Leve recuperación del consumo de yerba mate
En el primer cuatrimestre salieron de los molinos 91.426.586 kilos de yerba mate elaborada, un 15% más que en el mismo período de 2024.
La caída de los precios de la hoja verde de yerba mate hicieron que en el primer cuatrimestre ingresaran al proceso de industrialización 94.329.413 kilos menos que en el mismo período del año pasado. Esa cifra equivale a casi el 10 por ciento de lo cosechado en todo 2024, cuando hubo un récord de materia prima.
Según los datos estadísticos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), es el cuarto peor inicio de la zafra en la última década, con la particularidad que las dos peores fueron 2022 y 2023, marcadas por una histórica sequía en toda la región. Si se comparan sólo los meses de abril de 2024 y 2025, la caída en la producción ronda el 20% interanual.
La desregulación de la economía yerbatera de fines de 2023 tuvo un efecto devastador y este año, como nunca, comenzaron a sentirse los efectos de una decisión económica que impactó en la línea de flotación de una actividad que involucra a más de 13.000 productores, en su mayoría pequeños.
En el primer cuatrimestre se cosecharon 173.967.959 kilos de yerba mate, muy lejos de los 268.297.370 kilos del mismo período de 2024. Si hubieran ingresado a los secaderos esos 94.329.413 kilos de hoja verde que quedaron en los yerbatales por los malos precios, a la economía regional se habrían volcado 23.582.325.750 millones de pesos tomando como referencia un precio promedio de 250 pesos por kilo de materia prima.
Esta caída en la zafra hizo también que los tareferos, que son los encargados de la cosecha manual de la yerba, dejaran de percibir casi 5.000 millones de pesos por su tarea, generando una migración de la mano de obra hacia Brasil.
Para encontrar un inicio de año tan malo para los yerbateros, quitando los dos años de la sequía histórica, hay que remontarse a 2017, cuando se reportó la cosecha de 144.542.414 kilos de hoja verde. Con un dato no menor: la superficie total de yerbatales era mucho menor a la actual.
Las buenas noticias para el sector llegan desde el mercado interno. En el primer cuatrimestre salieron de los molinos 91.426.586 kilos de yerba mate elaborada, lo cual representa 12,3 millones de kilos más. Y supera a las ventas de 2023, año en que las grandes cadenas se stockearon en un acto electoral. En ese período las ventas habían llegado a los 88,6 millones de kilos.
Las exportaciones no registran en lo que va del año incrementos relevantes. En el período enero-abril 2024 habían salido del país 13.890.850 kilos, y ahora fueron 13.922.732 kilos. El aumento es de casi 32.000 kilos.
Mientras la molinería muestra números en verde, la producción primaria sigue en rojo tras el proceso de desregulación que impulsó el Gobierno Nacional a fines de 2023. A través de un decreto se le quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate la potestad de fijar precios en forma semestral.
El directorio del Instituto está conformado por actores de toda la cadena productiva y durante más de dos décadas había logrado marcó el pulso de la actividad, generando una marcada recuperación tras el proceso desregulatorio de los años 90. El INYM nació luego de dos tractorazos, en 2001 y 2002.
El Movimiento Agrario de Misiones expuso en un documento el círculo virtuoso generado por el INYM para la economía yerbatera. Señalaron que entre 2011 y 2023 aumentaron la producción de hoja verde, y la cantidad de productores, secaderos, molinos y molinos fraccionadores en la zona productora (Misiones y norte de Corrientes).
La producción de hoja verde creció más de 10% y el número de productores que comercializaron hoja verde escaló desde 7.360 a 9.942. En ese mismo período, se abrieron 43 nuevos secaderos y cinco nuevos molinos.
En 2011 los argentinos consumieron 248.989 toneladas y doce años después salieron de los molinos hacia las góndolas a 285.430 toneladas. El frente externo también creció en ese período, ya que se pasó de 35.428 toneladas a 39.700 toneladas.
En 2015 la superficie cubierta con yerbatales era de 166.737 hectáreas (145.384 en Misiones) y en 2022 se amplió a 209.276 hectáreas, de las cuales 27.386 están en territorio correntino y 181.890 en territorio misionero. (Fuente: Clarín)
