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El caso es de lo más insólito: un banco líder admite haber "olvidado" 500.000 cuentas y 7.000 empresas, la autoridad regulatoria lo consigna en un informe, pero no hay ninguna investigación en curso. Un caso que, en cualquier país, movería la investigación y posible sanción de distintas áreas del Estado. 

Además, se trata de un "olvido" por más de dos años, y al cual podría podrían aplicarse todo tipo de figuras penales, desde evasión impositiva hasta lavado de dinero. La frase de un informe del Banco Central, que intenta disimularse en una nota al pie de letra pequeñísima, es más que elocuente: "Para el presente período se tomó en cuenta una rectificativa en la información de cantidad de cuentas y empresas de pago de remuneraciones mediante acreditación bancaria, presentada por BANCO DE GALICIA Y BUENOS AIRES S.A., por un monto aproximado de 500.000 cuentas y 7.000 empresas y que abarca el período de Diciembre de 2013 hasta Abril de 2016".

Es decir, el Banco Galicia se "olvidó" de declarar que 7.000 empresas pagaban el sueldo a medio millón de empleados a través suyo. Y el Banco Central, autoridad regulatoria de las entidades del sistema, lo admite como un simple descuido en una pequeña nota al pie con asterisco. Como se dice en una jerga nada bancaria, "aquí hay gato encerrado". 

En los pasillos de la City, la explicación más frecuente es que se trata de una cortesía política del banco conducido por Eduardo Escasany, hacia un BCRA que no quiere mostrar el real retroceso de la actividad económica. Una versión difícil de probar. Aunque todos recuerdan que Escasany fue uno de los principales impulsores de la llegada de Domingo Cavallo al Ministerio de Economía durante la presidencia de Fernando de la Rúa. El secretario de Política Económica, virtual viceministro, de aquel entonces, era Federico Sturzenegger, hoy presidente del Banco Central.

Algunos memoriosos también recuerdan cómo el Banco Galicia se movió antes del Corralito, derivando dinero de sus cuentas al exterior; y también después, cuando resultó uno de los "salvados" por la pesificación asimétrica y los bonos de Duhalde. 

En el presente, el "misterio" de las 500.000 cuentas sueldo por ahora sólo despertó la atención del gremio La Bancaria. Aunque, por lo menos de oficio, debería llamar la atención del Banco Central, la AFIP, la Unidad de Información Financiera (UIF) y también del ámbito judicial.