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El presidente Javier Milei vetó la reforma a la movilidad jubilatoria aprobada recientemente por el Congreso, argumentando que su implementación afectaría gravemente las cuentas fiscales del Gobierno, poniendo en peligro el superávit y el plan económico vigente. El decreto que oficializa el veto será publicado en el Boletín Oficial entre la medianoche del domingo y el lunes.

El veto presidencial se dio después de una reunión en Casa Rosada con legisladores de La Libertad Avanza, el PRO y aliados de la Cámara de Diputados, donde se trazó una hoja de ruta para asegurar apoyo en la votación que ratifique la decisión de Milei.

Los argumentos de Milei para vetar la reforma jubilatoria: el impacto en el Presupuesto

El decreto señala que la iniciativa aprobada por el Congreso “es manifiestamente violatoria del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento”. En este swntido, brinda precisiones sobre el costo estimado de la medida, que sería de 6,16 billones de pesos para 2024 y 15,43 billones de pesos para 2025, equivalentes al 1,02% y 1,64% del PBI de esos años, respectivamente.

"La cifra mencionada tornaría imposible cumplir con las metas fiscales fijadas por el Gobierno para el actual ejercicio fiscal y los siguientes", indicaron desde Casa Rosada. El veto presidencial refuerza el compromiso de evitar la emisión monetaria y mantener el déficit cero, pilares del plan económico del gobierno liberal.

Qué pasa ahora con el veto 

La decisión de Milei ha generado críticas y apoyo en el ámbito político. Aunque la fórmula de movilidad jubilatoria había sido aprobada por el Congreso, con votos de senadores oficialistas y opositores, la falta de consenso sobre su impacto económico llevó al Gobierno a concentrar esfuerzos en alinear a los legisladores aliados para evitar futuras derrotas legislativas. El jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, advirtió que la oposición no alcanzará los votos necesarios para revertir el veto: "Con la presencia nuestra no van a llegar a los dos tercios".

La medida ahora queda en manos del Poder Legislativo, que deberá decidir si insiste en la promulgación o acepta el veto presidencial, en medio de un escenario político marcado por las negociaciones y alianzas clave para el Gobierno, publica I.