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La continuidad de Jorge Lemus como ministro de Salud pende de un hilo tras el brote del zika, que lleva 44 casos durante embarazo confirmados en el año, el último de un bebé de Tucumán que murió al nacer.

La tragedia encendió las alarmas en el Gobierno al inicio del verano, cuando más gente viaja a Brasil, la zona más afectada por el virus. De hecho, especialistas ya están advirtiendo que el Dengue este verano también podría golpear con una fuerza inusual.

Los planes de prevención son la clave para combatirlo, porque una de la claves es descacharrar los hogares, tarea que sólo es posible con la colaboración de la ciudadanía y a esta altura se ven como una falla gravísima del Gobierno haberse pasado casi la primera mitad del año sin lanzar campañas y acciones preventivas reales para un problema que ya se sabía iba a estallar con el calor.

El más ofuscado por la inacción de Lemus es Gustavo Lopetegui, coordinador de Gabinete y con la misión de supervisar el Ministerio de Salud, un rol que Macri no quiso darle a Mario Quintana por su paso por Farmacity. Lopetegui empezó a sondear un reemplazante y uno de los primeros que llamó es a Carlos Kambourian, secretario de Salud de Pilar, donde realizó una campaña de prevención de dengue y zika.

María Eugenia Vidal acusó recibo de esa falencia y empezó a buscar sustituto para su ministra Zulma Ortiz, protegida por Quintana. Pensó en Ismael Passaglia, intendente de San Nicolás, ex ministro de Salud con Felipe Solá y en sintonía reciente con Cambiemos.

El problema con Passaglia surge de contrataciones cuestionadas durante su gestión en salud durante la gestión de Felipe Solá. “Le gustaban los negocios, pero el manos como ministro era eficiente”, recuerdan en el peronismo.