Tweet 0 COMENTARIOS

El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido es juzgado desde este lunes junto al ex secretario de Obras Públicas José López y otras 29 personas por los delitos de cohecho y administración fraudulenta, en el caso Skanska, el primer gran caso de corrupción del gobierno kirchnerista.  

Según la Justicia, hubo cobro de sobornos para la concesión de la obra y la construcción de los gasoductos Norte y Sur, con la compañía sueca Skanska, por unos 13 millones de pesos en aquel momento. 

De cara al juicio y como instrucción suplementaria, el Tribunal ya pidió al actual Ministerio de Obras Públicas el listado de ingresos y egresos al edificio entre el 1 de noviembre de 2004 y el 1 de mayo de 2006, para develar la trama de los sobornos que presuntamente se pagaron.

El caso Skanska: el primer escándalo de corrupción del kirchnerismo

Skanska fue el primer gran caso de corrupción del gobierno kirchnerista. De acuerdo a la investigación, se descubrió que existieron usinas de las que las empresas se proveían de facturas truchas para justificar una serie de erogaciones. Por eso la causa inicialmente también era investigada por un juez del fuero penal económico.

En los 19 años que pasaron desde que salió a la luz, el caso Skanska tuvo varias idas y vueltas. La investigación comenzó en el año 2005. El expediente había estado en un principio, en el año 2005, en manos del ahora fallecido juez Norberto Oyarbide, que desconoció la grabación de un directivo de la empresa sueca que había reconocido el pago de sobornos a funcionarios.

En 2011, un peritaje de la Corte Suprema descartó que hubieran existido “sobreprecios”. La causa fue archivada por la Cámara Federal, y en ese primer tramo los acusados fueron sobreseídos.  

Tiempo después, la Corte Suprema validó la grabación hecha por Javier Azcarate y en 2016, luego de que fuera incluida como prueba válida , el caso fue reabierto.

El 3 de noviembre de 2017, el juez federal Sebastián Casanello procesó a los acusados que ahora van a juicio: dio por probado que existió “un supuesto de corrupción bajo las figuras de cohecho activo, cohecho pasivo y defraudación contra la administración pública”.

Según la investigación, entre 2004 y 2006 De Vido recibió sobornos a cambio de direccionar la obra a favor de la multinacional sueca.