La salida de Rodríguez Chirillo pone en riesgo la continuidad del influyente Morales en Energía y su manejo de cuotas anuales para los “garraferos”
Tras el despido de Eduardo Rodríguez Chirillo, la duda es qué pasará con su asesor más poderoso, Carlos “El Pelado” Morales. Su rol con las cuotas entregadas a fraccionadores de Gas Licuado de Petróleo (GLP), conocidos en el sector como “La Mafia de las Garrafas”.
Llegó al Enargas durante el gobierno de Alberto Fernández; se hizo influyente en la Secretaría de Energía apoyado en el entonces subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal; y sobrevivió travistiéndose de libertario gracias a Eduardo Rodríguez Chirillo, que fue secretario de Energía hasta ayer. Este hecho puede ser una bisagra en la corta pero rentable carrera de Carlos “El Pelado” Morales en el sector. Vivienda en Puerto Madero, trajes y relojes caros, llegada al Palacio de Hacienda en una moto Vespa, todo con un sueldo cercano a $ 1,9 millón como funcionario jerárquico del Enargas.
De arranque, la llegada de María Tettamanti a Energía podría desalojarlo del sector, incluyendo su privilegiada “corner office” en Yrigoyen y Paseo Colón, con una vista privilegiado. Morales estaría nombrado en comisión dentro de la secretaría y volverá al Enargas, donde es planta permanente.
Pero esa es la hipótesis de mínima. La de máxima, si se toman en cuestiones sus “gestiones” anteriores, es eyectarlo de todos lados. Dos temas se le atribuyen con claridad a Morales. Uno es conseguir que el mismo juez otorgara recursos de amparo a diversas cooperativas eléctricas para no pagarle a CAMMESA, a pesar de cobrarle la factura a sus clientes. Esto fue contado en una nota anterior de Minuto de Cierre (https://www.minutodecierre.com/nota/2024-10-14-14-47-0-carlos-morales-el-hombre-de-los-negociados-en-energia-garrafas-con-bernal-vivienda-en-puerto-madero-con-sueldo-del-enargas-y-amparos-para-que-las-cooperativas-no-le-paguen-a-cammesa). El otro tema, quizás más escandaloso, es el manejo de las cuotas entregadas a los fraccionadores de GLP. En lenguaje más sencillo, las empresas que venden garrafas a precios generalmente exorbitantes.
La Mafia de las Garrafas: “salí de ahí, Maravilla”
Cualquier ex funcionario al que se le consulte por el tema, la reflexión es siempre la misma: con los “garraferos” no se pueden meter. Por ello, durante la gestión de Sergio Massa en Economía, se eligió subsidiar a los consumidores. “Cuando vi el alto precio de las garrafas, y la conformación de monopolios regionales, empecé a investigar soluciones. Los que conocen el sector me recomendaban evitar el tema, hasta que uno de ellos me dijo “Salí de ahí, Maravilla”, y ahí me quedaron claras muchas cosas”, cuenta alguien que tuvo un alto cargo en el área, pidiendo -casi rogando- reserva de su nombre.
La competencia de la Secretaría de Energía con respecto a las garrafas incluye temas clave: el otorgamiento de cuotas anuales y el control de calidad principalmente. Con respecto al primer tema, el comentario extendido es que Morales armó el “esquema” vigente con Federico Bernal, durante el gobierno de Alberto Fernández.
Los críticos apuntan a cierta discrecionalidad. Por ejemplo, una empresa puede declarar que tiene 1.000 garrafas, y recibir la cuota anual correspondiente a ella, pero tiene 600 y el resto las consigue. “Se consiguen garrafas hasta de contrabando, traídas desde Bolivia”, cuenta un ex secretario de Estado.
Las empresas favorecidas son generalmente tres, cada una con su dominio regional. Amarilla Gas, originaria de Chaco y con fuerte presencia en todo el Noroeste. Sus dueños tendrían una fuerte amistad con Elisa “Lilita” Carrió. Tanto que, cuando José Luis Sureda, secretario de Recursos Hidrocarburíferos en 2016 y 2017, echó a siete funcionarios del área por este tema, Carrió salió a cruzarlo públicamente.
Extragas es otro de los gigantes del sector, con buena llegada a Morales. La mayor parte de sucursales las tiene en toda la Provincia de Buenos Aires, pero también llega a Entre Ríos, Córdoba, Chaco, Corrientes o Santiago del Estero. No se pisa geográficamente con Amarilla Gas. También es importante la empresa Italgas. Su planta está ubicada en General Las Heras, Buenos Aires. Llega a prácticamente toda la provincia. El reparto de cuotas de GLP lo armaron Bernal y el “Pelado” Morales, en un esquema que Gonzáles Chirillo avaló para su continuidad. En ese marco, YPF suele ser una de las más perjudicadas.
Con la liberación del precio de las garrafas, oficializada en agosto de este año, una de 10 kilos puede pagarse más de 100.000 pesos. Aunque tampoco se fiscalizaba si resultaba más barata durante este crudo invierno. En el sector energético, con mucho jugador grande y siempre sujeto a prácticas de Compliance, a los fraccionadores de GLP se los conoce como “La Mafia de las Garrafas”.
Hasta ahora, tenían a Morales como su lugarteniente, lobista o representante en la Secretaría de Energía. “Es un sector que maneja mínimo un millón de dólares en negro por año”, apunta un ex secretario de Estado. ¿Seguirá Morales a cargo del tema, o lo correrán?
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