20 de Febrero de 2020 - 16:02

Bonistas ven inevitable una quita y estarían dispuestos a hacer concesiones

El Fondo Monetario Internacional reclamó a los acreedores privados que pensaran en una “contribución apreciable” en la renegociación de su deuda con la Argentina y a Wall Street llegó el mensaje sin demasiada sorpresa y con cierta resignación. Los bonistas ven inevitable una quita y, según expertos consultados están dispuestos a hacer concesiones.

Hans Humes es uno de los líderes y voceros de los acreedores privados que renegociará la deuda con el gobierno argentino. Tiene experiencia en el tema, ya que fue copresidente del Comité Global de Bonistas de Argentina tras el default del 2002. También en la reestructuración de la deuda de Grecia. Fundador y presidente de Greylock Capital, afirmó que “los acreedores privados están dispuestos a hacer concesiones de la misma manera que el FMI”.

Humes agregó que “el Fondo y los acreedores privados tendrán que trabajar con Argentina para proporcionar un alivio suficiente sobre la base del valor presente neto para permitir que el gobierno argentino cubra las necesidades sociales básicas de sus poblaciones. De hecho, no nos sorprende la declaración del FMI, pero hubiéramos recibido con agrado más datos analíticos que podrían ser la base para ver qué brechas existen y cómo los acreedores pueden ayudar a cerrar esas brechas”.

Desde el comienzo de la gestión de Alberto Fernández, los bonistas vienen reclamando precisiones sobre el plan económico y las metas fiscales, de crecimiento e inflación para poder evaluar la futura capacidad de pago de la Argentina y de esa manera evaluar una futura oferta. Así se lo reclamaron en persona al ministro Martín Guzmán cuando estuvo en Nueva York a fines de enero.

Sobre qué tipo de quita cree posible, Humes señaló: “Veremos lo que se presenta. Es fundamental que Argentina y la Provincia de Buenos Aires busquen asesores financieros para poner esta crisis en el contexto adecuado de cómo se han manejado las cosas en otros países. El ministro Guzmán tiene una comprensión sofisticada de los problemas de deuda. Lo que es necesario es que haya alguien con habilidades pragmáticas complementarias que asesore. Muchos de los acreedores involucrados en este proceso han pasado por situaciones más complicadas que las que presenta Argentina ahora”.

“Cuando hay un proceso de colaboración, basado en un sólido plan económico que promueve el crecimiento y reduce la pobreza, estoy seguro de que encontraremos una solución que funcione. El tema de los recortes de capital o las concesiones de interés son solo diferentes opciones que deberán negociarse cuando se inicie un proceso más formal”, afirmó.

Y puso un ejemplo: “En el caso de Grecia, aceptamos una quita del 53,5%. El sector oficial negoció una reducción del valor presente neto que fue similar, pero fue con extensiones de vencimiento extremadamente largas y reducciones en las tasas de interés”. Humes, sin embargo, aclara que nuestro país “no está cerca de la situación en la que estaba Grecia o francamente donde estaba Argentina en 2001”.

Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners, señaló que “es Argentina quien debe hacer una propuesta, que debe estar consensuada con el FMI si se le solicita al organismo que extienda los vencimientos de capital en los próximos años”.

Para el experto, “una quita en valor presente es inevitable. Debe ser una combinación de factores: reducción en los cupones de interés, extensión de los vencimientos de capital y quita del principal adeudado”, señaló, y entiende que la contribución significativa que el organismo está pidiendo a los bonistas “implica una quita de más del 50%, aunque los precios en el mercado secundario ya están asumiendo ese recorte”.

Piedrahita cree que “el FMI naturalmente apoya la posición del ministro Guzmán, pero esto es lo usual para la entidad en esta etapa. No hay claridad sobre lo que el funcionario le pide al FMI, si un programa de Facilidades Extendidas u otro Stand by”.

Y resalta el marco político de la negociación: “el apoyo de Estados Unidos es clave, pero la política exterior de Alberto Fernández o los comentarios de Cristina Kirchner no ayudan para lograr un apoyo político de la administración Trump. No queda claro que tendrán ese apoyo”.

 

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