31 de Marzo de 2020 - 11:57

El gobierno porteño y sus proveedores: algunos cobran 90% en bonos, y otros 100% en efectivo

La Ley 6282, que le permite al gobierno porteño emitir hasta $ 9.000 millones en bonos, habilitó un mecanismo de discrecionalidad. Los diferentes proveedores pueden recibir 30%, 50%, 70% o hasta 90% de la deuda acumulada a fines del año pasado, mediante títulos a pagar en dos años. Mientras que otros cobran el 100% en pesos.  

“A mí me pagaron todo en pesos, nada de bonos”, le admitió a Minuto de Cierre un importante proveedor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Otros, en cambio, cobran en bonos. La discrecionalidad es un argumento que nadie se molesta en negar. Aunque buscan explicarla. "Siempre se le pagó todo o casi todo en pesos a los proveedores de materiales críticos, y mucho bonos a los de obra pública", admite un ex alto cargo del gobierno porteño durante las intendencias de Mauricio Macri. "La criticidad siempre es el criterio. Los proveedores de Educación y Salud siempre cobran antes y en pesos; los otros van a la fila", admite un actual funcionario de Horacio Rodríguez Larreta. 

Sin embargo, más allá de esta política permanente de la administración porteña, muchos se quejan de la actual dureza del gobierno porteño para negociar. “Me apretaron para que acepte 70% en bonos y 30% en pesos. No me quedó otra que aceptar”, admite quejumbroso uno de ellos. Para luego consolarse: “después de ver que a un colega mío le pagaron 90% en bonos, hasta me sentí beneficiado”, agrega.

En esta nota se revela el documento que prueba el mecanismo discrecional: cómo un proveedor aceptó cobrar 90% de los $ 51,8 millones que le debían en bonos. Apenas se llevó a la cuenta de la empresa $ 5.186.406. En tanto que los restantes $ 46.677.601 los cobrará a lo largo de dos años. Además de aceptar esa modalidad, la “Nota de Aceptación de Pago” dice explícitamente que renuncia “a entablar futuras acciones legales contra el Gobierno de la Ciudad por el mismo hecho”. En lo que va de 2020, quizás por necesidades de caja, la habitual discrecionalidad de la administración porteña dio un paso más. “Más allá de la discrecionalidad histórica, con el criterio de servicios o bienes críticos, nunca vi tanta discriminación o diferencia de criterio dentro de un mismo sector”, apunta uno de los dos funcionarios consultados. 

 

Hecha la ley, hecho el negocio: casi el 80% emitido

 

El mecanismo para dilatarle el pago de la deuda a proveedores fue habilitado mediante una ley, la 6282, sancionada el 5 de diciembre pasado en la Legislatura porteña. Esa ley habilita al Ejecutivo porteño a emitir “en el mercado local un título de deuda” por hasta $ 9.000 millones. De este total permitido ya se emitieron alrededor de $ 7.000 millones, casi el 80% de lo que habilita la ley. 

El plazo mínimo de los bonos es de un año y la tasa de interés es BADLAR, es decir, un ritmo cercano al de la inflación. Pero el pago comienza al año de aceptar el bono, y termina 12 meses después. Por ejemplo, el proveedor que aceptó $ 46,67 millones en ese instrumento, comenzará a cobrar en marzo del año próximo, y terminará de hacerlo en igual mes del 2022.

Aunque también puede vender esos títulos en un mercado secundario de deuda. La misma ley, de apenas 4 artículos más uno de forma, establece que los títulos “podrán ser al portador, nominativos o escriturales, y/o estar representados por uno o varios certificados globales depositados en entidades de registro del país y tendrán un valor nominal un peso cada uno”. Este simple párrafo habilita la existencia de un mercado secundario de deuda, donde los que tienen mayor espalda financiera hacen negocio a costa de los proveedores con menos posibilidades. Algunos de estos últimos ya empezaron a recibir “ofertas” para deshacerse de sus bonos a cambio de importantes quitas.

 

SES, la constructora que supuestamente vendió “Nicky” Caputo, cobrador privilegiado

 

La constructora de obra pública SES, tan exitosa en Ciudad de Buenos Aires como Lázaro Báez lo fue en Santa Cruz, era 50% de Nicolás Caputo. La versión oficial dice que en 2016 la vendió a Patricio Farcuh, el “dueño” del correo privado OCA, de muy buenos vínculos con Hugo Moyano. Según otra versión oficial, “Nicky”, el “hermano de la vida” de Mauricio Macri, se deshizo de SES en 2018, como parte del paquete que le vendió a la desarrolladora TGLT, de Federico Weil.

Sin embargo, las curiosas ventas de SES, de un empresario grande a otro más chico, no le hicieron mella en su buena estrella dentro del gobierno porteño. SES sigue ganando obras, y no tuvo que penar con bonos por su deuda hasta el 31 de diciembre. Según dos fuentes que conocen el tema, habría cobrado toda su deuda -al 31 de diciembre- en pesos. Aunque una de las fuentes consultadas en el gobierno porteño dice que no es así. "Históricamente SES cobró 50% en bonos y 50% en pesos", apuntó. 

Suerte más adversa tuvieron otras empresas del mismo rubro. Por ejemplo, a Posse le pagaron 70% en bonos y 30% en pesos. A otras le ofrecieron 50/50, y siguen negociando. El recaudo de obligar a los proveedores a renunciar a futuros juicios es clave para evitar problemas a futuro. Pero la polémica puede quedar instalada en términos políticos. 

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