27 de Diciembre de 2018 - 00:09

Bertone armó un barrio que parece villa de emergencia, sin cloacas ni agua potable

En apenas un fin de semana, la gobernadora de Tierra del Fuego mandó a levantar casas prefabricadas que no parecen aptas  para el clima de la provincia, en un terreno sin agua corriente ni cloacas. El intento de ganar votos como sea, y la “conurbanización” de “la Isla” como parte de su pelea con el intendente Gustavo Melella.

La gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, sigue batiendo récords negativos. Al pago de obras públicas que difícilmente comiencen (por cientos de millones de pesos), la compra con sobreprecio de un casino de Cristóbal López, y una intención de voto que se derrumba frente a su competidor (50 puntos de Gustavo Melella frente a 16 propios), le sumó el armado de una especie de villa de emergencia en apenas un fin de semana.

La gobernación intentó venderlo como un barrio que forma parte del título (más que plan) “Obras para los fueguinos”. Pero las imágenes y los datos concretos lo revelan como una especie de villa de emergencia: casillas prefabricadas de 40 a 50 metros cuadrados, sin conexión a red de cloaca ni agua potable, y donde el agua para lavar los platos luego se usa para el inodoro.

Ni el peronismo bonaerense se animó a tanto. Cuando un puntero político decide armar una villa de emergencia, puede contar con el apoyo implícito del intendente en cuestión, pero no se presenta como parte de un plan de obras oficial. 

En el fin de semana del 15 y 16 de diciembre, con empleados de la Gobernación, Bertone mandó a armar las casillas prefabricadas para vecinos de Río Grande que antes vivían en condiciones peores: ranchos armados con pallets y cajones de las fábricas. De todas formas, las nuevas viviendas distan mucho de estar preparadas para el clima frío de la provincia más austral de la Argentina.

Por una parte, las imágenes muestran no sólo maderas que parecen poco aislantes del frío, sino también que no se respeta la doble pared, esencial para la aislación térmica en el clima patagónico. Además, las viviendas no cuentan con cloacas sino con un pozo ciego.

Además, tampoco tienen agua de red. “El agua que usamos para lavar los platos la reciclamos y después la usamos para tirar en el inodoro”, contó un vecino del barrio que ni siquiera tiene nombre. “Se aprovechan que somos pobres. Las casillas tienen entre 40 y 50 metros cuadrados, y por supuesto no nos dieron título de propiedad”, agregó.

Margen Sur, o la obsesión de Bertone con Melella

A medida que la elección para gobernador se acerca (sería en junio), Bertone se desespera más porque las mediciones la alejan aún más del intendente de Río Grande, Gustavo Melella. Como contó Minuto de Cierre en una nota anterior (http://www.minutodecierre.com/nota/2018-12-10-9-47-0-tierra-del-fuego-gustavo-melella-le-ganaria-la-gobernacion-a-rosana-bertone-en-primera-vuelta-y-por-amplia-ventaja), el riograndense puede llegar a imponerse en primera vuelta, sin necesidad de balotaje.

Frente a este escenario, con la villa de emergencia armada en Margen Sur, Bertone intentó matar dos pájaros de un tiro: sumar algunos votos (aunque no llegarían ni a 100 casillas) y molestar a Melella con la idea de independizar Margen Sur del Municipio de Río Grande.

Una propuesta que Bertone fogonea hace más de un año: armar un cuarto municipio que se sume a los de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin. Aunque esto choca con dos obstáculos: el 70% de los vecinos de Margen Sur no pagan impuestos (es la zona más pobre de la provincia), y la imagen positiva de Melella es muy alta tanto en Margen Sur como el resto de Río Grande.

De acuerdo a una encuesta de octubre último, realizada por Analogías, la imagen positiva de Melella es del 75,6% (entre muy buena, buena y regular positiva). Mientras que las diferencias con la pobre performance del intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, aliado de Bertone, potencian aún más la imagen de gestor eficiente y honesto de Melella.

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