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Hace poco más de cuatro meses el Presidente Mauricio Macri le advirtió a Juan José Gómez Centurión que se "despagara" de Carlos Laborda Barreiro, alias Cuki, - a quien Macri conocía de su paso por Boca Juniors- pero el desplazado titular de la Aduana no hizo caso y mantuvo su relación hasta que el Ministerio de Seguridad lo denunció ante la Justicia.

Ahora se entiende el enojo, y el desplazamiento preventivo de Gómez Centurión. Había desoído la orden presidencial. Gómez Centurión reconoció su relación con Cuki en un escrito que presentó ante el juez Ariel Lijo. Allí hablo de al menos cuatro encuentros: Cuki le brindaba información y el exmilitar carapintada, por fuera de toda norma de la Aduana, la presentaba como una denuncia judicial.

Pero Gómez Centurión no contó todo: los primeros entrecruzamientos telefónico, ordenado por la Justicia, comenzó a dar las primeras sorpresas: Más de cien llamadas se registraron entre la mano derecha de Gómez Centurión, Edgardo Paolucci - Director de Puertos de Buenos Aires y también desplazado por Alberto Abad- con Cuky y un empleado de éste llamado Néstor Frega. 

Los llamados demuestran que la relación de Gómez Centurión con Cuki iban más allá de reuniones esporádicas y personales sino que su propia gente también se comunicaban por teléfono y mucho. "Qué hacía un despachante de aduana hablando tanta veces con el titular del Puerto de Buenos Aires. Mínimo es irregular", señaló una persona con acceso a la investigación. En este sentido la justicia esta detrás de la titularidad de los números telefónicos donde los protagonistas del anónimo se comunicaban.

Los entrecruzamiento comienza a dar veracidad, parcialmente, al anónimo que llegó a manos de la ministra Patricia Bullrich. El mismo señalaba que una jueza, Gómez Centurión y Laborda "efectuaban contrabando de mercaderías y que este -por Cuki- lo representaba - a Centurión- ante los importadores y aduaneros". Esta última parte fue reconocida por el propio Gómez Centurión aunque no explicó, en el expediente, por qué razón no denunció a Laborda a pesar de haberle advertido de que no usase su nombre en varias oportunidades.