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1. Con el nivel de actividad económica que no repunta, y el mundo devaluando sus monedas contra el dólar, la orden del presidente Mauricio Macri fue clara: hay que bajar las Letras del Banco Central (LEBACs).

Como se sabe, una tasa alta de las LEBACs desalienta que los inversores corran hacia el dólar; y también enfría el crecimiento económico, pues se vuelve mayor negocio invertir en las mismas que producir. La tasa actual es de 25,75% en el más corto plazo -35 días-, y la sorpresa fue que ese número se consolidara el martes pasado, cuando el mercado apostaba que iban a seguir en el escalón anterior, superior en medio punto: 26,25%.

Según pudo averiguar Minuto de Cierre, la orden presidencial fue clara y tajante, a tal punto que no le gustó a Sturzenegger, un economista de los más ortodoxos del gobierno actual. "Lo apretó Mauricio. Y, aunque se resistió, tendrá que acatar", confesó un allegado al presidente del Banco Central, admitiendo implícitamente que la independencia de la entidad es sólo una teoría.

Sturzenegger, con algo de bronca, le habría admitido a sus íntimos que "me están obligando a hacer keynesianismo", como si se tratara de una enfermedad vergonzante y contagiosa. No evaluó renunciar, pero es la primera injerencia de importancia que sufre durante su mandato.

Como se sabe, menor tasa de LEBACs implica inversores corriendo hacia el dólar. Y, como explicó este medio la semana pasada, la idea del Gobierno es que la moneda estadounidense se ubica alrededor de 18 pesos para enero o febrero, manteniéndolo estable en ese valor hasta octubre o el mes en el que se produzcan las elecciones (si estas se adelantan).

Por otra parte, la reactivación económica se vuelve un factor clave durante el año electoral que se avecina. Ningún Gobierno gana elecciones de medio término con la economía en recesión, y el macrismo lo sabe.