La Aduana busca orden de gestión, pero también político: vetaron a Cordiglia y Di Giannantonio para dos puestos clave
El director general de Aduanas, Andrés Velis, corrige y modifica todo lo que considera necesario. El número 1 de ARCA, Juan Pazo, hace sugerencias y lo apoya. El desafío de reordenar el organismo con funcionarios de pocos o nulos antecedentes polémicos, y sin vínculos estrechos con gobiernos anteriores. Los antecedentes que ningún funcionario clave puede pasar en la "prueba ácida".
Otra vez, dos aduaneros que habían puesto hasta la foto de la familia en su escritorio, tuvieron que levantar todo e irse silbando bajito. “Hoy lo vieron a Chucky abandonando todo con su mochila al hombro”, cuenta un habitante permanente del segundo piso de la Aduana, donde están la dirección y subdirecciones. La imagen es más metafórica que documental, pero hace referencia al segundo desplazamiento, en menos de dos semanas, de Claudio Di Giannantonio.
El martes 29 de julio, a través de la Disposición 172, el director ejecutivo de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Alberto Pazo, determinó -y firmó en soledad- “dejar sin efecto la Disposición 164”, que había nombrado a Di Giannantonio como subdirector del área Metropolitana, que incluye los nodos clave del comercio exterior argentino: el Puerto de Buenos Aires, Aeropuerto Internacional de Ezeiza, depósitos fiscales, entre otros.
Como anticipó Minuto de Cierre, a “Chucky” Di Giannantonio también le cerraron la puerta en la lista oficialista -finalmente triunfadora en las elecciones- del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina, SUPARA, (https://www.minutodecierre.com/nota/2025-6-5-9-32-0-la-aduana-y-el-sindicato-vetan-a-chucky-como-una-senal-de-transparencia-para-los-nuevos-tiempos), buscando un aire de prolijidad. El dato era fuerte, considerando que Di Giannantonio fue un dirigente importante dentro del gremio.
Además de eso, generó ruido en la Dirección General Impositiva (DGI) la cercanía -para algunos sociedad- de "Chucky" con el despachante Juan Pablo Damonte y el depósito fiscal Montalván. Mientras Aduana y DGI buscan permanentemente trabajar en conjunto, los mismos importadores que hoy están bajo la lupa de la DGI, se mueven en este depósito, con ese despachante y las visitas del aduanero mencionado, a sus anchas. Además, frente a las fiscalizaciones en curso, amenazan con incrementar algunos precios generando inflación.
Por otra parte, hoy se confirmó otra vuelta atrás con un nombramiento, que por ahora no estaba confirmado, ni lo estará: el de Pablo Cordiglia como jefe del Puerto de Buenos Aires. Como detalló Minuto de Cierre en 2018 (https://www.minutodecierre.com/nota/2018-5-30-16-13-0-pablo-cordiglia-el-aduanero-que-no-vio-944-kilos-de-cocaina-en-el-avion-de-los-julia-ahora-es-responsable-de-los-pollos-podridos-de-cresta-roja), Cordiglia acumulaba dos fallos de gestión muy groseros. En 2011 se le escapó un vuelo privado con casi 1.000 kilos de cocaína rumbo a España, el famoso “avión de los Juliá”. Mientras que en 2018 envió pollos mal refrigerados de Cresta Roja a un depósito fiscal de Quilmes, donde terminaron pudriéndose y generando un enorme costo y logística para su destrucción.
En este momento geopolítico, de alineamiento pleno con Estados Unidos, la Argentina no puede tener en un lugar clave de la Aduana al ex jefe de Resguardo del Aeropuerto de Ezeiza que no detectó 944 kilos de cocaína en un avión. Ni un ladrillo, ni algunos kilos, casi una tonelada. Más aún, tras el caso del courier RSI, a través del cual se recibió hachís proveniente de Estados Unidos con destino a Europa. Un caso que destapó Minuto de Cierre en exclusiva (https://www.minutodecierre.com/nota/2025-5-13-12-2-0-la-aduana-detecto-casi-130-kilos-de-hachis-provenientes-de-estados-unidos-a-traves-del-courier-rsi-la-causa-esta-a-cargo-del-juez-penal-economico-alejandro-cattania).
Tanto en el caso de “Chucky”, como en el de Cordiglia, operan varios factores. Uno de ellos es la búsqueda en Google, el cual arroja notas de Minuto de Cierre que a esta altura parece el “Veraz” de la Aduana. El otro, es que Velis viene avisando desde hace tiempo que le falta personal de experiencia para cubrir ciertos cargos, por lo cual ciertos nombramientos se hacen a sabiendas que deben pasar la “prueba ácida” de PASO. El tercero, es que algunos aduaneros logran que lo reciban en la Casa Rosada, realizan promesas incumplibles y se les abre una pequeña ventana, pero finalmente queda claro que no pueden cumplirlas. El cuarto factor, una atrapante novela que recién comienza, es el político, con el nombre de un ex director de Aduanas como figura clave.
Orden administrativo, pero también político
Esta semana, también con la firma de Pazo, se estableció el “orden de reemplazos de la Dirección General de Aduanas”. Es decir, quiénes firman y deciden en ausencia de Velis, que justamente está en una importante misión en los Estados Unidos. El primero en ese orden es el sudirector general de Control, Diego Figueroa; luego el de Operaciones Aduaneras Metropolitanas, Diego Liberatore; después la titular de Técnica Legal, María Carolina Caironi Corral; y por último el de Interior, Horacio Alassia, el único sobreviviente en la razzia de “coroneles”, como se llama en la jerga a los subdirectores.
En cuanto al orden político, tanto Di Giannontonio en el pasado, como Cordiglia hace pocos días, mostraron evidentes lazos con el ex director de Aduanas, y hombre fuerte del peronismo enterriano, Guillermo Michel. “Chucky” se salvó, en 2022, de un exhorto judicial porque la respuesta de la Aduana al juez fue que no había nadie con ese nombre: el exhorto puso una sola n en cada caso, olvidándose de la típica regla de doble consonante en apellidos italianos. En la Aduana también se olvidaron, y el entonces director del Puerto de Buenos Aires se libró de cualquier problema judicial por un error -intencional o no- administrativo.
Cordiglia fue más contemporáneo y evidente. En su recorrida de campaña para la Lista Celeste, que consagró secretario general del gremio a Marcelo Mallotti, Cordiglia se mostró en Estación Marítima Buenos Aires (EMBA) junto a Ianina Michel, la hermana de Guillermo, con foto y posteo en Instagram incluidos. En realidad, tanto Cordiglia como Di Giannantonio siempre jugaron para ellos, más que para un signo político, pero es un momento sensible, con elecciones próximas.
“En tres meses se quedó con el peronismo de Entre Ríos y el gremio, además de haberse cargado al senador Edgardo Kueider”, analiza un miembro del Gobierno, en relación a Guillermo Michel. Aunque peca de cierta exageración y licencia poética. Es cierto que el hombre Gualeguaychú será primer candidato a diputado nacional, y hoy lidera el Partido Justicialista de su provincia, pero no emergen figuras más atractivas. En cuando al gremio, su hermana será secretaria de Relaciones Institucionales, dentro de un equipo que se conoce hace mucho.
Cuando se lo consulta, Michel desestima de plano estas consideraciones. “Fue un gran aprendizaje haber liderado la Aduana y formar parte de la (antigua) AFIP, pero ahora estoy dedicado de pleno a la política”, suele apuntar. En ese ejercicio de falsa modestia, manifiesta desinterés por volver a manejar -aunque sea por interpósita persona- la Aduana. Pero en el mileismo no le creen, ni olvidan su capacidad para establecer vínculos con los tres poderes del Estado, especialmente con el Judicial.
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