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El gobierno de Rosana Bertone es, para Lisardo Canga S.A., una de las mejores épocas -en facturación- de su historia. Por una razón que es un secreto a voces en la oposición fueguina, y que hasta algunos oficialistas admiten pidiendo discreción y reserva de la fuente: “El que le consigue las obras es el legislador radical Pablo Blanco, por su acuerdo con Bertone”, acusan desde la oposición fueguina. Es el mismo legislador que propuso al cuestionado judicialmente Pablo Canga como candidato a intendente de Río Grande. Blanco y Canga quieren formar parte de una de las peores perversiones del actual sistema de poder argentino: querer ubicarse de los dos lados del mostrador, Estado y empresa contratista.

En esto de construir caminos donde no hay nada, con un sobreprecio como sospecha, el caso más famoso fue el de Esuco, de Carlos Enrique Wagner. Lo destapó Minuto de Cierre y luego lo levantaron medios nacionales, desde el programa de Jorge Lanata (Periodismo Para Todos) hasta TN y algunos portales. Por los 82 kilómetros de la Ruta 3 que van desde San Sebastián hasta Hito 1, la estimación de los radicales Paulino Rossi (concejal de Río Grande) y Héctor “Tito” Stefani (diputado nacional) es que se pagaron 800 millones de sobreprecios.

En una remake más pequeña, de alcance provincial pero igual operatoria, la empresa apuntada es Lisardo Canga S.A. En Río Grande, la ciudad industrial de Tierra del Fuego (Ushuaia tiene un perfil más turístico), algunos vecinos se sorprendieron cuando el asfalto continuaba más allá de donde hay casas. “Hicieron calles más allá de donde se terminan las viviendas, como una especie de asfalto hacia la nada”, apunta una pobladora de Río Grande.

Lisardo Canga S.A. está acusada por el arrepentido Ernesto Clarens de haber pagado coimas en la famosa “Causa de los Cuadernos”. Cuando se destapó el tema, en septiembre pasado, causó gran revuelo en Tierra del Fuego, pues se trata de una empresa con décadas de antigüedad. 

En aquel momento, los dueños de esta empresa salieron a decir que iban a iniciar acciones legales para “limpiar su nombre”, cuando lo primero que deberían hacer es concurrir a los ya famosos tribunales de Comodoro Py si el juez Claudio Bonadio los llama, algo que probablemente termine ocurriendo. 

La puesta en escena pareció pensada en clave electoral. El legislador provincial Pablo Blanco, acusado por la oposición fueguina de ser “el que el consigue las obras a Canga”, propuso en marzo del año pasado al dueño de esa empresa como candidato a intendente de Río Grande. “Pablo Canga sería un excelente candidato a intendente, pero hay que convencerlo”, apuntó Blanco.

A destiempo del ciclo político nacional, cuando la ciudadanía ya vio como funciona un gobierno nacional que atiende de los dos lados del mostrador -Estado contratista; funcionarios, familiares y amigos dueños de las empresas contratadas-, Blanco se aferra a su aliado -algunos dicen socio- Canga. 

Una candidatura que, de confirmarse, tendría poca probabilidad de éxito: para la intendencia de Río Grande tienen buenas chances Martín Pérez y Analía Cubino. El primero es hombre de La Cámpora y tiene buena imagen; en tanto que Cubino es la actual secretaria de Desarrollo Social del municipio, y tendría mayores posibilidades si recibe el apoyo explícito de Gustavo Melella, actual intendente y según todas las encuestas próximo gobernador de “La Isla”

. Los caminos de la coima

En la famosa “Causa de los Cuadernos”, Lisardo Canga S.A. fue apuntada como pagadora de coimas por el arrepentido Ernesto Clarens. Este financista, que era una leyenda por haber asesorado a Néstor Kirchner para manejar su dinero, terminó homologando un acuerdo de arrepentido con el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio.

Llegó a esa instancia tras ofrecer una planilla de excel con 86 empresas que pagaban coimas para realizar obras públicas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, por un total de $ 6.600 millones como mínimo. “Los porcentajes oscilaban entre el 4% y el 50%”, apuntó Clarens ante la Justicia. 

Aportó un listado en el que hay supuestas grandes pagadoras de coimas, como Helport ($ 2.800 millones), Benito Roggio ($ 2.300 millones), Cartellone, Techint, Electroingeniería, IECSA (de Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri), Esuco (de Carlos Alberto Wagner) o Austral (de Lázaro Báez), entre otras. 

Entre los nombres menos rutilantes a nivel nacional, pero de gran impacto en Tierra del Fuego, aparece Ingeniero Lisardo Canga S.A. como supuesta pagadora de $ 20 millones en coimas. Eso no impidió que Canga siga adelante con una obra que los fueguinos siguen de reojo: la pavimentación del barrio para los afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Lo más increíble es que allí se anunciaron 240 viviendas hace tres años, se puso el cartel para construir la mitad de ellas (120), y lo único que se concretó fue el asfalto con agua y cloacas. Pero sin luz. En otras palabras: parece una obra pensada para que Lisandro Canga S.A. facture con dineros públicos de la provincia. Sin luz, ninguna vivienda podrá instalarse allí.

La empresa también factura con la Municipalidad de Ushuaia. En octubre de 2017 se le otorgó el bacheo y pavimentación de importantes calles y avenidas la ciudad (Gobernador Deloqui, Maipú y Malvinas Argentinas) por más de 9 millones de pesos, por ese entonces alrededor de medio millón de dólares.

En marzo de 2018, por la pavimentación de esas calles el Municipio de Ushuaia le pagó 1.137.128 pesos más, mediante la resolución 1415/2018. Mientras que en diciembre de 2018 ganó la “Pavimentación del Acceso Andorra” (un barrio de la ciudad capital de Tierra del Fuego) por $ 30,6 millones.