09 de Septiembre de 2018 - 00:10

Operación Carpeta Amarilla II, los planes de derrocar a Maduro se estancaron

Funcionarios del gobierno de Donald Trump se reunieron secretamente con militares venezolanos para discutir el eventual derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, pero finalmente decidieron no actuar por ahora

Funcionarios estadounidenses anónimos y un ex comandante militar venezolano que participó de conversaciones secretas, decidieron que los planes de golpe contra Maduro se estanquen. La Casa Blanca en un comunicado afirmó que era importante entablar un "diálogo con todos los venezolanos que demuestren un deseo de democracia" para "traer un cambio positivo a un país que ha sufrido tanto bajo el gobierno de Maduro".

Después de que drones cargados de explosivos estallaron cerca de Maduro en un acto el 4 de agosto en Caracas, el mandatario culpó de ello a Estados Unidos, Colombia y a sus enemigos domésticos. El Departamento de Estado condenó la "violencia política", pero también denunció detenciones arbitrarias y confesiones forzadas de sospechosos por parte del gobierno de Venezuela.

El consejero de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, insistió en que "no hubo participación del gobierno de los Estados Unidos en el incidente del 4 de agosto"

En agosto de 2017, Trump había preguntado a sus principales asesores sobre el potencial de una eventual invasión estadounidense a Venezuela. En la misma época, dijo públicamente que no descartaría una "opción militar" para terminar con el caos en el país sudamericano.

Los supuestos sicarios colombianos contratados para matar en agosto pasado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, iban a cobrar por ello unos 10.600 dólares, la llamada "Operación Carpeta Amarilla I", falló. 

Óscar Alcántara González, apodado "Gancho Mosco", contrató a los dos jóvenes detenidos en Venezuela que portaban fusiles "con mira láser" apresados el pasado 15 de agosto en un hotel de una localidad cercana a Caracas, cuyas identidades mantenidas en secreto son Víctor Gueche, de 22 años, y Erick Huertas, de 18, los dos iban a perpetrar el magnicidio contra Maduro, pero ... ¿el día 4 o después? 

Maduro convocó una reunión del Alto Mando Político Militar venezolano para evaluar el plan que forma parte de "las amenazas de la derecha internacional" en contra de su Gobierno.

Hoy la puerta está entreabierta

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