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Un banco público que regala plata, un presidente de la entidad -Juan Curuchet- dispuesto a avanzar con ello, un directorio que quizás se resista a votarlo, y una medida que forma parte de un paquete electoral. Todo esto, en una época donde los tres gobiernos más importantes (Nación, Ciudad y Provincia de Buenos Aires) supuestamente no son populistas. Aunque la “promo del 50% huele exactamente a eso.

El año pasado, el balance del Banco Provincia de Buenos Aires arrojó un resultado positivo (ganancias) de $ 5.580 millones. Pero las mismas podrían haber sido casi 35% superiores, pues el costo de la promoción rondó los $ 1.900 millones. Ese número, aunque relativamente extraoficial, surge del Balance 2018, aprobado por el directorio del banco hace un mes.

Para el 2019, la crisis económica y las medidas electoralistas (como la restitución de esta promoción) podrían llevar al banco a tener pérdidas. Se calcula que el 50% de devolución en supermercados, cuyo límite excedería los 3.000 pesos mensuales que tiene hasta ahora, le costará unos 2.500 a 3.000 millones de pesos a las arcas de la entidad.

“Si le sumamos que se aplicarán los ajustes por inflación, la deuda provincial sin consolidar (intereses de bonos que Vidal nunca pagó), y el costo de esta “promo” electoralista, el balance puede terminar dando negativo”, le apuntó a Minuto de Cierre un directivo de la entidad. Con directores del banco que son opositores (tres de ellos), se espera por lo menos un pedido de investigación futuro sobre las cuentas de este electoral 2019.

Todos apuntan al presidente

Todas las miradas, tanto este año como los venideros, apuntarán al presidente de la entidad, Juan Curuchet. “El Colorado”, como se lo conoce por su color de cabello, se quedó sin apoyos específicos dentro de la línea política de Cambiemos. María Eugenia Vidal no lo reconoce como un cuadro propio, tampoco lo hace el presidente del Grupo Banco Provincia, y simultáneamente intendente de Vicente López, el primo presidencial Jorge Macri.

La "promo del 50%" sería llevada adelante sin que se vote en el directorio de la entidad, donde ahora hay representantes de la oposición. Se espera que por lo menos los directores Sebastián Galmarini (representante del massismo), Juliana Di Tullio (del kirchnerismo) y Humberto Andrés Vivaldo (del PJ bonaerense) manifiesten su desacuerdo. Aunque también habría directores del oficialismo que no están de acuerdo. 

Sin prisa pero sin pausa, los enemigos silenciosos de Curuchet acumulan información (¿pruebas?) en su contra. Por ejemplo, la gran cantidad de escrituras que firma la escribanía de su padre con deudores del Banco Provincia. O el alto sueldo de una de sus secretarias. 

Mientras tanto, Curuchet sigue presidiendo una de las entidades bancarias más importantes de la Argentina. Que, en un época donde los bancos son de los pocos sectores que ganan mucho dinero, podría arrojar un balance 2019 con resultados negativos. Al estilo de la YPF del gobierno de Raúl Alfonsín, que era la única petrolera del mundo que perdía plata.