01 de Abril de 2020 - 22:53

Coronavirus: Murió hombre que había ocultado síntomas en un vuelo de Madrid a BUE

Carmelo Giglio estaba internado en una clínica de Ezeiza.

Carmelo Giglio, el hombre de 78 años que se había descompensado en un vuelo proveniente de Madrid, murió anoche en una clínica de Ezeiza, donde estaba internado desde que llegó al país.

Giglio había tomado el vuelo 1133 de Aerolíneas Argentinas, donde viajaban 290 pasajeros y 19 tripulantes, que estaban esperando el resultado del test.

Dos horas después de comenzar el vuelo, Giglio comenzó a sentirse mal y pidió asistencia. Dos médicos que viajaban a bordo del avión, Yair Atum y Federico Riorda, lo atendieron y le salvaron la vida. Durante la intervención, descubrieron que el hombre había ocultado su estado de salud.

Apenas aterrizó el avión en Buenos Aires, Giglio fue trasladado en ambulancia a una clínica de Ezeiza. Su cuadro fue empeorando hasta que finalmente falleció anoche. “Había empezado a mejorar pero tuvo una falla renal y terminó con una falla mutiorgánica”, dijo una fuente médica que conoce los detalles de los últimos días.

Giglio, oriundo de la provincia de Neuquén, se había ido de vacaciones a Europa junto a su mujer, su cuñada y su concuñado. Con la crisis sanitaria, decidieron suspender el viaje y volver a la Argentina.

Según relataron los familiares durante el vuelo, una semana antes de viajar comenzó con fiebre. Llegó a tener casi 39 grados. Llamó varias veces a los números oficiales en Madrid y, siempre según esa versión, le recomendaron que tomara paracetamol.

El cuadro se agravó antes de volar: comenzó con tos y problemas para respirar. Sin embargo, ocultó todos los síntomas y se subió al vuelo de Aerolíneas.

Muchos de los pasajeros de ese vuelo con domicilio en la provincia de Buenos Aires y en el resto del país. pudieron volver a sus casas por sus propios medios. Solo los que tenían domicilio en la Ciudad fueron a cumplir la cuarentena en hoteles porteños.

Uno de los médicos que le salvó la vida, Federico Riorda, viajó ese mismo día a Córdoba en otro avión de Aerolíneas.

“Yo me tomé un taxi para ir a Aeroparque. El primer taxista no me quiso llevar porque le expliqué la situación que había vivido. El segundo taxista accedió”, le contó a Infobae desde su domicilio, donde atraviesa la cuarentena.

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