Un container que se abre, sin que las autoridades aduaneras lo noten, es la oportunidad perfecta para un sinfín de delitos: contrabando, subfacturación, robo, tráfico de drogas o armas, entre otros. En este sentido, la violación del precinto de seguridad es como tener la llave de una vivienda sin ser el dueño. Y, según muestran dos videos que circulan hace un mes entre los aduaneros, esto puede conseguirse sólo con un clip y unos pocos segundos de paciencia.

Con la viralización que permite el programa WhatsApp, la fácil violación de precintos llegó rápidamente al titular de la Aduana, Diego Dávila. Mediante un Instrucción General (IG) del 22 de octubre pasado, se intentó una solución.  La IG habla de preservar “la integridad de la carga” en comercio exterior, de lo conveniente que es la “utilización de precintos”, y que han surgido “evidencias respecto a la vulnerabilidad” de los mismos. 

La solución que propuso la Aduana ante esto es la siguiente: 

-En “cargas de exportación”, se propone “el mayor ajuste posible” para los precintos tipo cable/lazo, y también “inutilizar con medios mecánicos el cable sobrante al ras del dispositivo”. 

-Para las mercaderías de importación, “se adoptará como medida de seguridad válida el precinto de origen correctamente colocado, sin marcas ni señales de vulnerabilidad”. 

Como se nota en la comparación entre los dos videos y estas recomendaciones, no se trata de medidas muy efectivas. De forma curiosa, la IG firmada por Dávila recomienda además a las jefaturas de las áreas operativas “adoptar medidas paliativas que consideren procedentes, para dificultar y/o detectar la manipulación de precintos”. En lenguaje menos técnico, sería “arréglense como puedan”.

Precintos: una proveedora nacional que los importa de China

Según diversas fuentes aduaneras, uno de los mayores problemas es encontrar proveedores confiables de precintos. En la actualidad, una de las firmas con gran participación en el mercado es Precintos Argentinos S.R.L., una pyme fundada en 1999 cuya actividad principal declarada ante la AFIP es “fabricación de productos metálicos de tornería y/o matricería”. Aunque también se dedica a la exportación e importación.

Y aquí es donde, según diversas fuentes aduaneras, comienzan los problemas. Precintos Argentinos S.R.L. importa lo que vende desde China, comprándole a la firma Shangai Genseal Industrial. Esos serían, justamente, los precintos fácilmente vulnerables.

En los últimos años, Precintos Argentinos S.R.L. participó activamente de licitaciones estatales. En 2016, por ejemplo, de la compra de 150.000 precintos de plástico para el Mercado de Hacienda de Liniers. Sobre cinco ofertas presentadas terminó última en el orden de mérito. 

En mayo de 2017, sin embargo, le fue mejor en una licitación de precintos plásticos y metálicos del Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA). Fue el único oferente y ganó por $ 1.290.940.

Justo cuando empezaba a transitar un camino de mayor éxito, se conocieron los videos de los aduaneros mostrándolo como un proveedor de precintos fácilmente vulnerables. La IG que sacó la Aduana luego de eso salvó a esta empresa por ahora. Pero no se sabe qué ocurrirá más adelante.