Argentina y Chile lideran la tokenización minera con foco en el litio y el oro
Blockchain, minería y criptofinanzas: cómo la tokenización redefine la inversión en recursos naturales en América Latina
El avance del mercado cripto está generando una transformación profunda en el financiamiento de proyectos estratégicos. En este nuevo escenario, el sector minero —especialmente los proyectos vinculados al oro y al litio— se está convirtiendo en un objetivo prioritario para los operadores globales de activos digitales. También se suman iniciativas en el ámbito de los hidrocarburos.
Durante décadas, las compañías mineras recurrieron a los mercados bursátiles tradicionales, como los de Canadá y Australia, para obtener capital. Estas plazas han sido clave para movilizar miles de millones de dólares destinados a la exploración y explotación de recursos naturales. Sin embargo, una tendencia emergente comienza a disputarle protagonismo a estos mecanismos tradicionales: la financiación a través de security tokens, una modalidad que se inscribe dentro de lo que se conoce como finanzas descentralizadas (DeFi).
Litio tokenizado: Argentina y Chile como casos emblemáticos
En América Latina, Argentina y Chile se están posicionando como referentes en esta transición hacia la tokenización de activos reales. Según consigna el sitio Último cable, así lo confirmó la Fundación Minera Argentina, que informó haber coordinado múltiples encuentros entre compañías multinacionales del litio y firmas especializadas como Spain41 y Crialys.
La facilidad que encuentra este sector es el hecho de poseer auténticas garantías en sus reservas bajo tierra como ser el ejemplo de la Argentina LITARSA cuya exploración dio como resultado reservas inferidas por 250.000 toneladas de litio.
Tokenización: nuevo paradigma de inversión global
Marcelo Finkelberg, CEO de Spain41, compañía dedicada a la tokenización de activos reales, explicó el alcance de este cambio en el modelo de inversión:
“Estamos frente a un cambio de paradigma estructural en la forma en que se financian y se comercializan los activos reales. La tokenización no solo está revolucionando el acceso a proyectos mineros y energéticos, sino que también está transformando sectores como el inmobiliario, donde ya observamos una fuerte tendencia a la fragmentación digital de propiedades para hacerlas líquidas, fraccionadas y accesibles a inversores globales”.
Según datos de la compañía, en 2025 el volumen de activos inmobiliarios tokenizados supera los USD 320 millones, con estimaciones que proyectan un mercado de más de USD 1.400 millones para 2027 y hasta USD 5.200 millones para 2030. Finkelberg sostiene que en el terreno de los commodities, como el oro, el litio y el petróleo, están comenzando a ser representados mediante tokens certificados, lo que permite fondeo ágil, trading transparente y una trazabilidad sin precedentes.
El empresario anticipa que:
“En este segmento, se espera que la tokenización de recursos naturales y materias primas supere los USD 16.000 millones hacia 2030, impulsada por la demanda de proyectos sostenibles y la digitalización de los mercados de capital. Todo indica que el futuro de la inversión en recursos naturales y bienes raíces estará estrechamente ligado a la tecnología blockchain y la economía tokenizada”.
Financiamiento productivo 4.0: un nuevo rol para el inversor
Este modelo emergente no solo democratiza el acceso al capital, sino que redefine el rol del inversor, quien ya no necesita integrarse a estructuras financieras tradicionales para participar de activos tangibles con alto valor estratégico.
La combinación entre reservas certificadas, trazabilidad vía blockchain y mercados financieros globales permite proyectar una nueva era para América Latina, en la que Argentina y Chile se consolidan como polos clave del ecosistema cripto-real.
Un ecosistema en expansión: regulación, plataformas y madurez del inversor
La evolución del marco regulatorio, el crecimiento de las plataformas de emisión y la maduración del inversor digital consolidan un escenario donde los activos reales comienzan a circular con la misma fluidez que los digitales. Y en ese camino, la tokenización ya no es una promesa: es una realidad en expansión que está transformando el corazón mismo del financiamiento productivo en el siglo XXI.
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