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El objetivo del oficialismo apunta a compensar con votos cordobeses la paridad que se anticipa en la provincia de Buenos Aires. Después del 37% del padrón electoral que concentra la provincia hoy gobernada por Vidal, el territorio con más peso en los padrones es el de Juan Schiaretti, con 8,6%. Allí, hace cuatro años, Cambiemos obtuvo un 53% en octubre (3% más que en Ciudad de Buenos Aires) y un 73% en el ballotage contra Daniel Scioli.

Aunque según todas las encuestas hoy el macrismo estaría lejos de esos porcentajes, el Presidente espera apoyarse en la “neutralidad” de Schiaretti, quien ayer recibió al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, pero multiplicando sus señales de independencia respecto de las fórmulas presidenciales. También tiene en cuenta que la “tercera vía” propuesta por el economista Roberto Lavagna parece no terminar de hacer pie en la provincia.

Así, la estrategia oficial para Córdoba, ratificada en el encuentro de este miércoles en Parque Norte, apunta a polarizar al máximo con el Frente de Todos en la provincia. Desde Juntos por el Cambio consideran que las heridas de la interna cordobesa entre el diputado Mario Negri y Ramón Mestre ya están saldadas y pueden dar la pelea contra el peronismo.

Considerando que en agosto de 2015 Macri sacó casi 20% menos que en octubre, el objetivo oficial es lograr un piso del 40%, apostando a quedar lo más cerca posible del 50% en las primarias.

Más allá de las recurrentes señales de cercanía que Schiaretti estuvo dispuesto a mostrar con la Casa Rosada, esta vez no habrá foto entre el gobernador y el Presidente, ya que se ausenta de su provincia por un viaje a España.