19 de Septiembre de 2017 - 22:12

CGT asegura, el Gobierno no prepara una reforma laboral a la brasileña

En las últimas horas los líderes de la CGT hablaron bastante de política electoral, expresando quienes son sus candidatos favoritos para la elección legislativa del 22 de octubre, y poco de cuestiones relacionadas al mundo del trabajo. Precisamente, la reforma laboral brasileña, que viene a cambiar las reglas del juego en la relación con ese país, es uno de los temas principales y obligados que deberán analizar con los funcionarios nacionales.

Por Antonio D'Eramo

Cuando se dieron a conocer los profundos cambios laborales en Brasil, el país socio de Argentina en el Mercosur, alertamos desde estas páginas del cambio inminente que sobrevendrá en la economía nacional. No sólo por el impacto que tendrá en el intercambio comercial entre los dos países sino porque los cambios externos provocarán, sin dudas, reacomodamientos internos. La profunda reforma laboral brasileña dispuesta por el debilitado gobierno de Michel Temer en Brasil implica de hecho, impulsar las negociaciones y acuerdos salariales sectoriales, por empresa o individuales, que tienen mayor peso que los convenios colectivos o los arreglos entre los empleadores y los sindicatos.

Además, la reforma laboral brasileña, eliminó la obligatoriedad de la contribución sindical, que pasó a ser voluntaria. Equivalía a un día de salario por año. Y, cada empresa podrá negociar salarios y otros rubros vinculados con las condiciones laborales con comisiones o representantes de los trabajadores que no necesariamente cuenten con representación o aval sindical. 

Son sólo algunos de los puntos claves para entender el sudor frio que recorre a los sindicalistas argentinos que ven como sus pares brasileños bajan todas las banderas en medio de una recesión de la que, el gigante sudamericano, parece comenzar a salir lentamente. 

En la reunión de esta tarde, martes 19, previa a la del día de la primavera con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el sindicalista de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, aseguró que el Gobierno "no prevé una reforma laboral al estilo de Brasil" pero adelantó que analizará "actividad por actividad en función de lo que podríamos negociar en una situación de crisis". Juan Pablo Brey del sindicato de aeronavegantes, sector que esta viviendo una pequeña revolución con el ingreso de las compañías low cost, sostuvo que "no se ha hablado de modificar los convenios ni de hacer ninguna reforma, sino abordar algunos puntos en base a cada actividad en particular". Mientras que el estatal jefe sindical de UPCN (Unión personal civil de la Nación), Andrés Rodríguez, resaltó que la relación con el Gobierno es "buena y cordial y durante el diálogo con las autoridades de Trabajo no se ha tratado la posibilidad de un proyecto de flexibilización laboral. Estamos intentando gestar una agenda común para ver si avanzamos en algunos temas que pueden ser preocupantes para ambas partes. El proceso de diálogo va bien".

Precisamente, el retorno de los sindicalistas de la CGT, a la mesa de diálogo con los funcionarios de Mauricio Macri, aleja la posibilidad de convocar a un segundo paro general contra la administración nacional promovido por sindicalistas del movimiento productivo argentino liderado por los referentes de La Bancaria.  Acerca de esta situación coyuntural y en pleno realineamiento de los sindicalistas en medio de la campaña electoral, el dirigente "canillita", Omar Plaini, sostuvo: "tenemos una agenda de reclamos, y sobre esa agenda y el plan de lucha vamos a tomar decisiones, aunque luego del 22 de agosto se acercaron las partes en el diálogo con el Gobierno", aclaró Plaini, en referencia a la última movilización a Plaza de Mayo. Acerca de la reunión con Jorge Triaca, planteó que el Gobierno "ha expresado que su interlocutor directo es Triaca y el jueves, el ministro, dialogará con los 37 miembros del Consejo Directivo de nuestra central sindical".

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