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Por Antonio D'Eramo

Las obras de Adolfo Bioy Casares, que entre otros logros prefiguró la realidad virtual en La invención de Morel, y de Silvina Ocampo, que recibió en vida el Premio Municipal de Literatura en 1954 y el Premio Nacional de Poesía en 1953 y 1962, perdurarán en la literatura argentina como dos de sus puntos más altos. Si imagináramos un Olimpo de escritores argentinos habría que ubicar a los dos autores junto a Borges, Lugones, Marechal, Sarmiento, Osvaldo Lamborghini, Sábato, Saer, Walsh, Arlt, Puig, Filloy, Fogwill, Aira o los recientemente fallecidos Laiseca o Piglia. Y, desde luego, que el apellido de Silvina perdurará, además, por el recuerdo de la influencia cultural que supo ejercer su hermana Victoria, desde la dirección de la revista Sur. 

A lo largo de sus vidas cultivaron la amistad de Jorge Luis Borges, compartieron la pasión por los libros y reunieron una biblioteca personal de alrededor de 17.000 títulos que hoy se hallan en un depósito en la Ciudad de Buenos Aires, pero que serán donados y trasladados a la sede de la Biblioteca Nacional en Barrio Norte, para la consulta del público. La confirmación de la noticia la brindó, Alberto Manguel, su nuevo director, quien en declaraciones en rueda de prensa sostuvo: " la biblioteca privada más importante de la Argentina, fuera de colecciones públicas, va a ser donada a la Biblioteca Nacional. Los donantes han firmado una carta de intención con los herederos. Yo veo esta futura donación como el primer paso del reintegro de tesoros nacionales a la Nación. Tenemos que detener la fuga de estos tesoros. Tenemos la obligación moral de conservarlos en el país". 

Durante la anterior gestión se intentó adquirir la biblioteca de Bioy y Ocampo pero los acuerdos no prosperaron. La novedad es que se firmó un carta acuerdo para realizar esta operación con los nuevos dueños. Los compradores finales de la biblioteca Bioy Casares-Ocampo fueron: Eduardo Escasany y el Banco Galicia; Ricardo Torres y Sandra Sakai; Anna Gancia; Fundación Bunge y Born; Marcela Zinn; la Fundación Páremai Fractal; Alejandro Stengel y María Cecilia Bullrich; y la Fundación del Banco de la Nación Argentina. El precio pagado por el lote de libros, según los representantes del Banco Galicia, fue de unos 400 mil dólares.

La donación, que consta de 10 lotes de 33 cajas cada uno, contiene algunas joyas de la literatura universal como la obra completa de Sir Thomas Browne; "La rama dorada", de James George Frazer; todos los folletos de la vanguardia surrealista traídos directamente de Francia por Silvina Ocampo, así como primeras ediciones de la obra de Bioy Casares, de Jorge Luis Borges, notas, manuscritos y revistas, entre muchas piezas de gran valor. 

Acerca de como se consiguió materializar esta donación, Manguel sostuvo: "como no tenemos la plata, contamos con la generosidad de ciudadanos argentinos y fundaciones que quieren invertir en la cultura y dar a instituciones como la Biblioteca lo que les pertenece. Esta importante biblioteca privada tiene su lugar natural en la Biblioteca Nacional. Antes de morir, Bioy Casares dijo que quería que su biblioteca estuviese aquí".