarrillos que se producen y venden.

Las formas de eludir este pago son dos, según detectó la AFIP hace varios años, y consignó en un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) del 2001, que lleva el número 10576-270.Allí, desde lo formal, se habla de la constitución de sociedades “sin giro comercial normal y habitual que realizan operaciones con bienes muebles e inmuebles, contratos de compraventa, facturas de importación o exportación, o préstamos, sin contar con la evolución patrimonial adecuada”. En otras palabras, lavado de dinero.

Y los mecanismos detectados para la evasión fiscal, origen del futuro lavado de dinero, son dos. Por un lado, la falsificación o “estiramiento” (de uno se hacen dos o tres) de instrumentos fiscales. Si una de estas banditas se corta en tres, ya no se paga 70% de impuestos por los cigarrillos vendidos, sino apenas un tercio: 23,33%. Si se falsifica no se paga nada.

Por otra parte, investigaciones de AFIP habían detectado una modalidad que suena increíble pero es real: fábricas portátiles de cigarrillos, del tamaño de containers, que se trasladaban de un lado a otro del Sur del Gran Buenos Aires. Para ello, Tomeo contaba con una protección de seguridad doble.

Por un lado, el comisario mayor Aníbal Degastaldi, separado de la DDI de Quilmes en 2001. Y además el “Gordo” Miguel Selles, que fue jefe de Operaciones Especiales de la SIDE (hoy AFI). Con esta doble protección, mover fábricas portátiles del tamaño de containers, llamativas solo por su tamaño, se volvió una tarea fácil.  

Por otro lado, la forma de detectar las diferencias entre cigarrillos fabricados y declarados, es ver cuántos filtros (la parte inferior del producto, que en la jerga se llama “filtrona”) se importaron, ya que no se fabrican en la Argentina; o detectar si entraron de contrabando.

Con estos tres mecanismos –instrumentos fiscales, fábricas portátiles y filtronas-, y una protección política desde 2002, la parte de la fortuna que el juez Villena le encontró a Tomeo podría ser sólo la punta del iceberg.

También se habla de un hotel en San Bernardo, y una lujosa residencia en Cariló –cuesta alrededor de u$s 3 millones- para disfrutar del verano argentino. Mientras que, en el verano europeo, Tomeo disfrutaría de su residencia, un hotel y un barco en la lujosa Marbella, uno de los destinos más codiciados de la zona conocida como la “Costa del Sol” española, donde en verano es casi imposible ver nubes o lluvia.

Marbella, además, tiene un microclima de baja humedad por los cerros que la rodean, e incluye entre sus balnearios a Puerto Banús, donde los árabes millonarios pasean sus lujos por la Plaza Antonio Banderas o la avenida Julio Iglesias.

Allí, según cuentan, Tomeo suele estar en compañía de Gabriela Karina Petrone Ricciardi. Con ella, de acuerdo a un informe de la AFIP del 2014, está casado. Petrone está por cumplir 44 años, ya que nació el 11 de junio de 1973, y es una figura clave en el entramado de sociedades de Tomeo.

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