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Nuestro país debe afrontar vencimientos por unos $900.000 millones de pesos (unos u$s15.000 millones al valor actual del dólar) durante los próximos seis meses. Según Melconián, para hacer frente a estos plazos “no es necesaria una quita de capital, que enloquece a un tenedor de bonos” y tampoco se podría repetir lo que se hizo entre 2003 y 2005 de “dejar colgados a los acreedores de la brocha”.

En este sentido, el economista recordó que al asumir el gobierno de Mauricio Macri “heredó” el problema de la deuda con los holdouts, mientras que el gobierno de Alberto Fernández “ahora hereda una situación compleja”, aunque consideró que no es peor que la situación posterior a la crisis de 2001. “En el tema del FMI y deuda, no hay muchos meses para mantener una negociación tranquila”, consideró.

“No es una economía preparada, lista para salir, pero tampoco es una tierra arrasada. No es una economía para tirar manteca al techo, pero recibe reservas”, añadió. Luego destacó como un logro del gobierno de Macri que consiguió “a las piñas” un tipo de cambio real que “para el esquema cambiario que vendrá, no es el de 9 pesos de 2015”.

Melconian concluyó reconociendo que la próxima administración tiene “una enorme cantidad de desafíos”, especialmente “en lo social, está el desempleo y la pobreza”. En este sentido anticipó: “Lo que viene será transitoriedad, de ninguna manera será el programa definitivo”. Respecto de la posibilidad de recurrir a la emisión como estrategia para “poner plata en el bolsillo de la gente”, consideró que sólo puede funcionar parcialmente como medida transitoria, ya que “la reactivación de la economía no depende de emitir moneda, y esto no es un concepto ideológico sino práctico”. “Ni la máquina está para ser utilizada indefinidamente ni la hiperinflación está a la vuelta de la esquina”, concluyó.