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El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, confirmó este lunes el fin de las hostilidades con Israel tras casi dos semanas de enfrentamientos. La noticia fue difundida por la agencia estatal IRNA, donde el mandatario subrayó que se logró una tregua luego de lo que describió como una "heroica resistencia" por parte del pueblo iraní.

“Tras la heroica resistencia de nuestra gran Nación, asistimos al establecimiento de una tregua y al fin de esta guerra impuesta”, sostuvo Pezeshkian en su mensaje oficial, en el que también calificó al gobierno israelí como un “enemigo terrorista”.

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Durante su declaración, el presidente iraní remarcó que la ofensiva no fue iniciada por su país, sino por Israel. En esa línea, explicó que la reacción de Irán fue una consecuencia directa del accionar del gobierno israelí. “La respuesta fue determinada por la voluntad y la autoridad de la gran nación iraní”, afirmó el mandatario, reforzando el tono nacionalista y de resistencia frente a lo que describió como una agresión externa.

Celebraciones en Teherán tras el anuncio de la tregua

Tras el anuncio del fin de los combates y la implementación del alto el fuego, se registraron festejos en distintos puntos de la capital iraní. Según medios locales, miles de ciudadanos salieron a las calles de Teherán para celebrar lo que consideran una victoria tanto militar como simbólica frente al Estado de Israel.

Desde la perspectiva del gobierno iraní, el acuerdo de tregua representa no solo un freno a la escalada bélica, sino también una muestra de fortaleza política y militar. “La voluntad de la nación ha prevalecido”, es el mensaje que buscan instalar desde los canales oficiales, reforzando la narrativa de una resistencia exitosa frente a una potencia extranjera.

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El enfrentamiento entre ambos países se prolongó por 12 días, en un contexto de alta tensión regional y advertencias de distintas potencias internacionales para evitar una escalada mayor. Aunque los detalles de la tregua no fueron difundidos públicamente, el anuncio de Pezeshkian sugiere que, por el momento, se logró desactivar el conflicto abierto.

La retórica utilizada por el presidente iraní apunta a consolidar el apoyo interno y mostrar firmeza frente al adversario. El uso de términos como “enemigo terrorista” para referirse al gobierno de Israel marca el tono confrontativo con el que Irán busca posicionarse en el tablero geopolítico de Medio Oriente.