07 de Julio de 2019 - 10:31

"Leo" Gorbacz, padre de la derrota y la transición fantasma en Tierra del Fuego: se fue de viaje y no aparece por la isla

En las últimas semanas, en Tierra del Fuego es casi imposible encontrar funcionarios importantes del gobierno provincial. Tras la derrota electoral del 16 de junio ante Gustavo Melella, “se fueron todos”, según confiesa alguien que trabaja para Bertone. La gobernadora firmó un decreto para la transición de gobierno, pero nadie de su equipo aparece para hacerlo efectiva.

“Me voy dos días de viaje, después te llamo para empezar la transición”. El emisor de la frase parecía sincero y comprometido, aunque el receptor dudó sobre la generosa promesa de tomarse apenas dos días tras la durísima derrota electoral que sufrió su jefa política Rosana Bertone: Gustavo Melella la doblegó por 50,9% a 37,8%, obteniendo un histórico triunfo en primera vuelta (segunda vez en la historia electoral de la provincia más sureña del país).

El que prometió ponerse a trabajar al tercer día fue Leonardo "Leo" Gorbacz, jefe de Gabinete de Tierra del Fuego; el que escuchó desconfiando fue quien cumple la misma función en web municipio de Río Grande, Agustín Tita. Desde ese momento, a fines de junio, hasta ahora, a Gorbacz no se lo vio más por la isla. 

Como tampoco a la mayor parte del gabinete de Rosana Bertone. Ella misma, inclusive, está en Buenos Aires y asistió a un reunión de gobernadores con el candidato del peronismo a la Presidencia, Alberto Fernández. “Desde que se fue, Gorbacz no volvió a la isla. La realidad es que los funcionarios de Rosana (Bertone) están casi todos en Buenos Aires, no quedó nadie en la isla”, se sincera una colaboradora del gobierno provincial.

Transición a ciegas: ¿u$s 160 o 170 millones?

El 24 de junio, la gobernación de Tierra del Fuego publicó el decreto 1877/2019, por el cual se establecieron los pasos administrativos para una transición ordenada del Poder Ejecutivo, considerando que Melella recién lo asumirá el 17 de diciembre propio. Con su firma, la actual gobernadora designó al jefe de Gabinete, Leonardo Gorbacz, como el funcionario responsable de recopilar toda la información de ministerios, secretarías, subsecretarías y entes descentralizados de la actual gestión, para ser entregada al gobierno electo.

El decreto también propuso que el gobierno electo designe a una persona responsable como interlocutor válido y autorizado para acceder a toda la información que fuera solicitada. Melella designó para ello a Agustín Tita, secundado por el Oscar Bahamonde y Gabriela Castillo, respectivamente secretarios de Finanzas y Obras y Servicios Públicos de Río Grande. 

Con la comunicación absolutamente cortada entre Bertone y Melella, Tita y Gorbacz se pusieron en contacto de inmediato. Pero desde ese momento fue imposible, para el equipo del ganador de las elecciones, encontrar a los funcionarios de Bertone. Para colmo, declaraciones de la gobernadora quejándose porque su sueldo es menor al de los intendentes, echaron más hielo sobre la relación.

Hasta ahora, la transición no avanzó nada. A tal punto que, por ejemplo, en la última semana la gente de Melella escuchó decir que al fondo para obras públicas (constituido por la deuda de u$s 200 millones tomada en 2017 al 9%) le quedaban 160 o 170 millones de dólares, según la versión escuchada. “Melella no se puede quejar, cuando asuma tendrá u$s 170 millones para hacer obras”, apuntó un funcionario clave del gobierno provincial. “Gustavo recibe una provincia más ordenada de la que recibió Rosana, con u$s 160 millones para hacer obras”, apuntó otro. Como si 10 millones más o menos no fuera una diferencia importante.

“A esta altura, con lo que nos van a mentir, dudo que sirva para algo hacer reuniones”, se sinceró ante Minuto de Cierre un funcionario muy cercano a Melella. “Quizás nos propongan hacerlo para la foto y nada más. Pero nosotros queremos saber el estado real de las cuentas de la provincia, las fotos nos interesan poco y nada”, agregó. 

"No entendemos cómo, por un lado, dicen que van a dejar una provincia ordenada; y por otro que no alcanza la plata. Es un discurso contradictorio", apuntaron varios funcionarios de Melella sobre Bertone. "Deben a proveedores, no alcanza el dinero ni para comprar elementos de limpieza, y por otro lado sacan una licitación par comprar lámparas de bajo consumo domiciliario. Parece que gastan la plata selectivamente,con proveedores privilegiados", se quejó otro. 

Gorbacz, el padre de la derrota

En un país donde las victorias tienen innumerables padres y las derrotas son huérfanas absolutas (excepto por el reconocimiento de Eduardo Duhalde en las elecciones legislativas de 1997), nadie se reconoce a sí mismo como responsable de una catástrofe electoral. Pero, más allá de la evidente diferencia de talento político a favor de Melella sobre Bertone, la actual gobernadora descansó su estrategia sobre un casi único responsable: el jefe de Gabinete, Leonardo Gorbacz.

El sábado antes de las elecciones, Gorbacz hasta se permitió aparecer muy jocoso en el Hard Rock Café de Ushuaia junto a gran parte del equipo político de la campaña: el secretario de Medios Pablo Cabas, los consultores Hugo Haime y Marilú Brajer, entre otros. Se sabían mariscales de una derrota próxima, pero sus rostros no se daban por enterados.

“Es difícil entender la mentalidad de Rosana. Le otorgó el manejo de la transición a Gorbacz, que es el responsable de su armado político de los últimos cuatro años, el ministro más cuestionado y el menos respetado. Ninguno de los ministros del gobierno que integra lo quiere”, apuntó un político experimentado de Tierra del Fuego. “No se termina de entender cuál es el manejo y la fuerza que tiene sobre la gobernadora”, agregó.

Gorbacz, ex hombre de Elisa “Lilita” Carrió a través de Alternativa por una República de Iguales (ARI), se fue ganando la confianza de Bertone hasta ser la figura más influyente -y también la más nociva para ella- de su entorno. A comienzos de junio, cuando dos consultoras le dijeron a Bertone que tenía serias chances de perder con Melella sin necesidad de balotaje, le encargó Gorbacz que piense una estrategia para evitarlo.

La “genialidad” que se le ocurrió al ex ARI fue la movida judicial para prohibir algunas de las listas colectoras que apoyaban a Melella. En una medida inédita, el sábado previo a la elección, 15 de junio, casi sobre el filo de la medianoche, la justicia provincial prohibió algunas de las listas que apoyaban a Melella. Y el domingo de la elección, a las 11 de la mañana, las mismas se retiraron de los cuartos oscuros de votación.

Además de ser un acto sin precedentes en la democracia argentina, funcionó como confesión del oficialismo provincial de que estaba a punto de perder las elecciones. La estrategia de Gorbacz fue nafta sobre el fuego que significaron los tres años y medio de un gobierno provincial donde él fue un funcionario clave. 

La semana que viene el gobierno nacional publicacrá en el Boletín Oficial el decreto de necesidad y urgencia que firmó el presidente de la Nación, Mauricio Macri, para llamar a licitación pública nacional e internacional para la construcción del primer tramo del gasoducto troncal que unirá la formación neuquina de Vaca Muerta con la localidad bonaerense de Saliquelló.

La licenciataria, que llevará el nombre Transportadora Gas del Centro (TGC) para sumarse a la del sur (TGS) y la del norte (TGN), tendrá a su cargo la construcción y la prestación del servicio de transporte de gas natural mediante un gasoducto, con un adjudicación por 35 años prorrogable por otros 10.

El proyecto de inversión demandará entre 1.700 y 2.000 millones de dólares y prevé una primera etapa de 590 kilómetros entre Tratayén, en la provincia de Neuquén, hasta la ciudad bonaerense de Salliqueló, donde el nuevo gasoducto podrá conectarse con el sistema actual de transporte de TGS para llegar al Gran Buenos Aires y el Litoral.

La segunda parte de la obra se extendrá desde las proximidadades de Bahía Blanca hasta un punto del sistema de transrpote de TGN próximo a San Nicolás. Ambas etapas sumará un total de 1.100 kilómetros de gasoducto, con una capacidad de 40 millones de metros cúbicos diarios.

 

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