26 de Diciembre de 2025 - 10:30

El Senado define el Presupuesto 2026: números clave y el debate por los artículos 30 y 12

El Senado de la Nación trata este viernes desde las 12 el proyecto de Presupuesto 2026, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. La iniciativa del Gobierno fija el rumbo económico para el próximo año, con un esquema de gastos totales por $148 billones, un superávit primario del 1,2% del PBI, una inflación proyectada del 10,1%, un dólar a $1423 para diciembre de 2026 y un crecimiento del 5% del Producto Bruto Interno.

La expectativa en el Congreso está puesta en si La Libertad Avanza logrará reunir los votos necesarios para convertir en ley el proyecto sin cambios o si prosperarán las objeciones de la oposición, en especial de Unión por la Patria (UxP), que rechaza el artículo 30. En caso de introducirse modificaciones, el texto deberá volver a Diputados para una nueva revisión.

En un escenario de negociaciones intensas, el oficialismo busca cerrar acuerdos para sancionar una norma que considera central para la estabilidad fiscal, mientras que los bloques opositores advierten sobre el impacto de algunos recortes y derogaciones incluidas en el articulado.

Los números centrales del Presupuesto 2026 que debatirá el Senado

El proyecto de Presupuesto 2026 que llega al recinto de la Cámara alta traza las principales variables macroeconómicas y define la asignación de recursos para el próximo ejercicio. Entre los puntos más relevantes, el texto aprobado en Diputados establece:

  • Un crecimiento económico del 5% del PBI para 2026.

  • Una inflación anual del 10,1%.

  • Un tipo de cambio oficial de $1423 para finales de diciembre del año próximo.

  • Un superávit primario del 1,5% del PBI y un resultado financiero positivo del 0,2%.

  • Un incremento de las exportaciones del 10,6% hacia el cierre de 2026.

  • Una asignación de $4,8 billones para las universidades nacionales.

  • Un aumento del gasto en jubilaciones del 5%, en Salud del 17% y en Educación del 8%.

En términos globales, el Presupuesto prevé gastos totales por $148 billones, con el objetivo de sostener el equilibrio fiscal y consolidar el superávit como uno de los ejes de la política económica.

Desde el oficialismo destacan que las proyecciones buscan dar previsibilidad a la economía y apuntalar la recuperación, mientras que desde la oposición ponen el foco en la consistencia de las metas y en el impacto que tendrán los recortes en áreas sensibles.

El debate en el Senado no solo girará en torno a las cifras, sino también sobre el marco normativo que acompaña al esquema de ingresos y gastos, donde aparecen los artículos más controvertidos del proyecto.

Artículo 30 y artículo 12: el foco de la discusión en el Presupuesto 2026

Uno de los principales puntos de conflicto es el artículo 30 del Presupuesto 2026, que propone derogar normas que establecen pisos obligatorios de financiamiento en áreas como educación, ciencia y tecnología y defensa. Este apartado fue rechazado por Unión por la Patria, que advierte sobre el impacto que podría tener en sectores estratégicos.

En concreto, el texto elimina la meta de inversión del 6% del PBI en educación, reduce fondos destinados a la educación técnica y avanza sobre partidas vinculadas al sistema científico, contempladas en la Ley de Educación Nacional y en la Ley de Financiamiento Educativo.

Además, deroga tres disposiciones de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que fijaban un aumento progresivo del presupuesto hasta alcanzar en 2032 el 1% del PBI destinado al área.

El artículo también deja sin efecto el artículo 52 de la Ley de Educación Técnico Profesional, que garantizaba el financiamiento del Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional (FONETP) con un piso del 0,2% de los Ingresos Corrientes del Presupuesto Nacional.

En la misma línea, elimina el inciso 1 del artículo 4 de la Ley del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), que establecía un financiamiento equivalente al 0,35% de los Ingresos Corrientes. El proyecto dispone que todas estas derogaciones entren en vigencia a partir del ejercicio fiscal 2026.

Otro artículo que genera fuertes cuestionamientos es el artículo 12, vinculado al financiamiento de las universidades nacionales. Ese punto fija los fondos para cubrir los gastos de funcionamiento, inversión y programas especiales de las casas de altos estudios, pero introduce nuevas exigencias de control.

Según el texto, las universidades deberán presentar “la información necesaria para asignar, ejecutar y evaluar los recursos que se les transfieren por todo concepto” ante la Subsecretaría de Políticas Universitarias. A partir de ese requisito, el Gobierno quedará habilitado a “interrumpir las transferencias de fondos en casos de incumplimiento en el envío de dicha información en tiempo y forma”.

Desde los bloques opositores sostienen que esta cláusula podría afectar la autonomía universitaria y condicionar el normal funcionamiento de las instituciones, mientras que el oficialismo argumenta que se trata de un mecanismo para reforzar la transparencia en el uso de los recursos públicos.

Con este panorama, el tratamiento del Presupuesto 2026 en el Senado aparece como una instancia clave para el futuro inmediato de la política económica. Si La Libertad Avanza logra reunir las mayorías necesarias, el Gobierno obtendrá una herramienta central para avanzar con su programa fiscal. En cambio, si se imponen cambios impulsados por la oposición, el proyecto deberá regresar a Diputados, prolongando una discusión que mantiene en vilo al Congreso.

La sesión de este viernes será, así, determinante no solo para definir las cuentas del Estado en 2026, sino también para medir el equilibrio de fuerzas en la Cámara alta y la capacidad del oficialismo para construir consensos en un tema tan sensible como el Presupuesto nacional.

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