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Por Antonio D 'Eramo

El impetuoso avance del agua en tierras santafesinas trajo al gobernador Miguel Lifschtiz hasta Casa de Gobierno, en donde esta tarde se reunió con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

El desastre climático en pleno corazón productivo de la Argentina dejó diez ciudades destrozadas, caminos y rutas nacionales anegados, campos productivos arrasados, 380 evacuados de urgencia y cerca de 320 milímetros de lluvia caída en, tan sólo, diez horas.

En Buenos Aires, el presidente, Mauricio Macri, se mostró públicamente alarmado por la situación y el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaille, aseguró que el gobierno nacional "no le va a sacar el cuerpo a la situación" de los productores agropecuarios afectados por las intensas lluvias de las últimas semanas.

En Santa Fé, el gobernador socialista, en alianza con la UCR, promueve reuniones y desplazó al titular de la secretaría provincial de Recursos Hídricos, Roberto Porta.

A. D: ¿Cuantificaron la magnitud del desastre, como pidió el presidente?

M.L: "Alrededor de u$s1.200 millones. Ese es el costo por el temporal de los últimos días, lo que implica aproximadamente unos $20.000 millones y más de un millón y medio de hectáreas productivas. He planteado al ministro el impacto que el desastre ha provocado sobre las familias que han sido afectadas y evacuadas, pero también sobre los distintos sectores productivos de la provincia, lo que tal vez sea, en magnitud, lo más importante. Reiteramos el pedido de ayuda al gobierno nacional, para que nos puedan acompañar en la tarea de asistir a las personas más afectadas, pero sobre todo a los pequeños productores y tamberos, que han quedado en una situación de colapso”.  

A.D: ¿Qué herramientas pueden utilizarse para paliar la situación?

M.L: Fiscales, una de ellas, para favorecer a los productores que han perdido todo. Este es un tema fundamental y el otro son las obras hídricas. Hemos dejado un listado de seis proyectos de obras en distintos departamentos santafecinos para solicitar un apoyo de Nación en el financiamiento de esos proyectos. Son dos puntos importantes. En principio, hay buena predisposición del ministro y ahora lo vamos a seguir conversando con el subsecretario del área, Pablo Bereciartúa.

A. D: Con estas obras que reclaman, ¿se soluciona el problema de las inundaciones en Santa Fe o se trata sólo de un paliativo?

M.L: No, obviamente las soluciones totales no existen para las emergencias climáticas, que además se van modificando con el correr del tiempo. Pero son obras importantes que van a mejorar la situación en distintos lugares de la provincia. Hay otras obras que estamos encarando nosotros, desde la gobernación, y las hemos realizado el año pasado. Otras las finalizaremos durante este año. Si trabajamos en conjunto con la Nación, estoy seguro que podremos ofrecerles a los santafecinos un paquete de obras muy importante.

A.D: ¿Qué es lo más urgente que le solicitó a la administración de Mauricio Macri?

M.L: Un fondo de financiamiento a los sectores productivos más pequeños y golpeados por la situación. Por otro lado, un aporte directo a los municipios que, estuvimos conversando con Frigerio, un aporte de $120 millones para municipios y comunas afectadas, para trasladarlo a las familias evacuadas que deben volver a sus hogares y van a requerir un apoyo del Estado.

A. D:  ¿Tiene pensada alguna propuesta sobre la reforma de la ley de coparticipación, de cara la reunión de gobernadores con el presidente, del próximo 2 de febrero?

M.L: En esta reunión no hablamos de coparticipación porque eso quedará reservado a las reuniones con el resto de los gobernadores, pero sí dialogamos con Frigerio acerca de la deuda histórica que tiene el gobierno nacional con la provincia de Santa Fe y en lo que veníamos avanzando desde el año pasado. Sin embargo, quedaron truncas con la partida del ministro Alfonso Prat Gay. Él era el interlocutor y, ahora, el ministro Frigerio se comprometió, en la semana próxima, a retomar esas reuniones para tener un buen final en un plazo breve. Estamos hablando de una deuda que fue avalada por un fallo de la Corte Suprema de Justicia y que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner nunca honró. Al menos ahora, estamos viendo cómo solucionar este tema pendiente.