12 de Abril de 2017 - 13:48

Torres Carbonell (IAE): "La cultura emprendedora se consolidará este año"

La profesora Silvia Torres Carbonell,  directora del capítulo argentino de la encuesta del proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que es  un relevamiento realizado por académicos a nivel mundial que mensura la actividad del emprendedorismo reflexiona acerca de la situación argentina y del impacto de la ley para el sector recientemente promulgada.

Por Antonio D'Eramo

En el Banco Ciudad se presentó un informe que da cuenta de la actividad emprendedora nacional en el marco de una encuesta de alcance global realizada por el proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Integrado por académicos de distintas universidades, realizan una evaluación anual de la actividad, las aspiraciones y las actitudes emprendedoras de individuos adultos a través de una amplia gama de países. Iniciado en 1999 como una asociación entre la London Business School y Babson College, el primer estudio cubrió 10 países. Desde entonces casi 100 equipos nacionales de todos los rincones del mundo han participado en el proyecto, que continúa creciendo anualmente.

El capítulo argentino quedó a cargo de un equipo integrado por Aranzazu Echezarreta; Celina Cantú y dirigida por la profesora del IAE Silvia Torres Carbonell. En el año 2016, en Argentina, se realizó una muestra regional de 3000 casos aplicando la metodología del GEM. Esta muestra incluye 1500 casos localizados en la Ciudad de Buenos Aires que forma parte del estudio por tercer año consecutivo. Y 1500 casos repartidos en el resto del país.

En las últimas horas se promulgó la ley de emprendedorismo impulsada por el gobierno nacional y que servirá de fuerte impulso para los innovadores argentinos. En ese marco Silvia Torres Carbonell dialogó con Minuto de Cierre y expuso su visión.

¿Cuáles fueron los resultados que arrojó su investigación en el capítulo argentino?

El impacto de las últimas medidas no fue mensurado. Pero la encuesta de 2016 enseñó que el ciclo del GEM 2016 en nuestro país, mostró un leve descenso en  los indicadores relevantes. En especial se destaca una  caída de la Tasa de Actividad Emprendedora en Etapa Temprana (TEA) y de todos sus componentes. Además, se observa el mantenimiento o leve baja de aquellos indicadores que reflejan las “Actitudes emprendedoras“ cómo la percepción de buenas oportunidad para comenzar un nuevo negocio. Las actitudes emprendedoras en Argentina han bajado levemente, pero no reflejan proporcionalmente la baja en la TEA, algo que genera buenas expectativas para el ciclo 2017 ya que la cultura emprendedora va permeando e instalándose a la sociedad. 

Cuando una persona inicia su actividad emprendedora generalmente evalúa las oportunidades que ofrece la economía real, sus propias capacidades y la posibilidad, siempre latente en especial en nuestro país, de fracasar con todas las letras. ¿ustedes miden estas percepciones ?

En el caso de las percepciones individuales, el 44.3% de argentinos adultos ve buenas oportunidades para comenzar un nuevo negocio en los próximos 6 meses. Este indicador, si bien  está dos puntos porcentuales por debajo del mismo valor en 2015, está más de 10 por sobre el valor del 2014 (32%). La percepción de capacidades para comenzar un nuevo proyecto tiene una diferencia mínima interanual (2015 – 2016) menor al 0.5%, en 2016 el 61% de los argentinos adultos siente que tiene la habilidades necesarias para emprender. Una de las variables críticas y cuyo crecimiento es para observar, es el miedo al fracaso. En 2016 mantiene su tendencia creciente y llega al 34% de los adultos que respondieron a la encuesta, en 2014 fue  el 23.5% y en 2015 el 25.8% respectivamente. El resultado es que el miedo al fracaso avanza sobre la población y esto evitaría que comiencen un nuevo negocio. Finalmente, un indicador interesante es aquel que muestra “intenciones efectivas de comenzar un nuevo proyecto solo o en equipo o bajo algún tipo de auto empleo, dentro de los próximos 3 años“. Los valores se mantienen muy similares desde el 2014. En 2016 es el 28.75% de los adultos, en 2015 fue el 29,1 % y en 2014 fue el 27.8%.   

¿Que herramientas observa que faltan para crear un ecosistema adecuado para la actividad emprendedora?

La reciente ley promulgada es una herramienta muy útil para generar oportunidades y respaldar a aquellos innovadores que quieren comenzar con sus actividades. Yo misma estuve impulsando algunos de sus capítulos en el debate parlamentario. Creo que todavía tenemos que promover más el concepto de innovador-emprendedor que es transformador de la sociedad y diferenciarlo del micro emprendedor. A éstos últimos lo que hay que proveerles es un empleo de calidad. Muchas veces los micro emprendedores avanzan porque tienen necesidad de hacerlo al no tener otra manera de ganar sus ingresos.

La Argentina esta intentando nuevos caminos productivos pero para el desarrollo de empresas innovadoras también se necesitan trabajadores calificados. ¿La educación está formando esas capacidades o en nuestro país no está presente el empleo de calidad?

Ese es un gran tema que se enlaza con la educación y la formación de personal con capacidades, en estos tiempos, de carácter tecnológico. En la Nación, a través del Ministerio de la Producción y en la Ciudad de Buenos Aires con el programa "codo a codo", se está trabajando con jóvenes que se interesen en el desarrollo de software para la nueva tecnología. Y de esas promociones de estudiantes saldrán los nuevos trabajadores calificados para la industria de la tecnología.

Usted hace muchos años que estudia el fenómeno emprendedor y que participa de las encuestas del GEM. En lo personal ¿cómo se siente con el desarrollo de su actividad?

Satisfecha. Porque la realidad es que la actividad emprendedora argentina se fue consolidando, a pesar de la coyuntura que tuvimos todos estos años pasados con las crisis económicas y financieras, el denominado ecosistema emprendedor se fue consolidando. Y hay mayor percepción de oportunidades entre los argentinos que buscan proyección. A fines de los '80, cuando yo hablaba de emprendedorismo y había una  crisis hiperinflacionaria tremenda, no había nadie, siquiera, que te invitara un café para escuchar hablar de comenzar con un proyecto. Por suerte estos tiempos quedaron atrás y, si bien falta mucho, estamos mejor que cuando comenzamos. 

Comentarios