27 de Agosto de 2025 - 15:08

Milei exorciza al Banco Central y toma el timón de la política monetaria

En Wall Street en la jornada de la víspera se empezaron a negociar (NDF) “Non Deilverable Forward”, una especie de dólar futuro por encima de los $ 1.700 (OTC) “Over the Counter” con vencimiento a fin de diciembre de 2025. Este fenómeno eclipsó a operadores y algunos llegan a aventurar una prima de riesgo país en 1000 si La Libertad Avanza no gana en los comicios de la Provincia de Buenos Aires. 

Por Marco Esdras

Un presidente, economista profesional que busca mantenerse ileso frente al vendaval de escándalos políticos. Una batalla monetaria que encarna y elige protagonizarla de manera contundente. Se le quemaron los libretos a Caputo y mandó a Daza a declarar en contra del plan de Mauricio Macri. “Resulta que a José Luis no le gusta el papel que le tocó jugar en Wall Street prometiendo resultados que nunca llegaron”, deslizó un excolaborador del chileno de un bufete de la calla Liberty. Lo mandaron como punta de lanza a dar una batalla en la que nunca debió haber entrado”, completó el financista. Mientras tanto, Francos hace el “fronting” frente a la Cámara de Diputados. 

La abrupta interrupción del programa monetario. Hace 2 meses el Tesoro colocaba Bontes 2030 en pesos a integrarse en dólares y el FMI lo celebró como el regreso de Argentina al mercado internacional de deuda voluntaria. Mientras tanto, en estos días el Gobierno tiene que obligar a los bancos a renovar deuda vía suba de encajes. 

¿Es más inflacionario financiar el déficit con emisión monetaria o con emisión de deuda? Todo surgirá de confrontar la tasa de crecimiento del PBI real con la tasa en que se está endeudando el país. De ahí el análisis de la sostenibilidad de la deuda externa tan cuestionada por el departamento de SPR del FMI. 

El déficit de la Cuenta Corriente que siempre ha sido subestimado. En el programa con el FMI se proyectó del orden del 1,7 % para 2025 y un superávit del 1 % para 2026. Nuevamente se refleja la desidia y hasta la complicidad del Organismo con la formación del plan de estabilización del Gobierno. 

El descontrol de la tasa de interés generado a raíz del fin de la Lefis que llevó los tipos desde el 29% al 70 %. Los bancos presentaron malos balances y sus accionistas se empezaron a desprender de algunos papeles. 

La erosión de confianza hacia el gobierno de Javier Milei ha encendido las luces rojas en los inversores. Se aplazan decisiones y el shock de optimismo deberá materializarse con resultados concretos. Las expectativas resultan insuficientes para los mercados. 

La dependencia de la Cuenta Capital vía endeudamiento. Ni una asistencia más que generosa del FMI bastó para reducir la prima de riesgo país ni para reanudar la aparición de Argentina en el mercado voluntario de capitales.

Un sistema de bandas cambiarias que no se entiende y que el mercado parece “haber tomado la mano”. Hoy hasta quedaron escuetas las bandas originales diseñadas en el intervalo de $ 1.400 a $ 1.700. “Pricear al dólar en $ 2.000 no luce una utopía. El superávit presupuestario nunca fue una panacea. El problema crónico y estructural en Argentina ha sido siempre el externo”, detallaba un exfuncionario del Mercado de Capitales. 

Una crisis política que compromete la imagen del gobierno. El caso libra y los audios del terror hoy direccionan el caudal político de Javier Milei. 

Los futuros de caución bursátil a 1 día, la vedette del caos de la plaza cambiaria. Un invento que empezó a regular esta semana la CNV. Se efectiviza un control precautorio de las cauciones tomadoras y los pases pasivos lucen como un salvavidas a la gestión de liquidez tal como acontecía en la época de intervención del BCRA durante el Efecto Vodka en 1998 generado por el default declarado por la Federación Rusa. 

Y aún falta liberar el cepo a las empresas. Con lo cual, el panorama es sumamente crítico. El termómetro de la confianza se empantanó en zonas de valores negativos. Y la parálisis económica y política que hoy asesta al Gobierno es caldo de cultivo para movimientos disruptivos. 

Evidentemente la economía nunca funcionó pues de otro modo, la hecatombe de eventuales actos de corrupción no hubiera generado daños tan severos. Los cánticos y saltos grandilocuentes del equipo económico al cerrarse el programa con el FMI hoy se han devenido en un cuestionamiento respecto la continuidad de más de un funcionario. 

Mientras se aguarda el resultado de la licitación de bonos del Tesoro en una rueda donde la presión sobre el dólar mayorista no afloja. 

 
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