16 de Febrero de 2020 - 13:10

“No estoy dispuesto a que en mi asunción esté el dictador Maduro”

El presidente electo de Uruguay aseguró que la decisión de no invitar a representantes del régimen chavista a la ceremonia pautada para el 1 de marzo fue suya. Además, reiteró que tampoco habrá enviados de Cuba y Nicaragua. Alberto Fernández no asistirá por la apertura de sesiones extraordinarias en el Congreso

 

“No estoy dispuesto a que en nuestra asunción esté el dictador Maduro. Es una decisión personal, de la cual me hago cargo. Esto no es Cancillería, esto no es protocolo, esta es mi persona que tomó esta decisión”, afirmó el presidente electo de Uruguay. En declaraciones radiales, Luis Lacalle Pou explicó que su decisión no afectará el comercio con Venezuela, dado que la situación con ese país ya estaba “bastante complicada”.

De hecho, el mandatario electo aseguró que en la ceremonia de asunción pautada para el 1 de marzo tampoco habrá representantes de los regímenes de Cuba y Nicaragua. “Uruguay mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con muchas naciones y estados, eso no significa que se invite o no se invite a determinados mandatarios”, dijo Lacalle Pou. Y agregó: “Una cosa no quita la otra. Que uno tenga relaciones comerciales por el interés nacional es distinto a valorar que se violentan y violan los derechos humanos, entre otros países en Venezuela”.

De todas formas, aunque fue Lacalle Pou quien decidió no invitar a Venezuela, Cuba y Nicaragua, la medida fue ejecutada por el Gobierno saliente de Tabaré Vázquez, ya que organizan conjuntamente la investidura presidencial.

El que será el nuevo ministro de Exteriores de Lacalle Pou, Ernesto Talvi, ya adelantó que el nuevo Gobierno reconocerá como “presidente legítimo” de Venezuela a Juan Guaidó. Esta decisión marca un cambio de rumbo en la política exterior uruguaya, ya que el Frente Amplio siempre respaldó al chavismo.

El presidente Alberto Fernández confirmó este sábado que no asistirá a la ceremonia de asunción del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y, como consecuencia, dejó también en suspenso la esperada primera reunión con su par brasileño Jair Bolsonaro. 

En ese sentido, explicó que justo en esa fecha -por mandato constitucional- debe inaugurar la sesiones ordinarias del Congreso y dar un discurso sobre la situación del Estado. “Es un día complicado para nosotros”, señaló con el objetivo de que “nadie malinterprete” su ausencia como un gesto de desdén.

En Brasilia, el canciller Solá había pedido el apoyo de Brasil en la renegociación de la deuda externa de Argentina con el Fondo Monetario Internacional. El ministro dijo también que no había pedido una “respuesta positiva inmediata”.

 

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