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Pasaron casi ocho meses desde que Juan José Gómez Centurión se fue de la Aduana rumbo al Banco Nación. Pero, aún hoy, el sucesor Diego Dávila sigue encontrando campo minado. La última bomba que desactivó se llama Gustavo Martín, involucrado en una fuerte causa del por el Juzgado Penal Económico 8, a cargo de Gustavo Meirovich. Esta causa, destapada tras una serie de allanamientos en diciembre de 2016, el 5 de julio pasado avanzó con el llamado a indagatoria a 67 involucrados, entre ellos muchos aduaneros que dependían de Martín en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

Allí, designador por Gómez Centurión, Martín era el Jefe de Ramo en Verificaciones. Un cargo clave para el sistema de "courier". Es decir, las empresas que ingresan al país paquetes -mayormente llegan en las bodegas de las aviones- y que a veces declaran mercadería por diferente valor del que realmente tienen. La consecuencia de ello es un millonario perjuicio para el Fisco, como también el enriquecimiento ilegal de funcionarios que hacen la vista gorda o -más frecuentemente- facilitan esta operatoria. Martín sería uno de ellos. 

La causa que ahora se aceleró, y que no le dejó a Martín otra alternativa que presentar su renuncia, es la 631/2016; y las dos empresas apuntadas por esta operatoria son LHS Worlwide S.A. y SAR Express S.A. El llamado a indagatoria habla de la “irregular importación de mercadería extranjera ingresada al país bajo el régimen de courier”, relacionada además “con la mercadería secuestrada en los allanamientos dispuestos por este Juzgado y que se llevaran a cabo” el 26 de diciembre de 2016.

Gustavo Martín, por lo estratégico de su cargo, fue uno de los primeros llamados a declarar en aquel momento. Y lo más increíble es que, al "correrlo" de Ezeiza, Gómez Centurión lo “escondió” a Martín en otro puesto clave: jefe de Verificadores del Puerto de Buenos Aires, el más importante del país. El cargo formal es jefe de la División Control y Fiscalización Simultánea. Allí lo cobijaron -hasta hace poco, con buen resultado- Raúl Zaffaroni, ex director del Puerto de Buenos Aires; Horacio Gattas, un ex imputado en la Aduana paralela que ante la Era Dávila se acogió a la jubilación; como también Pablo Cordiglia.

Cordiglia, como contó Minuto de Cierre en una nota anterior (http://www.minutodecierre.com/nota/2018-5-30-16-13-0-pablo-cordiglia-el-aduanero-que-no-vio-944-kilos-de-cocaina-en-el-avion-de-los-julia-ahora-es-responsable-de-los-pollos-podridos-de-cresta-roja) fue del Jefe de Rezagos del Puerto de Buenos Aires que permitió sacar cientos de contenedores sin la documentación correspondiente. Además, era funcionario de la Aduana de Ezeiza cuando se le “escapó” el “Avión de los Juliá” con casi una tonelada de cocaína rumbo a Barcelona, un caso muy recordada.

Cordiglia, al igual que Gattas, Zaffaroni, y el ahora citado a indagatoria Martín, tuvo su mejor época durante la conducción de Gómez Centurión. Una bomba (o varias) que Dávila va desactivando sin prisa, pero también sin pausa. Tras el masivo llamado a indagatoria del 5 de julio último, que incluye aduaneros entre los 67 citados, Martín le ofreció su renuncia al titular del organismo. Dávila no contestó todavía, pero se cree que aceptará la misma, destinándolo a otro lugar o dejándolo sin función.