La hoguera argentina ante otro fracaso del FMI
Por Marco Esdras
Argentina celebró en 2018 y 2025 acuerdos con el FMI: ambos impagables y cuya legitimidad debe ser fuertemente cuestionada. El primero fue bajo la modalidad Stand By por Usd. 50.000 millones y luego ampliado a Usd. 57.100 millones. En aquel momento, el presidente del BCRA era Federico Sturzenegger. El segundo que es el programa vigente, es por Usd. 20.000 millones y tuvo ya desembolsos por Usd. 14.000 millones. El común denominador es la puesta en funcionamiento de bandas cambiarias que, en ambos casos, terminaron fracasando y la estabilidad del peso argentino se vio y se está viendo sumamente comprometida.
La capacidad de repago en sendos casos era de imposible cumplimiento. Como agravante, esa miríada de dólares fue destinada a la Formación de Activos Externos. La teoría indica que el Organismo con sede en Washington tiene un menú de programas para "ayudar" a países con crisis en su balanza de pagos. En los hechos, con la convalidación en el programa de los déficits en Cuenta Corriente y con una tasa de interés muy por encima de la de crecimiento del PBI, los programas terminan siendo inflacionarios y recesivos. Lejos de constituirse en una solución adicionan graves problemas: desempleo y distorsiones en la distribución del ingreso con un sesgo recesivo.
Lo que otrora celebró el presidente Macri y el ministro Caputo ahora acaba de repetir, otro dantesco endeudamiento con el FMI, da lugar a planteos y presentaciones legales puesto que el Organismo Multilateral de modo discrecional ha vulnerado su propio estatuto con el volumen de asistencia financieras que ha otorgado a Argentina ascendiendo su exposición por encima del 1.200 % de su cuota como estado miembro.
Desde lo macroeconómico ahora habrá que ver cómo queda definido el tipo de cambio y los precios relativos. Preocupa el impacto inflacionario. Al respecto, si el dólar flotara libremente y experimentara una sobrerreacción de corto plazo del orden del 40 % proyecciones econométricas dan cuenta que la inflación pasaría a estar en el 5 % mensual.
Si uno analiza el cuerpo entero del programa vigente, se encuentra con un informe lapidario firmado por el SPR (Strategy, Policy, and Review). Este apéndice constitutivo del Staff Level Agreement fue dado a conocer en la misma fecha en que se aprobó el Extended Fund Facility (EFF) por Usd. 20.000 millones. Este departamento del propio Organismo advertía el altísimo riesgo del programa argentino que se acababa de sancionar en el seno del Board.
En términos llanos, sendas operaciones de crédito, el Stand By de 2018 y el EFF de 2025 fueron concebidos con fines estrictamente geopolíticos. El Tesoro de EE. UU está dispuesto a oblar una suma mayor a la que el FMI dispensa a la reconstrucción de Ucrania solamente con un solo fin: asegurarse un bastión en el Cono Sur. Esto significo luchar a favor de Mauricio Macri en 2018 y hoy auspiciar la fortaleza libertaria en los comicios de medio termino.
El desfile de burócratas intervinientes resulta indiferente: Lagarde, Giorgieva o el que venga. Deben acometer un libreto, ejecutar una partitura cuyo autor es el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La ciudadanía argentina vive de ajuste en ajuste y solo determinadas clases privilegiadas hacen diferencias con esta recurrente reedición de ciclos, que se explica en esta nota publicada en Minuto de Cierre.
Ahora bien, uno podría plantearse hasta donde los EE. UU están dispuestos a "malcriar" a los argentinos. Y la respuesta es que no hay límites. Sobre todo, en un contexto de los albores de un evento bélico con Venezuela e informes que dan cuenta sobre la existencia de movimientos desestabilizadores en países del Pacto Andino. Dicho esto, es asequible que el propio Tesoro de los EE. UU cumpla la palabra de su titular, Scott Bessent, y proceda a habilitar una línea contingente a través del llamado Fondo de Estabilización Cambiaria (materia que se está discutiendo al cierre de edición). Parte de la suerte que corra el acceso a este procedimiento de excepción estará influenciado por los resultados electorales de los comicios de medio término cuyo desenlace será determinante.
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