09 de Junio de 2017 - 20:17

Banco Provincia y su devolución del 50% en compras con tarjeta: ¿fomento al consumo o medida electoralista?

El banco público de los bonaerenses devolverá el 50% de las compras en supermercados, siempre que sean realizadas con tarjeta de débito y crédito. Por lo bajo, se admite que es un pedido de la gobernadora Vidal pensando en las elecciones. Desde el Bapro argumentan que tiene razonabilidad técnica.

Por Lucio Di Matteo

Imaginen ustedes que Daniel Scioli, como gobernador de la Provincia de Buenos de Aires, ordena que el Banco Provincia devuelva el 50% de las compras en supermercados. Es decir, que se regale la mitad de lo que se gasta pagando con tarjeta de débito o crédito. Imaginen también que ello ocurre dos meses antes de las elecciones primarias, y cuatro meses antes de las definitivas; que el presidente del Banco Provincia es Gustavo Marangoni; y que la máxima autoridad del conglomerado de empresas vinculadas (Grupo Bapro) es un intendente hiperkirchnerista. Por ejemplo, Juan Patricio Mussi (Berazategui) o el mandamás de La Matanza (Fernando Espinoza o Verónica Magario).

Imaginen todo ello, y cómo evaluarían lo que está por ocurrir: el Banco Provincia devolverá 50% de las compras realizadas en supermercados, siempre que se pague con tarjeta de débito y crédito, con un tope de $ 1.500 por tarjeta y persona ($ 750 de devolución en cada caso). La media promocional de un banco es 20%, pero el Bapro decide llevarla al 50% a días de las elecciones.

De vuelta, imaginen cómo verían la decisión del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, alineado con la Nación. Bueno, no imaginen más, la medida está por ser anunciada, pero los nombres son otros. La gobernadora es María Eugenia Vidal, el presidente del Grupo Bapro es Jorge Macri (duplicando cargo con la intendencia de Vicente López y además primo hermano del presidente), el banco es dirigido por Juan Curutchet. Y el presidente es Mauricio Macri, que entre sus promesas de campaña habló de terminar con el populismo.

La medida del Banco Provincia, que aún no comienza a regir el 14 de junio, y fue aprobada en reunión de directorio, fue anticipada por el portal Infobae, en una nota del periodista Pablo Wende. Allí se dice que “buscan un alivio en el bolsillo para las familias del Conurbano”. También se expresa que “la expectativa del Gobierno es que la mejora de los salarios luego de las paritarias, la baja de la inflación y el impulso del crédito favorezca sensiblemente la "sensación térmica" de los bonaerenses. No es un misterio para nadie que la provincia de Buenos Aires es el distrito electoral más duro para Cambiemos, en particular por el nivel de aceptación que todavía tiene la ex presidenta Cristina Kirchner (supera holgadamente el 30% de intención de voto)”.

La nota completa de Infobae puede leerse aquí:

http://www.infobae.com/economia/2017/05/31/fuerte-apuesta-de-la-banca-publica-50-de-descuento-en-supermercados-con-tarjeta/

De acuerdo a lo publicado en este medio, y posteriormente en otros, la medida consiste en lo siguiente:

-Devolución del 50% de las compras realizadas con tarjeta de débito o crédito, con un tope de $ 1.500 de gasto y $ 750 de devolución en cada tarjeta.

-Los supermercados que participan de esta promoción hasta el momento son Coto, Wal Mart, Changomas, Toledo y Nini. Según se publicó en El Cronista, los supermercados pondrían la mitad de la devolución (el 25% del total), aunque esa no fue la información que circuló en el primer momento.

-La promoción sólo regirá los miércoles, cuando estaba pensada para cualquier día de la semana.

El viernes 2 de junio, Minuto de Cierre le pidió al vocero del Banco Provincia algunas precisiones sobre la razonabilidad técnica de la medida. Por ejemplo:

-¿Cuál es el costo estimado de la medida para el Banco Provincia?

-¿Qué ventajas o beneficios obtiene la entidad financiera con esta medida? Por ejemplo, clientes nuevos estimados.

-¿Se va a implementar algún límite de ingreso familiar? Es decir, si la medida se va a focalizar sólo en aquellos ciudadanos de menor ingreso, o si también rige para familias con ingresos superiores a $ 50.000.

 

Hasta el día de hoy, el Banco Provincia eligió no contestar este pedido de información. La única información recibida de parte del vocero es que “no estamos difundiendo por ahora el descuento porque se sigue negociando con las cadenas de supermercados”.

Parece un argumento razonable, excepto por el hecho que comienza a regir la medida durante la semana próxima. De todas formas, el vocero prometió un “anuncio en breve”.

Desde el punto de vista técnico y político, las críticas más importantes que se le pueden hacer a la medida son:

-Convendría focalizar la devolución en personas de los niveles de ingreso más bajo. Con la inflación actual, es difícil saber cuál es ese límite, pero no tiene sentido darle el beneficio a los sectores más favorecidos.

-Como el Banco Provincia es de todos los bonaerenses, ya que su accionista es el Estado provincial, debería estar hecha la proyección de cuánto será el costo de la medida. Como también, los beneficios que puede acarrear, entre ellos un menor uso de cajeros automáticos.

-Si la medida va a continuar sólo hasta las elecciones, sería un claro caso de populismo electoralista. Pero si se prorroga, entonces tendría más lógica comercial.

-Lo más serio y conveniente hubiera sido implementarla después de octubre. Es lógico que la fuerza política gobernante quiera ganar las elecciones de medio términos. Pero el tema es a qué herramientas echa mano para eso.

-El fomento al consumo, que implica dos tercios del PBI, así como al blanqueo de las operaciones comerciales, siempre es saludable. Pero, en esos casos, hubieran sido más efectivos una política económica expansiva del Banco Central, paritarias más generosas con el sector público, el desincentivo a la bicicleta financiera en lugar de la producción, una menor inflación, entre tantas otras cosas. La devolución del 50% con tarjetas no compensa todo ello.

El desafío de todo gobierno, nacional o provincial, de cualquier fuerza política, es construir políticas de largo plazo que indiquen una dirección económica clara y sustentable. Las medidas aisladas, que contradicen todo lo realizado hasta el momento, no tienen efectos beneficiosos.

 

 

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