10 de Mayo de 2019 - 08:50

Bencen Construcciones, factura millones para Ciudad

El gasto público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es una gran Caja de Pandora. Un ejemplo de esto es Bencen Construcciones S.R.L.: tuvo un gran crecimiento los últimos dos años, fue mudando su domicilio desde Caballito al coqueto barrio La Lucila (Vicente López), y tiene un gerente general que gana apenas 30.000 pesos de sueldo. Sospechan que detrás de su crecimiento están Oscar “El Gitano” Remorino; el abogado Jaime Pereyra Iraola; la secretaria de Infraestructura Urbana de la Nación, Marina Klemensiewicz; y Diego Fernández, cuñado de Felipe Miguel, el jefe de Gobierno de la Capital. ¿Prepara el desembarco en Provincia de Buenos Aires?

A contramano del país, Bencen Construcciones es una empresa que en los últimos años creció de formal exponencial, gracias a la generosa caja de la obra pública porteña. Nació en agosto de 2012 con un capital de apenas 12.000 pesos (el mínimo obligatorio), domicilio en Caballito (Rivadavia 5126, piso 12, departamento 8) y dos socios gerentes: Juan Pablo Benavides y Analía Mariel Centonze. El nombre de la empresa junta las tres primeras letras de cada apellido: BenCen. La actividad principal de sus comienzos era de empresa constructora, aunque también podía administrar, alquilar, comercializar y explotar inmuebles urbanos y rurales. 

En el 2017, tras la renuncia de Centonze, Benavides quedó como único gerente. De paso, la firma mudó su domicilio a San Nicolás 4029, ubicado en un barrio de clase media-media y media-alta, Villa Devoto. Y lo más importante para la nueva etapa: amplió su objeto social de solo constructora a todo tipo de Prestación de Servicios. Desde proyectos, obras privadas y públicas de infraestructura; hasta redes de agua, cloacales, de pavimentos, de obra y redes de gas domiciliarias, de obra electromecánicas, térmicas, hidráulicas, portuarias, refacción o demolición de las obras enunciadas.

La “nueva” Bencen, quizás preparando la catarata de contratos con el Estado que se le venía, también se anotó en “prestación de servicios de limpieza, conservación, desobstrucción y desincrustación y mantenimiento de redes de cañerías ya sean públicas o privadas”. Y fue por más: “proyectos y trabajos de ingeniería sanitaria, ambiental, y civil”.

“Modificó su objeto social para facturar en rubros en los cuales no tiene ninguna experiencia”, sintetiza un funcionario que vio cómo iba perdiendo contratos a manos de flamante estrella de obra pública en villas de emergencia. “Justo su ascenso coincidió con la salida de escena de Oscar “El Gitano” Remorino tras la investigación que le abrió la Unidad de Información Financiera (UIF)”, agregó. 

Entre fines de 2018 y este año, según información exclusiva a la cual accedió Minuto de Cierre, Bencen Construcciones ganó los siguientes contratos: 

-Recolección de residuos áridos en la Villa 31: entre noviembre y diciembre del año pasado, factura de casi $ 880.000. El mimos servicio, los meses anteriores, por más de $ 463.000. 

-Por el mismo servicio, en distintas épocas, facturas de $ 439.501 y $ 1.668.261, 

-Mantenimiento de red de luminaria pública entre el 11 de noviembre y el 12 de diciembre del 2018, por $ 851.440,42. Por el mismo servicio, en otros períodos, facturas de $ 1.622.989, $ 444.989, $ 532.142, $ 917.554.

-Además sumó el mantenimiento de espacios comunes y edificios del barrio (Villa 31) por $ 613.184, y otro contrato similar por $ 1.624.410.

Como todas las obras fueron realizadas y cobradas en la Villa 31, tras la “salida” que la investigación de la UIF le provocó a “El Gitano” Remorino, la sospecha es que Bencen ahora actúa como una especie de empresa testaferro del mismo. Un dato que cimenta esa teoría es que el gerente de la misma, Juan Pablo Benavides, registró en todos los meses de 2018 un sueldo de $ 30.000. Benavides, que en teoría maneja la empresa, no se habría aplicado a sí mismo ninguna actualización salarial.

Remorino no está solo

En 2019 la empresa no sólo modificó su objeto nuevamente, volviéndose más abarcativo, sino que siguió con su ascenso social en cuanto a domicilio: ahora lo declara en Salta 3534 del coqueto barrio ABC1 La Lucila, que pertenece a Vicente López. Una locación que no pega con Remorino ni con Benavides. 

Remorino supo vivir y levantar un corralón de materiales en la Villa 31, pero ya levantó vuelo del barrio, hasta literalmente, pues se compró un avión privado. “El Gitano creció bajo el ala protectora de (Diego) Santilli, hasta que no alcanzó con ello”, apuntan varias fuentes. 

Ese momento fue luego que su prosperidad, atada a la empresa CEMACO, comience a ser objeto de una investigación de la UIF, develada en marzo de 2018. Entre otras delicias, el organismo Antilavado detectó un crecimiento patrimonial de 1.700% en cuatro años, $ 51 millones de facturación entre 2012 y 2016, con retiros de efectivo en el mismo período por $ 18 millones, sin aplicación aparente, y hasta la compra de un campo yerbatero en Misiones. De modo lapidario, el informe de la UIF concluyó que “sus acreditaciones bancarias entre 2012-2014 no se condicen con las ventas”, y que “los gastos operativos de CEMACO superaron copiosamente los gastos inherentes al negocio”. 

Por ello, cuando la mala estrella de “El Gitano” Remorino coincidió con el crecimiento exponencial de Bencen Construcciones, algunos actores que conocen el negocio empezaron a ver coincidencias. Habrá que ver si la UIF toma cartas en el asunto.

En la telaraña kafkiana de despachos porteños, se lo vio pidiendo por Bencen a Jaime Pereyra Iraola, un abogado que trabaja para la secretaria de Infraestructura Urbana de la Nación, Marina Klemensiewicz. Esta funcionario es resistida por su jefe directo, el ministro Rogelio Frigerio, pero su condición de histórica del PRO, y ser la ex esposa (aunque de muy buena relación) del vocero presidencial, Iván Pavlovsky, son suficientes contrapesos al hombre de apellido desarrollista. 

También se cree que Bencen tiene buenos vínculos con Diego Fernández, el cuñado de nada menos que Felipe Miguel, jefe de Gabinete de Ministros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El mismo cargo que tenía Horacio Rodríguez Larreta cuando la máxima autoridad porteña era Mauricio Macri.

En la lógica de tomar toda la obra pública porteña, con una misma fuerza política que gobierna las tres grandes “cajas” (Nación, Ciudad, Provincia), Bencen Construcciones fue por más y ya está anotada en el Listado de Empresas Constructoras de la Provincia de Buenos Aires. Donde también hay villas y presupuesto para mejorarlas. 

 

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