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Por Antonio D´Eramo

 

La reunión de Roberto Lavagna con el Fondo Monetario Internacional (FMI), realizada este lunes, fue el botón de muestra del doble estatus de Roberto Lavagna: no plantea una oposición abierta a la candidatura presidencial de Sergio Massa, líder del Frente Renovador (FR); pero va cultivando su perfil de presidenciable. "Estamos trabajando para una fórmula de Roberto (Lavagna) con Miguel (Pichetto). Sabemos que tiene la resistencia de Massa, pero entendemos que es la mejor alternativa para este momento del país", le confesó a Minuto de Cierre un importante hombre del peronismo, que no sólo tiene vínculo con los dos miembros de la probable fórmula, sino que además está entre los mejores cuadros técnicos de Alternativa Federal.

Por otra parte, y aunque Massa ejerce mucha influencia sobre algunos periodistas y medios de comunicación, a nadie escapa que el FMI se reunión con "presidenciables" como Juan Manuel Urtubey o Roberto Lavagna, o economistas como Axel Kicillof, pero no con Massa. Además de otro hecho evidente: muchos dirigentes abandonaron el Frente Renovador (Felipe Solá, Daniel Arroyo, Facundo Moyano, entre otros) en disconformidad con la conducción de Massa. 

Algunas encuestas que miden tanto a Lavagna como a Massa dejan mejor posicionado al ex ministro de Economia de Néstor Kirchner (y Eduardo Duhalde) que al ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. La diferencia entre ambos, que juega a favor de Lavagna, parece ser el techo de cristal que marca el rechazo de la población hacia sus figuras. En este sentido, parece más bajo el techo de Massa (aunque debería verse qué ocurre en un eventual con Macri) que el del economista.

"Lavagna demostró ser el mejor conduciendo una crisis política. Y Pichetto, gestionando crisis políticas. Si logramos transmitir eso al electorado, tenemos una enorme ventaja", se entusiasma -quizás con exceso- uno de los promotores de esta fórmula. Y agrega que "Miguel es el único que puede negociar las leyes que serán necesarias en 2020. Tendremos que refundar el país, y para eso hace falta un constructora de consensos". 

En cuanto a Massa, por ahora cultiva el bajo perfil y trata de mejorar su figura, incluyendo clases con fonoaudióloga, tal cual lo aconsejaran algunos de sus asesores más cercanos. Habrá que ver si puede quebrar la mala imagen que fomentaron los eficaces trolls de Marcos Peña, marcándolo con apodos como "Ventajita". Mientras dirigentes del peronismo lo empujan hacia una candidatura a gobernador bonaerense, donde podría tener buenas chances frente a María Eugenia Vidal, el hombre Tigre sostiene su proyecto presidencial.

En marzo, encuestas en mano, puede haber definiciones. Por ahora, más allá de los rótulos que simulan unidad (como Alternativa Federal), cada uno trabaja para su proyecto.