15 de Diciembre de 2019 - 15:14

Alberto convocará a industriales, el campo y los gremios a un pacto social

Alberto Fernández abre el juego y el diálogo. En su segunda semana como presidente, convocará a los industriales, las entidades del campo y a los gremios a una reunión para poner en marcha lo que se conoce como Pacto Social.

Fernández cursará en estas horas la invitación a las cúpulas de la Unión Industrial Argentina (UIA), la CGT y la CTA, y a la Mesa de Enlace. El encuentro será esta semana aunque no definió el día. Lo hará luego de disponer la actualización de las retenciones a las exportaciones, medida que despertó críticas de las entidades rurales.

Fernández, siendo candidato, se reunió con empresarios y autoridades rurales, en lo que fue una previa del Pacto Social, definición que por semántica o peso histórico, el albertismo le escapa. El presidente se pondrá al frente de esa reunión para iniciar un "análisis integral" en medio de la "crisis excepcional que requiere medidas excepcionales", según la definición del jefe de Gabinete Santiago Cafiero.

En una charla que mantuvo con colaboradores en Olivos, Fernández dijo que "preferiría no tener que actualizar las retenciones" pero que es necesario. "El Estado se debe financiar y todos los sectores deben aportar", señaló. Parte de la misma danza son disposición de establecer el llamado "dolar turista" y avanzar, aunque no se fijó el monto, con un aumento a jubilaciones y beneficiarios de AUH. Capítulo aparte requiere Bienes Personales, que está bajo el foco oficial: habrá un aumento de las alícuotas y un "premio" a los que traigan sus bienes en el exterior.

"El objetivo es buscar puntos de acuerdo para hacer crecer la economía" repite, casi como un mantra, el presidente. A su lado, miran críticamente los planteos que se bajan en lo que, con ironía, consideran "el manual del perfecto liberal". "Todos piden que no haya déficit fiscal pero no quieren pagar impuestos" apuntan desde el albertismo primer anillo y cuestionan las posturas clásicas del liberalismo. Dan un ejemplo: "Bajaron las retenciones a la minería pero bajó la producción minera". Hay, ahí, un indicio.

Con el tema retenciones sobre la mesa, Fernández apuesta a abrir una instancia de diálogo más amplio que incluya a la UIA y a los gremios, luego del DNU que firmó el viernes con el que declaró la emergencia ocupacional que fija, entre otras medidas extraordinarias, la doble indemnización en caso de despidos. Aunque es abierta, Fernández tiene varios temas para poner sobre la mesa: uno de ellos tiene que ver con las revisión de las tarifas. Expondrá su posición que consiste, en estas horas, en avanzar con la desdolarización pero, además, anular los aumentos programados para los próximos meses.

Buscará, también, sistematizar las gestiones que iniciaron el ministro de Desarrollo Productivo y el de Salud, Matías Kulfas y Ginés González García, con el complejo alimenticio y los laboratorios, para establecer acuerdos de precios. En paralelo, la Casa Rosada apunta a reactivar con más despliegue que en la era Macri, el programa de Precios Cuidados. "No habrá congelamiento", según le dijo Cafiero a Clarin (ver página 4) 

Tiene otros expedientes en danza. Con datos en la mano en gobierno plantean que la baja de aportes patronales que dispuso Mauricio Macri en 2018 no sirvió para generar más empleo -hubo, de hecho, 140 mil despidos en 2019- sino que además "desfinanció el PAMI". La reunión del presidente con la UIA, los gremios y el campo ocurrirá en la misma semana que ingresará al Congreso el proyecto de "Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Económica", para su tratamiento durante las sesiones extraordinarias.

Ese texto es, en esencia, para autorizar al Ejecutivo y organismos como ANSeS, a tomar medidas excepcionales. No habrá, en principio, ninguna medida que tenga que ver con el congelamiento de precios ni de tarifas.

Es otra carta que expone Fernández: a pesar de haber dispuesto la "actualización" de las retenciones al agro y la doble indemnización por 180 días, quiere abrir una mesa de diálogo entre la UIA, el campo y los gremios para discutir otras medidas. Una lectura política: el gobierno no quiere que la discusión con las entidades del campo se limite -o se reduzca- a la cuestión de las retenciones.

 

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