Pobreza en Argentina 2025: qué revela el último informe de la UCA y por qué la mejora sigue siendo frágil
La pobreza por ingresos en Argentina retrocedió al 31,8% en 2025, una baja significativa después del fuerte impacto inflacionario de los últimos años. Sin embargo, el descenso no implica un cambio estructural profundo: los niveles actuales son similares a los registrados en 2022 y muestran una recuperación parcial.
Los datos surgen del nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), que marca una mejora estadística respecto del 44,7% de pobreza en 2023, aunque advierte que el alivio es limitado y no representa una transformación sostenida en las condiciones de vida.
Por qué bajó la pobreza: estabilización de precios y cambios metodológicos
El documento presentado, titulado Nuevo escenario político-económico: estrés y bienestar en una Argentina en transición, vincula la disminución de la pobreza con la estabilización de precios posterior al ajuste de fines de 2023.
Pero el informe también aclara que la baja del 2025 no puede atribuirse únicamente a una mejora real: una parte del descenso se explica por un cambio metodológico en la medición de ingresos.
La UCA detalla que, con la actualización de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la nueva captura de ingresos tiende a mostrar una caída más pronunciada de la pobreza respecto de 2023, lo que obliga a interpretar los datos con cautela.
Pobreza e indigencia: mejora parcial, sin romper los pisos históricos
Según el Observatorio, el ajuste económico de 2023-2024 generó un deterioro abrupto del bienestar. Tanto la pobreza como la indigencia tocaron niveles que no se observaban desde la pandemia.
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Pobreza en 2023: 44,7%
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Pobreza en 2025: 31,8%
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Indigencia en 2023: 11,2%
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Indigencia en 2025: 6,8%
Pese al descenso, la UCA remarca que la Argentina mantiene un problema estructural: la pobreza no perfora el piso del 25% desde hace dos décadas, incluso en períodos de crecimiento.
El director del Observatorio, Agustín Salvia, sintetizó así el diagnóstico:
“No importa quién gobernó durante todo este periodo: hay un proceso agotado, un modelo que tenía déficit en producción, inversión y creación de empleo pleno. Se agotó desde lo productivo, lo económico y lo social".
Desigualdad: en el estrato muy bajo la pobreza llega al 71,8%
Los resultados muestran profundas brechas entre niveles socioeconómicos. Según el informe:
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Estrato medio alto: 3,5% de pobreza
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Estrato medio bajo: 28,4%
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Estrato bajo: 57,1%
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Estrato muy bajo: 71,8%
Esto implica que siete de cada diez personas del estrato más vulnerable sigue siendo pobre, incluso con la mejora general.
Además, la pobreza crónica —hogares pobres en 2024 y también en 2025— alcanza al 29,9% de las familias, concentrada sobre todo en los estratos “bajo” y “muy bajo”.
Infancia: la pobreza trepa al 58,9% en hogares con niños
La brecha más persistente se observa en las familias con menores a cargo.
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Pobreza en hogares sin niños: 35,2%
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Pobreza en hogares con niños: 58,9%
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Indigencia infantil: 14,9%
La UCA sostiene que la niñez es “el grupo más expuesto a las oscilaciones del ciclo económico” y, al mismo tiempo, uno de los canales más fuertes de reproducción de la desigualdad.
Esto refleja que los hogares con niños no solo sufren con mayor intensidad las crisis económicas, sino que también ven restringidas las oportunidades futuras, perpetuando la exclusión social a largo plazo.
Un país en transición: crisis del modelo anterior y un nuevo paradigma en construcción
El capítulo introductorio del informe describe a la Argentina en un momento de transición. Según Salvia:
“Aparece la crisis de ese modelo agotado y la emergencia de un nuevo modelo libertario. Es un gobierno proinversión y proexportación, un cambio evidente de paradigma. Pero no está consolidado“.
En su análisis, el país atraviesa una etapa en la que lo viejo fue desarmado, pero lo nuevo aún no existe:
“Hasta acá es la expresión de un deseo. Se está desarmando lo viejo, pero no se está construyendo lo nuevo".
Este diagnóstico coincide con la evolución de la pobreza y la indigencia: bajan, pero no modifican la estructura social de fondo.
Mercado laboral: informalidad en alza y caída del empleo de calidad
El informe pone especial énfasis en el deterioro del mercado laboral. Entre 2024 y 2025:
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cayó la tasa de empleo,
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disminuyó el trabajo de calidad,
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y se consolidó un mercado altamente precarizado, donde el 51,6% de los trabajadores no aporta a la seguridad social.
Salvia fue contundente:
“En Argentina no crece el desempleo: no hay empleo. No hay inversión y no crece el empleo decente“.
Y añadió sobre la expansión del empleo marginal:
“Lo que sube son las changas, los empleos marginales, los vendedores ambulantes, los limpiavidrios. Es el autoempleo de subsistencia".
Hoy, este tipo de inserciones laborales, sumado al desempleo abierto, representa alrededor del 34% de la fuerza laboral urbana, una cifra que sigue aumentando.
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